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Dos policías franceses, un hombre y una mujer que eran pareja y padres de un niño, han muerto este lunes en Francia en un nuevo ataque yihadista perpetrado por un ciudadano francés que ya había sido condenado por participar en una red terrorista y que fue finalmente abatido por los cuerpos de élite en la vivienda de los agentes asesinados, donde se había atrincherado.

El atacante, identificado como Larossi Abballa, de 25 años y originario de Mantes-la-Jolie, una localidad de la periferia de París, mató al agente frente a su domicilio en la localidad de Magnaville, otra localidad de los alrededores de la capital, y después retuvo a su compañera y a su hijo dentro del inmueble. Durante la negociación que mantuvo con la policía reivindicó su pertenencia al Estado Islámico.

  • El atacante ha sido abatido en la casa de ambos, donde se había atrincherado
  • El hijo de la pareja, al que mantenía como rehén, ha sido hallado sano y salvo
  • El asaltante, Larossi Abballa, había cumplido condena por asociación terrorista
  • Había jurado fidelidad al Estado Islámico y tenía una lista de futuros objetivos

Miles de personas se han manifestado este martes en las calles de las principales ciudades de Francia contra la reforma laboral del Gobierno de Manuel Valls. La novena jornada de protesta -que se desarrolla durante la Eurocopa- ha congregado entre 75.000 y 80.000 personas, según la prefectura de París, mientras que el sindicato CGT, principal convocante de la protesta, ha elevado la cifra hasta los 1,3 millones en todo el país. Ha sido la protesta más masiva de todas las desarrolladas hasta ahora al congregar a más gente que la del pasado 31 de marzo, cuando salieron a la calle 1,2 millones de personas, según los sindicatos, y 390.000, según la policía.

Las fuerzas de seguridad de Francia han matado este lunes por la noche al presunto asesino de un agente de policía y de su compañera sentimental en la localidad de Magnanville, a las afueras de París, un suceso que se ha revelado como un nuevo atentado de inspiración yihadista, ya que el agresor, que fue abatido en el domicilio del policía donde se había atrincherado con el hijo de la pareja como rehén, ha sido reconocido como un miembro del Estado Islámico por la agencia Amaq, vinculada al grupo terrorista.

Tres policías franceses patrullan a bordo de una minúscula barquita por las calles inundadas de Chartrettes, una localidad al sureste de París atravesada por el Sena. En un momento dado, los agentes pierden el equilibrio y caen al agua.

La cómica escena fue retransmitida por programa Sept à Huit, del canal francés TF1, y lo que iba a ser un reportaje sobre los esfuerzos de las autoridades para combatir las inundaciones que asolan Francia estos días, se convirtió en un gag viral en las redes en pocos minutos.

Le han decomisado cinco fusiles kaláshnikov, dos lanzacohetes, más de cinco mil balas, cien kilos de explosivos y detonadores, según ha detallado el jefe de los servicios de seguridad ucranianos, que ha explicado que seguían a este individuo desde hace medio año porque intentaba contactar con grupos militares en el este del país, en guerra. Según los ucranianos, el joven pretendía llevar a cabo quince atentados durante la Eurocopa, entre ellos contra una mezquita y una sinagoga, aunque Francia no ha confirmado este extremo.

Un ciudadano francés detenido a finales de mayo en Ucrania podría estar preparando una serie de atentados terroristas en Francia durante la celebración de la Eurocopa.

Así lo ha asegurado el jefe del Servicio de Seguridad del Estado de Ucrania (SBU), Vasily Gritsak.

El detenido contactó con grupos armados en Ucrania, antes de ser arrestado en la frontera de este país con Polonia.

Las autoridades le incautaron en su coche todo un arsenal, compuesto por 125 kilos de explosivo TNT; cinco fusiles de asalto kalashnikov; más de 5.000 balas; dos lanza cohetes anticarro y 100 detonadores.

Francia se ha blindado para la Eurocopa ante el temor a que pueda producirse algún atentado. El despliegue de los servicios de seguridad franceses incluye 42.000 policías, 3.000 gendarmes, 5.000 agentes de la seguridad civil y 10.000 militares.