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Combatientes del Estado Islámico (EI) han lanzado este viernes un contraataque contra el sur de la ciudad iraquí de Kirkuk, en la que han tomado durante algunas horas el control de varias comisarías. Los yihadistas intentan contrarrestar la ofensiva de las fuerzas iraquíes y kurdas, con apoyo aéreo de la coalición liderada por EEUU, para recuperar Mosul (175 kilómetros al noroeste de Kirkuk). El EI ha perdido ya el control de importantes pueblos en los alrededores de Mosul, la tercera ciudad en importancia de Irak y donde se cree que podrían refugiarse la cúpula del grupo.

Kirkuk, capital de una importante zona petrolífera, está situada en el norte de Irak, a medio camino entre Bagdad y Mosul. Las milicias kurdas tomaron el control en 2014, cuando las tropas regulares iraquíes huyeron ante el avance del EI. Los yihadistas controlan una amplia bolsa de territorio en Hawija, a las puertas de la ciudad. Los enfrentamientos han tenido lugar de madrugada en los barrios de Wahed Jazeirán, Domish y Midaa según ha informado a Efe el gobernador de esa localidad, Nachmeldín Karin. Al menos cinco yihadistas y dos policías han muerto.

Durante un foro de negocios chino-filipino celebrado en Pekín, Duterte ha comunicado este jueves su intención de separarse de Estados Unidos y acercarse a China. En un discurso, el mandatario filipino aseguró que Estados Unidos ya no puede verse como "el más poderoso del mundo (...), porque le debe a China muchos préstamos", y reiteró su intención de mejorar sus intercambios con la potencia asiática, su segundo socio comercial en 2015. Duterte ha anunciado así la "separación" económica de Washington, su principal aliado, durante un foro celebrado en Pekín.

El secretario de Finanzas filipino, Carlos Domínguez, rebajó el tono de Duterte en un comunicado divulgado posteriormente en el que, si bien afirmó que Manila "dará un firme giro hacia la integración económica regional" con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), también "mantendrá relaciones con Occidente".

Estados Unidos por su parte dice no haber recibido petición oficial alguna para "cambiar" su asistencia o cooperación con Filipinas. En una declaración enviada a Efe, una fuente de la Casa Blanca explicó, bajo la condición de anonimato, que el Gobierno estadounidense todavía no ha recibido ninguna solicitud "a través de los canales oficiales" para cambiar la asistencia o cooperación con Filipinas.

La ofensiva contra Mosul entra este jueves en su cuarta jornada con el objetivo de expulsar al EI de su principal plaza en Irak, que los yihadistas controlan desde junio de 2014.Un cuarto día en el que el nivel de encarnizamiento de los combates no ha descendido. Al amanecer, tropas iraquíes y kurdas han cercado la localidad de Bartala, un enclave cristiano a unos ocho kilómetros al este de Mosul cuya población huyó tras su ocupación por el Estado Islámico.

El ataque ha comenzado a las seis de la mañana con el apoyo de fuerzas de élite y antiterroristas. El logro militar sobre esta estratégica posición coincide con el ataque conjunto en dos frentes diferentes, al norte y al este de la ciudad iraquí. Después de que las fuerzas antiterroristas iraquíes tomaran el control del centro de Bartala, el jefe de las operaciones conjuntas, el comandante Taleb Shaghani, ha dicho a los periodistas en el cuartel del frente de Jazer que esperan dominar la población en su totalidad en "las próximas horas".

Once horas de pausa humanitaria. Ese es el tiempo que el Ejército ruso y sirio ha dado a Alepo este jueves para aliviar la crítica situación en las viven 250.000 civiles, atrapados en los combates más sangrientos de la guerra siria. Rusia ha ofrecido prorrogar la misma pausa de once horas durante los próximos tres días para permitir evacuaciones médicas urgentes y la entrada de la ayuda humanitaria."Rusia nos ha confirmado que tenemos once horas diarias por cuatro días, primero dijeron que serían ocho horas, pero nosotros explicamos que era muy corto y complicado, y ellos aceptaron", ha anunciado el coordinador de la ayuda humanitaria para Siria, Jan Egeland.

La ONU estima que hay más de 200 personas, entre heridos en los ataques y enfermos graves, que necesitan ser evacuadas de manera urgente desde la sección este de Alepo que controlan los grupos rebeldes. La operación, que será llevada a cabo por personal de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Comité Internacional de la Cruz Roja, implica que cada evacuado abandonará la ciudad acompañado de su familia.

Paralelamente, se espera que la ONU puede hacer entrar cargamentos de medicamentos y otros suministros médicos en la ciudad, que lleva más de tres meses completamente cercada, lo que a partir de entonces hizo imposible cualquier suministro de ayuda humanitaria. La "pausa" de este jueves, que ni siquiera ha sido calificada de tregua, ha entrado en vigor a las ocho de la mañana, hora local, y se extenderá durante 11 horas En los barrios rebeldes, cerca de 300.000 civiles, sin apenas agua o comida, acaban de sufrir un mes infernal: con ataques diarios a hospitales o panaderías. La oposición denuncia que esta tregua, justo ahora, es un chantaje, que el régimen obliga a elegir entre el éxodo o las bombas.