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La cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera para producir la carne, los lácteos o los huevos que cada español consume en un año es el equivalente a recorrer en coche 10.000 kilómetros, según cálculos de Greepeace. Lo que comemos tiene un impacto directo sobre el cambio climático. Por eso, modificar la forma de alimentarnos puede contribuir a reducir el calentamiento global.

  • Advierten de las consecuencias del cambio climático y muestran la difícil relación del hombre con la naturaleza
  • La distribución de cine ambiental en España es un trabajo "muy difícil de hacer" al ser una temática "de nicho"

De Estados Unidos llega una delegación de 16 congresistas y senadores encabezados por la presidenta democráta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Habrá varios jefes de Estado latinoamericanos, entre ellos Mauricio Macri, presidente saliente de Argentina, y el ecuatoriano Lenín Moreno. También estarán los de Costa Rica y Honduras, pero no el de Chile, el país donde se debería haber celebrado la cumbre, que sigue agitado por protestas sociales. De Europa estarán el primer ministro francés Édouard Philippe, el de Portugal Antonio Costa, y también los de Polonia, Grecia y Países Bajos. Además, habrá representantes de primer nivel, pero poco conocidos, de países africanos y del Pacífico. Greta Thunberg será una de las protagonistas, aunque no estará en la sesión inaugural porque está cruzando el Atlántico en velero y no tiene previsto llegar a Lisboa hasta el martes.

Unos 30 activistas de Greenpeace se han encaramado este viernes a la fachada de un edificio comercial de la Gran Vía madrileña, donde han desplegado una pancarta de 180 metros cuadrados para denunciar la "fiesta del consumismo" en el Black Friday o Viernes Negro y su relación con la crisis climática.
La acción de Greenpeace continúa con varios de sus activistas ocupando los escaparates de distintos comercios (Primark, Mango, Nike, Fnac, Zara, El Corte Inglés...) simulando ser maniquíes ataviados con monos naranjas y carteles denunciando el hiperconsumismo.

El último estudio de la revista Nature arroja datos preocupantes: el planeta está cerca del punto de no retorno. De los nueve ecosistemas de referencia del planeta, siete están al borde del colapso.

Si el calor sigue aumentando, los polos se derriten, y también el permafrost. La capa supercicial congelada que ha absorbido CO2 durante millones de años y ahora se descongela rápido y lo libera. 

La temperatura media del planeta este siglo subiría 3,2 grados, incluso si se cumplen los compromisos de reducción de emisiones enmarcados en el Acuerdo de París, ya que los países que lo firmaron están lejos del objetivo de mantener el aumento por debajo de 1,5 grados centígrados. Es la alerta que ha lanzado este martes la ONU en su informe anual sobre la disparidad en las emisiones, que sirve como guía en la próxima Cumbre del Clima de Madrid, que se celebra del 2 al 13 de diciembre.

Charlamos con Lorenzo Labrador, oficial científico del "Informe sobre la disparidad en las emisiones de 2019" realizado por la ONU, que concluye que siguen aumentando de forma preocupante las concentraciones de gases que provocan un calentamiento de la atmósfera (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso). La acción humana está detrás de este aumento.

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2018, aumentando más rápido que el promedio de la última década y agravando los patrones climáticos perjudiciales, según ha informado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de la ONU.
El Boletín sobre los Gases de Efecto Invernadero de la agencia climática de la ONU forma parte de una serie de estudios que se publicarán antes de la cumbre sobre cambio climático que se celebrará en Madrid la próxima semana, y se espera que guíe la agenda de esta gran citaEl estudio mide la concentración atmosférica de los gases responsables del calentamiento global, en lugar de las emisiones.

Informe Semanal ha subido al glaciar de Monte Perdido, en el Pirineo aragonés. Un glaciar que se muere. A 2.700 setecientos metros de altitud, ha perdido dos tercios del hielo que tenía hace 100 años. El calentamiento global está acabando con él y otros glaciares de Los Pirineos. En 1850 había 52 censados. Hoy solo quedan 19. Es el final de un ciclo geológico de más de dos millones de años. Un equipo de TVE acompaña a un grupo de investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología que le toma el pulso al glaciar. Monte Perdido aún conserva hielo de época romana, pero "ya no queda hielo de los últimos 500 años, porque ese hielo se ha perdido". El proceso además se está acelerando. una consecuencia más de la emergencia climática que estamos viviendo. "Los glaciares son una señal, no de lo que está pasando en esta montaña -nos cuenta un investigador- sino de lo que está pasando en el planeta. El planeta se está calentando y las masas de hielo están retrocediendo".