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El primer ministro australiano, Scott Morrison, ha pedido perdón este martes a las víctimas de acoso, maltratos y agresiones sexuales en el Parlamento y ha reconocido que muchas denuncias fueron silenciadas por el miedo a las consecuencias electorales.
En un discurso en el Parlamento, Morrison ha mencionado concretamente a Brittany Higgings, exasesora del Partido Liberal, que denunció el año pasado haber sido violada en la sede del Legislativo, lo que provocó que otras mujeres se atrevieran también a presentar más denuncias.

"Ella tuvo el valor de hablar, y por eso estamos aquí. Lamentamos todas estas cosas, y al hacerlo, cada uno de nosotros asume la responsabilidad de un cambio", ha dicho Morrison, que pertenece al Partido Liberal, en una sesión a la que ha asistido la propia Higgings. 

También se han disculpado el líder de la oposición, el laborista Anthony Albanese, y ambas cámaras del Parlamento. En noviembre pasado, la comisionada contra la Discriminación Sexual, Kate Jenkinsse, hizo 28 recomendaciones tras una investigación sobre la cultura laboral en el Parlamento australiano. 

Foto: EFE/EPA/LUKAS COCH 

El presidente del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha asegurado que su formación apuesta por la creación de una comisión de investigación en la Cámara Baja sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia, que sea paralela a la investigación que realice el Defensor del Pueblo, como pide el PSOE.

FOTO: Jaume Asens durante una rueda de prensa en el Congreso. EFE/Fernando Alvarado

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha criticado que no haya sido "la propia Iglesia la que diera el paso" de investigar los abusos sexuales a menores por parte de religiosos, como sí ha sucedido en otros países. Por eso, cree que es necesario hacerlo en la Cámara Baja, pues ha denunciado que aquí en España ha habido una "resistencia enorme" por parte de la Iglesia a que se investigue.

En una entrevista en La Hora de la 1, Esteban ha admitido que el PNV no descarta apoyar la comisión presidida por el defensor del Pueblo que propone el PSOE para investigar los casos de abusos en la Iglesia, pero ha defendido su propuesta, que es una comisión de expertos independientes, porque cree que es la fórmula más útil y en la línea de lo que han hecho otros países.

Por otra parte, ha discrepado con el PP y Vox que piden investigar todos los abusos sexuales y ha abogado por que la comisión esté centrada únicamente en la Iglesia porque ha habido "innumerables casos".


FOTO: Aitor Esteban interviene durante un pleno en el Congreso. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

La tenista china Peng Shuai ha vuelto a negar haber acusado a un ex alto cargo de su país de abusos sexuales. Peng, que ha cenado con el presidente del COI Thomas Bach este fin de semana, ha concedido una entrevista al diario L'Equipe en la que asegura todo ha sido un malentendido. El diario francés titula la entrevista con la declaración de la tenista: "Mi vida es como debería ser, no hay nada especial". Pero los periodistas cuentan que hicieron la entrevista en el hotel de Pekín donde ha fijado su sede el Comité Olímpico Chino, que tuvieron que mandar las preguntas previamente y que la hicieron en chino con un traductor impuesto, aunque Peng se expresa bien en inglés.

Foto: Una persona lee el periódico con la entrevista a Peng en portada. (AFP)

La investigación de los abusos sexuales a menores, cometidos por miembros de la Iglesia católica, da un paso más hacia delante. El PSOE ha registrado ya su propuesta: una comisión independiente de expertos liderada por el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo. Algo similar a lo que ha planteado el PNV, mientras Unidas Podemos mantiene que paralelamente el Congreso lo investigue también. Tres iniciativas que coinciden en que ha llegado el momento de investigar esos abusos en el seno de la Iglesia, mientras que el PP pide que se investigue cualquier caso.

El partido socialista confía en que la Conferencia Episcopal colabore con la investigación, pero esta no se pronunciado todavía. Hoy el arzobispo de Toledo, Monseñor Cerro Chaves, asegura que la Iglesia “hará sus deberes” pero cree que el problema no es exclusivo de instituciones católicas, sino de toda la sociedad, por lo que habla de aplicar los mismos criterios a otras realidades. El vicario general del obispado de Mallorca, Josep Adrover, en declaraciones a RNE, insiste en que es la justicia en colaboración con la Iglesia la que debe actuar, no el poder legislativo.

