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Ricardo Martínez ha vuelto de Gaza hace escasos dos días. Ha estado allí facilitando la geolocalización de todas los hospitales, casas, almacenes o farmacias que tenía allí Médicos Sin Fronteras. Ha expresado que no tiene palabras para describir la situación que tiene lugar allí y ha puesto énfasis en que no solamente matan las bombas en la región: "La falta de higiene y sanidad también están matando a la población de Gaza", ha explicado.

A pesar de la situación extrema que se está viviendo en Gaza, las organizaciones humanitarias siguen trabajando allí. Ricardo Martínez, coordinador logístico de Médicos Sin Fronteras, acaba de volver de allí. Cuenta que hay francotiradores atacando los hospitales, y que las condiciones de trabajo de los sanitarios son tan precarias que poco pueden hacer por salvar vidas.

El Ejército de Israel ha cercado con sus tropas dos hospitales de la Franja de Gaza. Los sanitarios explican que tienen que moverse agachados para evitar los disparos de los francotiradores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pide que se respeten los centros de salud: de 36 operativos antes del conflicto, quedan 11.

Con casi todo su esfuerzo bélico en Gaza y su atención también en el norte, en la frontera con Líbano, Israel se ve obligado además a mirar aquí, al Mar Rojo.

Los rebeldes hutíes de Yemen han atacado con un misil un petrolero noruego y ha provocado un incendio, aunque no hay heridos.

Los insurgentes insisten en que quieren impedir la navegación de cualquier barco hacia Israel en represalia por la guerra en Gaza y de hecho mantienen un buque apresado con toda su tripulación desde hace semanas, el Galaxy Leader.

Ni Estados Unidos ni Israel descartan acciones militares para garantizar la navegación en esta zona estratégica donde se unen las fronteras de Egipto, Israel, Jordania y Arabia Saudí.

FOTO: EFE

El ejército israelí intensifica su ofensiva sobre la ciudad de Khan Younis y sigue empujando a la población hacia el sur mientras que en Estados Unidos, el presidente ucraniano intenta salvar el programa de ayuda militar y financiera bloqueado en el Congreso.

El gobierno francés asume lo difícil que va a ser aprobar cualquier ley tras el rechazo a su ley de inmigración y en el Reino Unido, el primer ministro intenta salvar su plan para deportar migrantes a Ruanda que no gusta nada entre los más conservadores de su partido.

En Polonia, Donald Tusk se enfrenta al voto de confianza para poner fin a ocho años de gobiernos ultraconservadores y en el Vaticano, hoy acaba el juicio contra el cardenal Angelo Becciu.

Y en Argentina hoy se espera que el ministro de Economía de Javier Milei anuncie sus primeras medidas tras prometer un gran ajuste del Estado.

La comunidad cristiana armenia han denunciado amenazas de colonos judíos en el barrio en el que viven en Jerusalén. Aseguran que un empresario judío, Danny Rothman, ha alquilado por un siglo propiedades de la iglesia cristiana armenia y que colonos y guardias han acudido con perros de presa y armas de fuego para que los residentes abandonen la zona. El asunto trae a la memoria un escándalo similar en el barrio cristiano en 2005, cuando el patriarca de la iglesia ortodoxa griega tuvo que dimitir por vender propiedades a una organización de colonos judíos. Foto: John MACDOUGALL / AFP

Los bombardeos se suceden en Jan Yunis, en el sur de la Franja, donde una gran parte de la población se había refugiado tras la entrada de Israel en el norte de Gaza. La situación es "catastrófica" en el enclave palestino, ha dicho la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que el sistema de salud está prácticamente colapsado, debido al gran volumen de heridos, y a la falta de medicamentos. Foto: AFP.

"Los incesantes bombardeos israelíes impiden que lleguemos a las personas que necesitan ayuda humanitaria. El personal de Naciones Unidas se ha quedado atrapado en la zona central de Gaza". Raquel Martí, directora ejecutiva de la UNRWA, asegura que nunca habían vivido algo así desde hace décadas y nos cuenta queya son 134 compañeros de la agencia asesinados, muchos de ellos con sus familias. "Se están llevando a los hijos a trabajar con ellos porque, en el caso de que tengan que morir, prefieren hacerlo juntos", expresa. Realizan su trabajo y distribuyen alimentos porque saben que es su deber, porque "sino no lo va a hacer nadie", pero están en una situación psicológica extrema.