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Hace mucho que se oye lo mismo: que las frutas y las verduras ya no saben como antes. Un motivo es que queremos comer de todo, todo el año, aunque no sea temporada, pero otro hay que buscarlo en el cambio climático. Dicen los expertos que está modificando el sabor, la forma y hasta el poder nutricional de lo que comemos.

Quedan menos de dos semanas para las elecciones europeas. La nueva administración tendrá una larga lista de retos, entre los que se encuentra el cambio climático. Hay zonas en las que el calentamiento global está teniendo muchos efectos negativos. En las mañanas de RNE, nos centramos concretamente en dos zonas: Pas de Calais, una región francesa junto a la frontera de Bélgica y el Delta del Ebro. 

En el departamento de Pas de Calais se encuentra el pueblo Blendecque, que cuenta con una calle fantasma y una decena de viviendas unifamiliares abandonadas. En todo el pueblo se ven marcas y pintadas que alertan del peligro de inundación en la zona. Nuestro corresponsal de RNE en Francia, Antonio Delgado, ha visitado la zona y ha recogido el testimonio de Vincent Maquignon, uno de los vecinos desahuciados: "Por todos lados se ven las marcas. Pero dejaremos de verlas porque el barrio va a ser arrasado. Aquí habrá un embalse para contener el agua en el futuro". 

Para conocer la situación del Delta del Ebro, hemos hablado con Gerardo Bonet, gerente de la Federación de moluscos de la zona. Nos ha contado que hace dos años tuvieron una mortalidad total del mejillón, lo que les llevó a comprar crías a Italia y Grecia. Todo ello, por las condiciones climáticas: "A partir de 28 grados, durante 10 o 12 días se produce la mortalidad. Entonces tenemos ahora las ostras, que parece ser que son más resistente". 

También hemos conversado con David Pino, profesor de la Universidad Politécnica de Cataluña, que considera que el problema del Delta de Ebro es multisectorial, ya que afecta a agricultores, recolectores de mejillones, ecologistas o al turismo de la zona. "Es un problema complicado de largo o medio plazo, pero creo que se puede actuar para salvarlo", ha concluido el profesor. 

Aunque los efectos del cambio climático en la salud se hacen notar en todo el mundo con cada vez mayor intensidad, este no afecta igual a mujeres que a hombres, a pobres que a ricos, o a europeos del Sur y del Norte. Un informe publicado en la revista The Lancet Public Health este lunes muestra que las muertes por calor han crecido en Europa en la última década, pero esta mortalidad es el doble en mujeres que en hombres.

Ellas también tienen más riesgo de morir por una dieta desequilibrada, mientras que el calentamiento global también tiene un fuerte componente de clase: los hogares con bajos ingresos tienen mayor probabilidad de sufrir inseguridad alimentaria y las zonas desfavorecidas se ven más expuestas a las partículas contaminantes de los incendios forestales. Así se puede leer en el estudio Lancet Countdown sobre cambio climático y salud en Europa, coordinado por dos instituciones españolas, el Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), aunque han participado más de 40 organismos europeos.

Si la temperatura media actual subiera más de dos grados, el 90% de las zonas costeras y de tierras bajas donde se cultiva vino en España serían inviables, según un estudio científico, lo que podría frenar la producción de vino en el país, que supone el 2% del producto interior bruto. España es el tercer productor de vino del mundo.

Foto: Getty Images

Los océanos son los grandes termómetros para medir el cambio climático. Estos absorben el 90% del calentamiento global y más del 20% de las emisiones de CO2. Sin embargo, el cambio climático los están dañando gravemente. La temperatura media del agua ya es de casi 21 grados, el récord que se alcanzó hace unos meses. Y el nivel del mar ha subido casi 5 centímetros en los últimos diez años. Los expertos continúan recalcando que la degradación de los ecosistemas a causa de la contaminación y acidificación de los mares es uno de los grandes desafíos de la humanidad en los próximos años.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, ha condenado este martes a Suiza por su falta de iniciativa para combatir el cambio climático, fallando a favor de una asociación de mujeres de la tercera edad que denunciaba la inacción del país en este sentido. Esta es la primera vez que el Tribunal, que aplica el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos, condena a un Estado por este motivo.