Informan Leticia Arenas y Minerva Oso

El Partido Socialista impulsará una iniciativa para que los abusos sexuales en la Iglesia se investiguen a través del Defensor del Pueblo, apoyado por una comisión independiente de expertos. La propuesta se registrará en el Congreso de forma inmediata.

FOTO: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, en una imagen de archivo. EFE/Pool Moncloa/Fernando Calvo.

El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha atendido más de 300 casos de violencia contra menores en un año. Ocho de cada diez son de violencia sexual, la mayoría contra niñas. A finales del 2020 se creó una unidad especializada para atender de forma integral estas agresiones, que a menudo son invisibles.

FOTO: Getty

El Papa Francisco ha pedido que se realice una investigación sobre los abusos a menores en la Iglesia española. Lo hace tras conocer un informe con 251 nuevos presuntos casos de abusos a menores, investigados por el diario 'El País'. El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juán José Omella, ha trasladado la investigación a las 31 diócesis y 31 órdenes afectadas.

En España, la versión de la Conferencia Episcopal habla de 220 clérigos denunciados por abusos en los últimos 20 años. Nos preguntamos qué ha hecho la Iglesia en España ante estos abusos y qué ha hecho el Estado.

En España no hay cifras oficiales de abusos cometidos contra los menores en la Iglesia. La Conferencia Episcopal solo ha reconocido 220 casos y son de los últimos 20 años. La Iglesia dice que será bien recibida cualquier investigación judicial sobre los abusos, pero, recalca, que también debe hacerse en el resto de entornos de la sociedad.

Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos, pide "levantar alfombras en todos los ámbitos, ver dónde se producen estos hechos tan execrables". La Conferencia episcopal no va a abrir una investigación general de sus casos de pederastia en el pasado, y se limita a pedir que las víctimas acudan a sus oficinas de atención, abiertas hace dos años. El Arzobispo de Burgos ha pedido perdón, en nombre de la Iglesia, a las víctimas de abusos sexuales, por los que dice sentir un profundo dolor: "Es algo inaceptable e injustificable. Cómo han destrozado la vida de muchas personas, el dolor que ha causado en ellas y también en su entorno familiar, y al ser en un entorno eclesial, se añade un dolor y una vergüenza".

Las asociaciones de víctimas ven difícil que quienes hayan sufrido abusos vayan a la propia Iglesia a denunciar. "¿Quién va a ir? ¿Quién confía en alguien que ha mirado para otro lado e incluso es colaborador de estos delitos? Pero es una forma de justificar que están haciendo algo y es una forma de decir que no hay casos en España, que son muy pocos y que es anecdótico", critica Mikel Eziolatza, víctima de abusos en centros religiosos de Navarra.

La Conferencia Española de Religiosos, que reúne a 400 congregaciones, dice que ahora están empezando a escuchar a las víctimas, pero reconocen que no obraron correctamente en el pasado: "Lo que ha ocurrido fue porque quizá no había los protocolos y las formas de actuar suficientes, algo se nos escapó, probablemente se ocultaron cosas porque quizá era una práctica que había donde lo que se conocía era en el ámbito muy privado", explica Jesús Miguel Zamora, secretario general de Conferencia.

"Se ha dado prioridad a la defensa de la institución hacia dentro de una manera endogámica, frente a la defensa de las víctimas de su dolor y la terrible experiencia", denuncia Pepa Monleón, del colectivo Revuelta de Mujeres en la Iglesia.

Las víctimas sostienen que hasta hace poco el Estado también ha mirado para otro lado. Uno de los problemas de siempre ha sido la prescripción de los casos, pero con la nueva ley de la infancia, se ha ampliado el tiempo para denunciar, lo que les ha traído algo de esperanza. "Para una víctima es muy difícil de entender que porque no lo hayan contado antes el delito, ya para el estado no cuenta", explica la abogada de la asociación Infancia Robada, Leticia de la Hoz.

El Estado no tiene acceso a los archivos eclesiásticos. Es uno de los puntos incluidos en el Concordato. Esta semana la Fiscalía general ha pedido información de los procedimientos abiertos en toda España sobre casos de abusos a menores en instituciones religiosas.

En los últimos meses, se han visto movimientos en la sociedad, en la política e incluso en la Iglesia para investigar los abusos sexuales a menores en instituciones católicas. Hoy el Telediario ha puesto el foco en qué se ha hecho hasta ahora y por qué es probable que muchos casos no hayan salido a la luz.

