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Ocurrió el 11 de septiembre de 2013, hace más de dos años. Un grupo de ultraderechistas asaltó el centro cultural Blanquerna, en Madrid, cuando en el interior se celebraba un acto por la Diada catalana. Insultaron a los asistentes y golpearon incluso, a varios de ellos. Esta mañana, en la Audiencia Provincial de Madrid ha comenzado el juicio con la declaración de ocho de los 15 acusados, que aseguran que no se trató de una acción organizada y que pretendían una "protesta pacífica".

El Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le Pen, no gobernará en ninguna región francesa. La movilización del electorado (votó un 60%, frente al 50% de la primera vuelta) y el sacrificio del Partido Socialista, que se retiró en aquellas regiones en las que no podía ganar, ha impedido que la extrema derecha repita el éxito de la primera ronda, en la que se colocó en cabeza en seis de las 13 regiones.

Finalmente, y con datos aún provisionales, los conservadores del expresidente Nicolás Sarkozy gobernarán siete regiones, entre ellas la capital, en manos de la izquierda desde hacía 17 años; el PSF se queda con cinco gobiernos de los 12 que tenía, y los nacionalistas moderados corsos acceden al gobierno de la isla.

El ultraderechista Frente Nacional (FN), liderado por Marine Le Pen ha sido el partido más votado en la primera vuelta de las elecciones regionales de Francia, con un porcentaje cercano al 30%, según el cálculo general elaborado sobre los resultados de cada región, seguido por Los Republicanos de Nicolas Sarkozy (28%) y el Partido Socialista (23%).

Se trata de la segunda convocatoria electoral en la que el partido de Le Pen se convierte en el más votado, después de las elecciones europeas de mayo de 2014, en las que obtuvo el 25% de los sufragios.

Le Pen ha asegurado que su partido "es el único frente verdaderamente republicano" y ha llamado a "todos los patriotas franceses" a unirse a su formación en la segunda vuelta, que se celebrará el próximo domingo.

Mientras los socialistas ya han anunciado que no concurrirán en la segunda ronda en aquellas regiones donde no puedan ganar, para favorecer al candidato contrario al del FN, Sarkozy ha descartado pactos con la izquierda para frenar a la ultradercha.

Guerra abierta en la familia Le Pen, en el Frente Nacional francés. Marine, la presidenta de la formación ultraderechista, ha suspendido de militancia a su padre, Jean-Marie. Este se avergüenza de que su hija lleve su apellido, y no le desea la victoria en las elecciones presidenciales.