Sin embargo , el Tribunal ha declarado inadmisibles las otras dos grandes demandas con las que los denunciantes esperaban exigir por vía judicial a los países europeos la puesta en marcha de políticas contra el cambio climático. La principal de ellas es la que formalizaron seis jóvenes portugueses contra su país y otros 31 Estados europeos, a los que reprochan su responsabilidad en el calentamiento global y en las consecuencias que tiene y tendrá para sus vidas. Además, también ha declarado inadmisible la demanda de un ex alcalde francés contra el país galo.

Según el último informe de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), el verano de 2023 fue el más cálido de toda la historia. Estas temperaturas tan cálidas también se vieron reflejadas en los océanos y en el deshielo en varios puntos del globo. Concretamente, se ha duplicado la subida del nivel del mar en los últimos 20 años. En 24 horas de RNE, Juan Manuel Ruiz, profesor de Investigación en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) del CSIC, ha expresado que el aumento del nivel del mar tiene que ver con el deshielo, algo que está relacionado con el calentamiento global: "Es uno de los efectos más obvios, se ha disparado en las últimas décadas". 

También ha señalado que, en las últimas cuatro décadas, la temperatura del mar ha aumentado una media de 1,5 grados a 2 grados: “Parece que, desde el punto de vista social, es poca cosa, pero es muchísimo. Hace falta mucho calor acumulado para poder cambiar esas tendencias en las temperaturas medias globales”.

Por otro lado, también ha destacado que la subida del nivel del mar afectará a las poblaciones costeras: “Hay ciudades que han tenido que trasladarse (…) En el caso del Mediterráneo, podría tener efectos notables”. Sobre los efectos de los temporales extremos en las zonas costeras, Juan Manuel Ruiz ha asegurado que son “notables” y que se trata, por tanto, de “un efecto combinado en el tiempo de esos temporales extremos y la elevación del nivel del mar”.

La aparición de miles de pardelas de Tasmania muertas en las playas de la costa este de Australia ha despertado la preocupación entre científicos y ecologistas. Todos los años por esta época, estas aves regresan desde el Hemisferio Norte a las costas australianas, pero en esta ocasión han aparecido miles de cuerpos en playas de Nueva Gales del Sur, Queensland y Tasmania, con visibles síntomas de desnutrición.

Aunque estas muertes masivas de aves migratorias no son nuevas, los científicos aún desconocen la causa exacta. Las principales hipótesis se centran en desajustes de los ecosistemas donde se alimentan, producidos o potenciados por el cambio climático. "Se cree que la razón de la mortalidad masiva actual está asociada con el calentamiento de los océanos, o una ola de calor marina, frente a la costa este de Australia", asegura Jennifer Lavers, científica del instituto Adrift Lab. Otra de las teorías apunta a un aumento de los salmones en el Ártico -donde viajan antes de regresar a Australia-, que ha dejado a estas aves sin la cantidad suficiente de zooplancton .

En la lucha contra el cambio climático es fundamental la preservación de los bosques. En la Amazonía, el bosque tropical más grande del mundo,  la deforestación está amenazando a los llamados ríos voladores.  Sin ellos, los ecosistemas de la zona peligran.

Pese a las advertencias de los científicos, 2023 va a terminar con un nuevo récord mundial de emisiones de CO2, más de 40.000 millones de toneladas, un 1,1% más que en 2022. Es lo que dice el informe elaborado por investigadores de todo el mundo y presentado en la cumbre del clima de Dubái. El estudio recoge que las emisiones están disminuyendo en algunos países, sobre todo en Europa y Estados Unidos, pero crecen en otros, con India y China a la cabeza.