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  • Eduardo Sáenz de Cabezón y Ricardo Moure analizan las amenazas que podrían acabar con la humanidad
  • Un repaso científico a guerras atómicas, pandemias víricas y bacteriológicas, el cambio climático…
  • Con los expertos: José Miguel Viñas, meteorólogo y Javier Santaolalla, físico
  • Puedes escuchar el capítulo 7 de ‘Órbita Laika, el podcast”’ en RTVE Play Radio

En este capítulo, Eduardo Sáenz de Cabezón y Ricardo Moure analizan, una por una, las principales amenazas que se yerguen sobre la humanidad. Lo harán de la mano del meteorólogo José Miguel Viñas y del físico Javier Santaolalla. ¿Cuál es el peor de los escenarios posibles que puede provocar el cambio climático? ¿De qué depende que lo alcancemos? ¿Cómo se desarrollaría una pandemia realmente letal para nuestra especie? ¿Cómo empezaría? ¿Sería de origen vírico o bacteriológico? ¿Qué pasaría si ahora mismo estallase una guerra nuclear? ¿Tendríamos alguna posibilidad de supervivencia como especie? No es cuestión de ponerse dramáticos ni siniestros. Se trata solo de entender, desde la perspectiva científica, qué amenazas nos rodean y cómo podemos protegernos de ellas. Si algo ha demostrado la historia de la humanidad es, de hecho, que nuestra resistencia a la extinción es tenaz. En este podcast lo demostramos con numerosos ejemplos.

La controvertida decisión de la Comisión Europea de calificar como "verdes" la energía nuclear y el gas ha abierto el debate sobre su papel como energías de transición contra el cambio climático, y ha vuelto a poner el foco sobre los pros y contras de las centrales nucleares. Un equipo de Informe Semanal ha visitado la antigua central nuclear de Zorita, en Guadalajara, ya casi totalmente desmantelada. Fue la primera que se construyó en España y allí siguen depositados 12 contenedores con 175 toneladas de residuos de alta intensidad que generó su actividad. Otras cinco nucleares siguen activas en España, todas con fecha de caducidad.

"La energía nuclear no es verde, genera daños en el medio ambiente", asegura Alicia Cantero, de la organización ecologista Greenpeace. "No sólo durante su periodo de funcionamiento, sino también que tiene el grave problema de los residuos radiactivos, que permanecen activos durante cientos de miles de años".

Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, que agrupa a las empresas propietarias de las centrales, reconoce que solo en residuos de combustible nuclear, los de mayor actividad, los reactores españoles generan unas 200 toneladas al año, pero argumenta que la energía nuclear también tiene factores positivos para el medio ambiente. "Evitamos no 200 toneladas de CO2, sino 20 millones de toneladas de CO2", asegura.

Estar en la lista de actividades verdes indica a los inversores, públicos y privados, que un proyecto determinado es útil para la transición ecológica, lo que lo hará rentable para invertir. Y eso moverá mucho dinero. De esas consecuencias económicas hablamos con varios expertos. Bernabé Alonso Fariñas, profesor de la Universidad de Sevilla e integrante de la Plataforma de Finanzas Sostenibles destaca que la Comisión considera que es importante tener esas tecnologías funcionando hasta llegar a emisiones netas 0 y "quiere usar esta herramienta para que se financien esos proyectos. La cuestión es si ésta es la herramienta para financiar la transición".

Bruselas asegura que el objetivo no es promocionar ni la energía nuclear, cuyo principal valedor es Francia, ni el gas, fundamental para Alemania. "Sí es un medio hacia ese fin: un futuro bajo en carbono con energías renovables" asegura la comisaria Maired McGuinnes. Otros miembros de la Comisión, como el vicepresidente Josep Borrell, votaron en contra de la propuesta, a la que también se oponen algunos países como España y Austria.

España considera que la decisión de Bruselas de clasificar a la nuclear y al gas como energías contra el cambio climático desviaría fondos en inversiones que podrían estar destinados exclusivamente a energías renovables. La industria del gas y de la energía nuclear, en cambio, aplauden que se les coloque la etiqueta verde propuesta por Europa. Sin embargo, incluso algunos expertos consultados por la propia comisión consideran que ni las centrales de gas ni las nucleares son verdes 100 %.

