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Amnistía Internacional ha exigido este jueves la liberación inmediata e incondicional de su directora en Turquía, Idil Eser, y de otros siete defensores de los derechos humanos, dos formadores extranjeros y el propietario de un hotel, que fueron detenidos este miércoles "sin causa" cuando asistían a un taller de seguridad digital y gestión de la información en la isla de Büyükada, perteneciente a Estambul.

Defender los derechos humanos es cada vez más difícil en el mundo. Los activistas, hombres y mujeres, se arriesgan a ser blanco de procesos judiciales, campañas de desprestigio, acoso, amenazas y, en los casos más extremos, desapariciones forzadas y asesinatos. En 2016, 281 activistas perdieron la vida, 125 más que el año anterior.

Amnistía Internacional (AI) considera que estos niveles de persecución, intimidación y violencia son inéditos, y por ello ha lanzado una campaña internacional con el lema "Valiente" para destacar el trabajo de estas personas y pedir su protección.

"Eritrea es una gran prisión", ha explicado Berekhet, quien tuvo que huir de Eritrea tras fundar una web informativa para denunciar la falta de libertad del régimen.

América Latina es especialmente peligrosa para los activistas que defienden los derechos de los indígenas a la tierra y el medio ambiente. El caso más conocido es el de la hondureña Berta Cáceres, asesinada en marzo de 2016.

Pascual Bernabé Velázquez representa al "gobierno plurinacional" de los indígenas mayas de la región de Huehuetenango, en Guatemala, que se oponen a las empresas hidroeléctricas. Los líderes indígenas han sido encarcelados y posteriormente puestos en libertad, y algunos asesinados.

"Defendemos el territorio, el agua, las montañas, los animales - ha asegurado durante el acto de AI - El Gobierno, con sus propias leyes, que son para los empresarios, está presionando a las personas".

Carles Mesa entrevista a Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España. La entidad ha publicado un informe sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, y advierte que algunos políticos están utilizando una retórica tóxica y deshumanizadora del "nosotros contra ellos".

Belal Darder, fotoperiodista egipcio de 22 años, ha huido de su país tras ser alertado de una sentencia de 15 años de cárcel contra él por sus coberturas periodísticas. Ahora se encuentra en España, acogido a un programa de Amnistía Internacional de solicitud de asilo. A pesar de su juventud, las fotos de Darder han abierto algunas de las principales portadas del planeta. Su deseo es regularizar su situación para volver a Oriente Medio a ejercer el periodismo. Desde España denuncia la persecución que sufren los informadores en Egipto

Los sistemas de vigilancia son cada vez más intrusivos y masivos; la privacidad de nuestras comunicaciones, más vulnerable; y la libertad de expresión, más restringida. Es la deriva que se está viendo en Occidente, también en Europa, en la lucha contra el terrorismo, advierte Amnistía Internacional. De forma que la seguridad, según esta ONG, ha terminado convirtiéndose en arma electoral. Por primera vez, países muy poderosos como Rusia, EEUU, Turquía, Hungría cuestionan concepto DDHH. La organización también critica la política de acogida de refugiados. El año pasado, 36 países violaron el Derecho Internacional al enviar de forma ilegal a personas a países donde sus vidas corrían peligro. Uno de ellos es España. Una ola de refugiados provocada por los conflictos que asolan África y Oriente Próximo desde hace años, ante la inoperancia de la comunidad internacional.