No es fácil saber cuántos casos pueden haber existido, aunque una investigación de El País ha documentado más de 250 casos. En ocasiones las posibles víctimas se enfrentan a la vergüenza o al bloqueo y muchas veces a la prescripción de los delitos. Algunas de ellas han contado cómo rompieron el silencio para denunciar esos abusos; otras describen las secuelas que siguen sufriendo años después de haber sido abusados.

TVE también ha querido saber cómo se ha investigado este asunto en otros países y cuáles son los próximos pasos en España.

Algo se está moviendo en la política. Esta semana el presidente Pedro Sánchez se ha reunido con una de las últimas víctimas en alzar la voz y contar su caso, el escritor Alejandro Palomas. Además, algunos partidos han pedido que se investigue en el Congreso. Por primera vez el Congreso abre la puerta a investigar los abusos a menores en el seno de la iglesia católica. La iniciativa parte de Unidas Podemos, ERC y Bildu, que piden que se cree una comisión en la cámara para esclarecer los hechos. No hay nada cerrado todavía y la decisión depende en gran medida del PSOE, que está estudiando dicen la mejor fórmula. No descartan que pueda ser una comisión extraparlamentaria con expertos independientes.

FOTO:EFE/Fernando Villar

Que la víctima dé el paso y alerte de su sufrimiento durante la etapa de abusos sexuales requiere de un respaldo, el de sus allegados, con el que no pueden contar. Romper el silencio supone un largo camino que puede extenderse varias décadas y que la víctima recorre en soledad.

El calvario silencioso de Javier Paz comenzó con 10 años; madre e hijo llegan a Salamanca, una ciudad nueva, nadie les conoce. Ambos hacen de una iglesia su pequeño y único mundo. Y del párroco, Isidro López Santos, su persona de confianza. Les visita a diario. Y se convierte, durante una década, en el abusador sexual de Javier. Es uno de los entornos que acalla el depredador. Conoce sus secretos, que son un arma para incomunicar al abusado o incluso poner en su contra a su círculo de amistades, en ocasiones también víctimas, y logra dejarle sin apoyos. Del entorno familiar y de su silencio depende que el abusador se salga con la suya. La inocencia propia de los menores de edad es otra de las bazas que juega el abusador.

Las víctimas tardan en romper su silencio una media de 30 años. Después de 29, Javier plantó cara a cara ante el obispo de Salamanca, quien le aseguró la apertura de un proceso canónico. Con el paso del tiempo, nada ocurrió, y Javier decidió grabar las conversaciones que le reconocían el derecho a una compensación económica. Según Javier, él firma, engañado, una oferta que le presentan por escrito, pero simulando que era petición suya.

A las víctimas de los abusos sexuales a menores en la Iglesia Católica les cuesta mucho hablar y, más aún, llegar a denunciar. "La primera persona a la que se lo cuento es al psiquiatra cuando tenía 19 años al que fui porque me quería suicidar. Así de crudo y así de duro" cuenta en TVE una de las víctimas, Teresa Conde. "Primero me violaba y luego le ayudaba en secretaría", denuncia. Más tarde se lo contó a su madre y el cura reconoció los abusos.

No hay cifras. La teoría del iceberg que defienden los expertos y que dice que solo conocemos una mínima parte del problema, choca con la teoría descrita muchas veces por la Iglesia, la de las manzanas podridas, que afirma que han sido casos aislados.

Los expertos dicen que nunca llegaremos a conocer qué hay en la base del iceberg. Aun así, insisten en que la sociedad tiene que dar la oportunidad a las víctimas de contarlo como hace Teresa, que me dice cuando apagamos la cámara, que no va a ser peor hablar que lo que le sucedió mientras estuvo callada.

Foto: EFE/Carlos Ramírez

Fernando sufrió abusos sexuales por parte de un sacerdote siendo niño. Décadas después, denunció y fue escuchado. Ahora, sigue luchando para que ningún otro niño pase por el mismo infierno. "Hay que desarrollar algún sistema que ayude a los niños a saber responder y a protegerse", insiste, ya que los abusadores hacen a los niños sentirse culpables, lo que les impide contarlo. "Aquí no hay nadie orquestado para atacar a la Iglesia. Aquí estamos las víctimas", recuerda. "Estamos hablando de gente herida, de niños sin infancia", añade. Y pide que se escuche a las víctimas para seguir dando pasos importantes. "Ojalá esto no sea un fogonazo y realmente se empiece a cambiar algo", nos dice.