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Helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón han empezado a descargar agua sobre los reactores de la central nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto del día 11. El objetivo es enfriar los reactores y evitar una gran fuga radiactiva.

Japón ha reaccionado a la alarma nuclear con más calma que el resto del mundo. Los españoles residentes en la isla nipona afirman que el caos es mayor fuera que dentro del país y quitan importancia a las informaciones que hablan de desabastecimiento de alimentos o combustible.

Los núcleos 1, 2 y 3 de la central de Fukushima están dañados según ha confirmado la Agencia Internacional de Energía Atómica, que dice que que la situación es muy seria.

180 trabajadores de la central intentan enfriar con agua de mar los núcleos para reducir la presión, mientras la agencia nuclear japonesa sigue midiendo los niveles de radiación en el exterior y asegura que la radiación actual no es un peligro inmediato para la salud.

Por su parte, Estados Unidos no permite que sus soldados se acerquen a menos de 80 km de la central nuclear.

Los grupos ecologistas recuerdan que ya en los años setenta se alertó sobre las deficiencias del sistema de refrigeración de las centrales como Fukushima, del mismo tipo que la de Garoña en Burgos. Hay una veintena similares, construidas por la empresa norteamericana General Electric y repartidas por todo el mundo.

Barack Obama ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos. La fuerza aérea de Estados Unidos lleva alimentos a las zonas más devastadas de Japón. Pero un portavoz militar de la 7ª flota advierte que ésta es una operación humanitaria muy compleja por el riesgo nuclear. El presidente Obama reitera su apoyo a Japón y tranquiliza a la población estadoundense.

En España se van a revisar todas las centrales nucleares. Lo ha asegurado hoy el presidente del gobierno, que ha ofrecido a Japón toda la ayuda que necesite y ha dicho que, aunque aquí no hay motivos de alarma, lo que ha pasado en Japón debe servir para mejorar la seguridad de las nucleares en todo el mundo.

Es de Iberdrola y le quedan aún 13 años de vida útil, pero el próximo domingo acaba su licencia. La víspera del terremoto de Japón, Industria autorizó una prórroga por 10 años. Lo hizo después de un informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear, que ahora volverá a examinarla.

El emperador Akihito ha dicho que está "profundamente preocupado" por la catástrofe en la central nuclear de Fukushima y ha pedido a los japoneses que no se den por vencidos. Es la primera vez que se ha dirigido al país en un momento de crisis desde su llegada al trono, hace 22 años y prueba la enorme gravedad de la catástrofe.

Los expertos continúan pidiendo a los japoneses de las zonas afectadas que, en la medida de sus posibilidades, permanezcan en el interior de sus casas, bajo techo. En caso de que, por extrema necesidad, tengan que salir, la televisión ofrece recomendaciones de seguridad.

La televisión pública japonesa NHK explica la situación de la central de Fukushima Daiichi. Los operarios que intentan refrigerar los reactores de la central de Fukushima han regresado a la central después de que hayan descendido los índices de radioactividad. Durante la noche (hora española), los 50 trabajadores que realizaban estos trabajos se habían retirado tras otro incendio en el reactor número 4, que se ha extinguido en poco tiempo. La clave es refrigerar las barras de combustible gastadas pero, por el momento, esta actuación no es posible poeque los niveles de radioactividad detectados en la central no garantizan la seguridad de los trabajadores (16/03/2011).

Los fallos siguen sucediéndose en la central nuclear de Fukushima, donde un segundo reactor tiene probablemente daños en la vasija del núcleo y del que sale una amenazante columna de humo. La radiación ha vuelto a subir y aunque no hay nuevas alertas a la población, desde el exterior se cree que la situación en Japón está fuera de control. Este miércoles también se ha producido un nuevo incendio en el reactor 4 (el mismo que ardió el día anterior), pero se ha extinguido en poco tiempo, y se ha informado de más problemas en los reactores 1, 2, 5 y 6. En estos dos últimos están elevando su temperatura.

Aunque al menos aparentemente lo más preocupante viene del reactor 3, del que sale desde hace varias horas humo blanco, cuyo origen todavía se desconoce. Este reactor registró una explosión el lunes que hizo saltar por los aires el edificio externo, aunque en su núcleo las autoridades solo admitieron una posible deformación. Sin embargo, ahora han dicho que probablemente esté dañado. "Es posible que salga vapor a través de la estructura" del núcleo, ha dicho el portavoz del Ejecutivo, Yukio Edano, para explicar la causa "más probable" del aumento súbito de la radiación detectada en la entrada de la planta.

La central nuclear de Fukushima acumula cada vez más problemas desde el terremoto del pasado viernes. A las explosiones en los reactores 1,2 y 3, se ha sumado un incendio en el reactor 4. Además, los fallos en la refrigeración también han elevado la temperatura en los reactores 5 y 6.

La Agencia Internacional de la Energía Atómica afirma que podría haber daños en el núcleo del reactor 2 así como en la vasija de contención, aunque no lo puede confirmar. En la planta permanece el personal imprescindible, varias decenas de personas, para controlar la refrigeración. Trabajan en turnos muy cortos para exponerse lo menos posible a la contaminación.