Henar Álvarez carga contra la misoginia en la literatura: "Parece que la mujer tiene valor en función de lo joven o guapa que sea"
- Al cielo con ella contó con la presencia de Juan Diego Botto, María Peláe y Rozalén
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Henar Álvarez regresa con un nuevo programa de Al cielo con ella donde volvió a hacer gala, una vez más, de su humor absolutamente afilado. Esta vez contó con la presencia del actor Juan Diego Botto y de las cantantes Rozalén y María Peláe, así que no desaprovechó la oportunidad para hablar de uno de sus temas favoritos: la mirada machista en la cultura. La cómica y guionista centró su monólogo en la misoginia que atraviesa buena parte de la literatura, desde los clásicos hasta los autores contemporáneos, y repasó con sarcasmo y lucidez algunas de las descripciones más absurdas (y sexistas) que los escritores han dedicado al cuerpo femenino.
Entre carcajadas y reflexiones, la presentadora desmontó cómo durante siglos la narrativa ha reducido a las mujeres a cuerpos “voluptuosos” o “turgentes”, recordando que un personaje femenino “tiene alma además de chumino”. Su intervención, tan divertida como punzante, invita a revisar con perspectiva feminista el canon literario y a reírse de los clichés que todavía persisten entre sus páginas.
"Ha leído menos que mi hijo de ocho años"
Bueno, hablando del cuerpo de la mujer. Imagino que sabéis que la semana pasada se dio un premio literario muy importante en este país y la gente se sorprendió mucho porque uno de los textos del autor describía el pecho femenino como “tetas muertas”. ¿Lo visteis? Que a mí me hubiera gustado leer que luego la protagonista decía “¿tetas muertas? Pues hazles el boca a boca, a ver si reviven”. Pues la gente se sorprendía, y yo decía… ¿Por qué? La gente no ha leído nada para sorprenderse de esto, ha leído menos que mi hijo de ocho años.
Es que eso no puede sorprenderte, porque toda la vida se ha descrito el cuerpo de la mujer como si fuéramos un trozo de carne en un mostrador. Esto ha pasado siempre. Además, desde pequeños, que te quieren echar un piropo y te ponen en la carpeta: “En tu puerta me cagué pensando que me querías. Ahora que no me quiere, devuélveme la mierda que es mía”. Esto ha sido así desde que el mundo es mundo.
Luego ellos, muy literatos, cultos y premiados, siempre nos describen con las mismas palabras: voluptuosa, turgente, vibrante. Que digo joder, no sé si está describiendo el cuerpo de una mujer o un flan de huevo. De hecho, es que María Moliner tuvo que hacer un diccionario para ver si aumentaba el vocabulario porque estaba harta de que se refirieran a ella como “rubia de bote, chocho morenote”.
"¿Un chumino humidificable? ¿Pero eso qué es?"
Mira, os voy a poner ejemplos de lo que estoy diciendo. Ilustres de nuestra literatura, por ejemplo, esta de Scott Fitzgerald: “Su cuerpo, calculado al milímetro para sugerir un capullo pero garantizar una flor”. Me vais a perdonar, pero sugerir un capullo es lo que hacen ellos cuando se ponen un chándal gris. Y efectivamente, ¿dentro que hay? Un nardo.
Luego también en un libro de Vargas Llosa describe como un personaje y se fija en la anatomía femenina siguiendo el siguiente patrón: “Lunes, culos; martes, pechos; miércoles, piernas; jueves, brazos; viernes, cuellos; sábados, bocas y domingos, ojos”. Digo joe, no sé si quiere follar o le faltan piezas del Mr. Potato. Es que esto es una cosa… impresionante. También podría ser la rutina de fitness de Jordi Wild. Luego, ¿sabéis por qué Vargas Llosa en Premio Nobel y nosotras no? Porque ¿qué hubiéramos puesto nosotras en el domingo? ¡Domingas!
Os digo otro texto. Este es de Michel Houellebecq. “Yo estaba convencido de que su chumino se había conservado humidificable durante largo tiempo. Vaya, la vida no la había tratado tan mal”. ¿Un chumino humidificable? ¿Eso qué es? ¿Qué te acercas a él y te abre los pulmones? ¿Es uno que genera un microclima? Esa persona se baja las bragas… ¿y a la de al lado se le riza el pelo? Exactamente, ¿qué quiere decir un chumino humidificable? ¿No os parece que podía ser algo que se vendiera junto con las velas de olor a chocho de Whitney Paltrow?
Vale, os digo uno más. Este es de Enrique Jardiel Poncela, nos venimos a España: “Una muchacha guapísima avanza. Dios, ¡qué guapa es! Tendrá vacíos el corazón y el cerebro, como todas, pero qué guapa es”. ¿Esto es un piropo? Porque si lo es, yo prefiero que sigan con el de “Con ese culo te invito a cagar a casa”.
"Un personaje femenino tiene alma además de chumino"
Lo que yo quiero que quede claro es que no estoy diciendo que no se pueda hablar de las mujeres de manera sexual. Claro que se puede, de hecho, bien que cantamos eso de “Si tu novio no te mama el culo, para eso que no mame”. Si lo hacemos encantadas, pero de lo que hablamos es de que la norma siempre ha sido la de hablar de nosotras como un objeto que tiene valor en función de lo joven o guapa que seas. Entonces, moraleja: Señor escritor, un personaje femenino tiene alma además de chumino.