Los "polémicos" retoques de las Vírgenes sevillanas: de la Macarena a la Virgen de Bellavista
- La hija del escultor demanda a la hermandad por los cambios
- La demanda: ''Una transformación significativa que ha alterado la configuración y expresión artística que el autor imprimió a la obra''
La Esperanza Macarena de Sevilla y su restauranción ha llegado al diario 'The Times'. El cambio de aspecto que ha sufrido una de las tallas más veneradas de Sevilla ha generado titulares internacionales como, pero atención, porque cuando parecía que esta polémica se iba apagando, ¡se enciende otra! Esta vez es la virgen de Bellavista. Una talla del escultor Álvarez Duarte. Su hija, al ver los cambios que la hermandad realizó en la escultura los ha demandado.
"¿Por qué la tienen que tocar?"
Hace seis días que la basílica de la Esperanza Macarena reabrió sus puertas, "parecía una mala copia", aseguraban algunos de los vecinos de Sevilla, para recibir a todos los fieles tras la restauración de su Virgen. Pero los cambios no pasaron desapercibidos: "por qué la tienen que tocar", afirmaba otro, y no convencieron en absoluto a sus devotos
"La han puesto la cara más, larga, más blanca", un daño que califican como irreparable y por el que incluso llegan a manifestarse para exigir la dimisión de la junta de gobierno.
Ahora, la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista
La Esperanza Macarena no es la única Virgen que, tras ser restaurada, no convence a sus fieles. También en Sevilla, ahora la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista levanta polémica.
La hija del escultor de esta talla ha denunciado a la hermandad por la restauración realizada, alegando que ha alterado la expresión artística que el autor imprimió a la obra. La denuncia ha sido presentada en el juzgado de lo mercantil de Sevilla y ha sido admitida a trámite.
A diferencia de la Virgen de la Macarena, la del Dulce Nombre de Bellavista sí tiene un heredero que puede reclamar sus derechos y pide que se reponga la imagen a su estado original. De nuevo, una virgen con varios retoques estéticos, y que, en esta ocasión, solo un juez decidirá si se mantienen o vuelve a recuperar su anterior rostro.