La Comision Europea ha clasificado el gas natural y las centrales nucleares como fuentes deenergía verde. Aunque admite que no son renovables, considera que pueden servir como puente hacia la descarbonización y la neutralidad climática y, con esta tipificación, persigue fomentar las inversiones. El borrador de esta decisión ya generó enormes críticas y divide a los socios comunitarios. En España, el Ministerio para la Transición Escológica se ha manifestado en contra y Austria va a llevar la propuesta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Francia y Alemania se muestran satisfechos parcialmente: el primero defiende que solo el gas natural esté en la lista, mientras que el segundo se decanta solamente por la nuclear. Analizamos la decisión de la Comisión y las posturas de diversos socios con nuestros corresponsales en Bruselas (María Carou), Berlín (Beatriz Domínguez) y París (Antonio Delgado).

Sobre este asunto conversamos también con Eloy Sanz, profesor de Energías Renovables en la Universidad Rey Juan Carlos y revisor experto del panel de la ONU sobre cambio climático. Para Sanz, "lo único que puede hacer esta inclusión en esta taxonomía es perjudicarnos", ya que "nadie se plantea en su sano juicio abrir nuevas centrales que quemen gas en España".

China busca generar energía nuclear limpia y con ese objetivo ha construido un 'sol artificial', un reactor de fusión que ya calienta más que el propio Sol. El reactor, que intenta imitar el proceso por el que el Sol genera luz y calor, ha conseguido mantener encendido un plasma a una temperatura de 70 millones de grados celsius, casi cinco veces más que el núcleo del sol, durante 1.056 segundos, más de 17 minutos.

Foto: Getty Images

Hablamos de dos casos de tribunales en EEUU: el que afecta a la que era una de las figuras más prometedoras de Silicon Valley, Elizabeth Holmes, fundadora de la empresa de biotecnología Theranos, y el que afecta al Príncipe Andrés, hijo de la Reina Isabel II, relacionado con los escándalos de abusos sexuales de Jeffrey Epstein. Hablaremos también de la polémica intención de la Comisión Europea de declarar "verde" la energía nuclear y la del gas para atraer inversiones, y de la pésima situación de la economía turca.

En medio de crecientes tensiones entre grandes potencias cinco de ellas: Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido, los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, firman este comunicado contra la proliferación de armas nucleares. "Nadie gana una guerra nuclear, y nunca debe librarse", escriben. Reafirman su compromiso de frenar la carrera por este tipo de armamento.

El precio de la energía no se contendrá en 2022, según los indicadores actuales. En RNE hemos hablado con Eva Sola, propietaria del Horno Escosura en Zaragoza. Nos cuenta que en su última factura el precio se ha triplicado con respecto a lo habitual y que ahora algunas de las horas nocturnas son las más caras del día. Añade que, aunque han subido los precios, no han podido amortizar ni una quinta parte de los incrementos. Jorge Fabrapresidente de ‘Economistas Frente a la Crisis’, expresidente de Red Eléctrica y ex consejero de la Comisión Nacional de la Energía, llama la atención sobre este caso y concluye que las consecuencias puedes ser muy malas: “Estamos en un proceso peligroso para la economía”. Cree que las medidas que se han tomado hasta ahora solo ocultan el problema y que hay que tomar medidas que realmente bajen el precio de la energía, no que trasladen a otros sitios dónde se pagan: “Deberían eliminar la retribución de las centrales nucleares”. Sobre la decisión del Gobierno de no considerar verdes el gas y la energía nuclear, Fabra cree que es adecuado: “La nuclear no es sostenible y la de las centrales de gas tampoco. Tenemos que ir desarrollando las inversiones en energías renovables”.

España reitera su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea de incluir la energía nuclear y la generación por gas natural en la tabla de clasificación de opciones verdes en el marco comunitario. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, señala que independientemente de que se puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, considera que no son energías verdes ni sostenibles.

En la misma línea se acaba de pronunciar Austria. Su gobierno, formado por conservadores y ecologistas, rechaza la propuesta acusando a Bruselas de hacer un lavado de cara verde a la energía atómica y el gas natural.