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El huracán Irma ha recuperado la categoría 4 antes de tocar tierra en los Cayos de Florida con vientos que rondan los 215 kilómetros por hora, ha informado el Centro Nacional de Huracanes estadounidense. La trayectoria estimada de Irma, que llegó a tocar tierra en Cuba como huracán de categoría 5, con vientos de unos 257 kilómetros por hora, indica que el ciclón puede tocar tierra en las cercanías de las ciudades turísticas de Naples o Fort Myers, en la costa oeste del estado. Las autoridades han advertido de que no habrá ningún lugar seguro, por lo que quienes se queden allí pese a la orden de evacuación estarán bajo su cuenta y riesgo hasta que los servicios de emergencia puedan ir, que no será inmediatamente.

Las autoridades del estado de Florida han ordenado la evacuación de 5,6 millones de personas, lo que supone aproximadamente un cuarto de su población total, ante la inminente llegada del huracán Irma, que se prevé que tenga efectos devastadores en la zona.
Según el responsable del programa de huracanes del estado, Andrew Sussman, los habitantes de Florida recibieron el viernes esta orden de evacuación debido a los graves peligros que implica Irma, el huracán atlántico más potente registrado nunca.
La incertidumbre sobre el impacto de Irma mantiene en una carrera contra el reloj a residentes y turistas de Florida, que continúan un éxodo sin precedentes iniciado desde los Cayos de Florida, en el extremo sur de Estados Unidos, hacia el norte en busca de un refugio seguro.

Al menos medio centenar de personas han muerto tras un terremoto de magnitud 8,2 en la escala abierta de Richter que ha sacudido durante la madrugada del jueves al viernes la costa de Chiapas, en México, dejando además un número indeterminado de heridos y edificios destruidos. Según los últimos datos proporcionados por los gobernadores del sur del país, el seísmo ha causado al menos 35 muertos en el estado de Oaxaca, doce en Chiapas y tres en Tabasco. Con todo, la cifra puede aumentar. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, ha asegurado que se trata del terremoto "más grande en 100 años".

Los habitantes de Florida refuerzan sus casas y hacen acopio de comida ante la llegada del temporal. Irma, el huracán atlántico más potente jamás registrado, amenaza con sumir a Florida en uno de los peores apagones de su historia. Sus vientos de hasta 320 km/h, podrían tumbar tendidos eléctricos, obligar al cierre de centrales nucleares y pulverizar infraestructuras básicas de suministro de energía, dejando a millones de ciudadanos, negocios y hogares en la oscuridad durante semanas.

"Si nuestros peores temores se cumplen, probablemente podamos recomponer una parte del suministro eléctrico, pero tardaremos semanas en reconstruir el sistema completo", ha afirmado Eric Silagy, director ejecutivo de FLP, una de las compañías suministradoras.

Aunque Harvey inundó Texas, el suministro de energía se mantuvo en cierta medida, posibilitando las comunicaciones, televisión, internet, etc., y el uso de equipamientos. Irma podría paralizar la nervadura energética de Florida, dejándola inoperante. Harvey batió records con la lluvia, pero Irma lo está haciendo en términos de potencia bruta. 

Al menos 32 personas han muerto tras un terremoto de magnitud 8,2 en la escala abierta de Richter que ha sacudido esta noche la costa de Chiapas, en México, y hay un número indeterminado de heridos y edificios destruidos. Concretamente 23 personas han fallecido en Oaxaca, siete en Chiapas y dos en Tabasco, según un informe preliminar de las autoridades.

Tras el seísmo, el mayor registrado con sismógrafos en la historia del país, se han producido 65 réplicas y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, no descarta que se produzca otro terremoto en las próximas 24 horas.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC) ha activado una alerta para México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Ecuador y se esperan olas de 3 metros en la zona. En Chiapas el gobernador ha pedido a la población que se aleje de la costa.

Peña Nieto ha asegurado que se trata del terremoto "más grande en 100 años" y lo han sentido "50 millones de personas". "Fue intenso, fue prolongado y fue muy fuerte", ha dicho. El mandatario ha confesado que se tardará "días" en conocer las consecuencias de lo ocurrido.

Desde el aire solo se ve devastación. Nueve de cada diez edificios dañados, la mitad de la gente sin hogar, un bebé de dos años muerto mientras su familia intentaba escapar. "Lo que he visto allí me rompe el corazón", ha dicho el primer ministro. La pequeña isla de 1.600 habitantes es ahora, según él, prácticamente inhabitable.