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Marc Giró convierte el Late Xou en un manual exprés de elegancia navideña: "¿Acaso eres tú el Niño Jesús?"

En un escenario decorado para la Navidad, un hombre vestido con traje y corbata sostiene un vaso. A su alrededor se observan elementos festivos como un árbol de Navidad y una mesa con adornos, con un fondo de cortinas y luces.
Monólogo de Marc Giró en Late Xou JOSEP ECHABURU

Marc Giró vuelve a hacer de Late Xou su particular aula de urbanidad gamberra con un monólogo en el que ironiza sobre la elegancia, las buenas maneras y el postureo moral contemporáneo, utilizando la Navidad como escenario ideal para retratar las contradicciones de la vida pública y privada.

El presentador arranca fijándose en dos iconos del saber estar moderno. Por un lado, Martha Stewart, "la reina de las amas de casa neoliberales", que ha reeditado íntegro y "sin tocar una coma" su libro Entertaining, publicado en 1981, "dando la bienvenida a la era Reagan". Por otro, Meghan Markle, "entonces actriz y hoy duquesa", que en su programa de Netflix With Love, Meghan ofrece consejos de urbanidad mientras enseña a "poner mesas con platos pintados por ti misma", a celebrar brunch "sea eso lo que sea eso" o a preparar ensaladas "con no menos de 45 ingredientes".

Para Giró, todo ello responde a una misma lógica: "la defensa de la bondad en casa, con los tuyos y solo con los tuyos", mientras fuera se fomenta "la descortesía, la mala educación y la grosería". Convencido de que, si "esas dos pájaras" pueden dar consejos, él también, se lanza sin complejos: "¿Acaso no soy yo un icono de elegancia y saber estar?". Así presenta su nuevo y ficticio programa: "Marcando estilo. Especial Navidad".

Si brillas más que el árbol, te has pasado

Rodeado de una decoración navideña clásica (árbol, regalos y mesa perfectamente puesta), Giró se dirige a las "señoritas elegantes como tú, como yo" que en estas fechas se ven obligadas a asistir a comidas y fiestas familiares o "no tan familiares". Su primer consejo es contundente: "Si te colocas al lado del árbol y brillas más tú que el abeto, es que vas mal". "En Navidad evita el narcisismo", advierte, antes de lanzar la pregunta clave: "¿Acaso eres tú el Niño Jesús?".

El presentador aborda también los conflictos familiares inevitables. Si durante la cena, "delante del pavo", unas primas “de Zaragoza y corroídas por la envidia, a pesar del catolicismo corroído que performan, están a punto de iniciar una batalla campal porque has osado prender de tu solapa el broche de diamantes que vuestra abuela te dio de extranjis en su lecho de muerte", Giró ofrece una solución infalible: "Desvía la atención y suéltales que vas a votar a Pedro Sánchez". El resultado, promete, será inmediato: "El susto será de tales dimensiones que la reclamación quedará en agua de borrajas".

Recatada hoy, heredera mañana

En cenas donde se mezclan generaciones, Giró recomienda moderación. "Ya sé que sois todas muy modernas y muy liberadas", reconoce, pero insiste en que no hace falta "desairar con un escote excesivo" a una tía nonagenaria "que tiene un edificio en la calle Serrano y hectáreas en la sierra de Gredos". El mensaje es claro: "Piensa en tu futuro". Y sentencia: "Cuando todo sea tuyo, ya irás como quieras. Pero ahora céntrate. No estamos en el forever, yeah. Buena, cariño, que siga siendo la noche, no tú".

Si la opción es acudir a la misa del gallo enfundada en pieles, Giró puntualiza que por pieles "entendemos visón y nada más que visón". Eso sí, con una advertencia fundamental: "Asegúrate de que no huelan a naftalina". Un aroma que, recuerda con sorna, "en democracia está muy mal visto".

Petaca, yegua y Feliz Navidad

El broche final llega con una escena de aristocracia rural, "un último y fundamental consejo": "En el maletero del coche deberías de llevar unas botas de agua porque, cuando acabe la cena navideña, nada habrá más agradable que salir pitando a saludar a tu yegua Nueces, quitarte los tacones, enfundarte las botas, entrar en su cuadra. Darle unas golosinas de zanahoria y canela. Mientras, tú, por fin caliente gracias a la temperatura del animal y a su aliento, sacas la petaca de plata de Tiffanis y das un buen trago de whisky...".