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El Conquistador: Keroseno se victimiza..., pero no cuela

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Keroseno probó su propia medicina. La tensión que generó en el último programa de El Conquistado durante toda la asamblea al acusar a sus compañeros de no ser tan fuertes como decían, de estar tonteando unos con otros o de no haber confiando nunca en ellos, se volvió en su contra y necesitó apartarse para llorar. “Creo que nadie me está escuchando. Yo aquí no me quedo”, se quejaba indignado.

Pero no hubo clemencia. “Conmigo, Kero, ya no cuentes. Cuando salgas de aquí sentirás vergüenza de lo que estás haciendo”, le afeó Patxi Salinas, capitán de los azules. Eso sí, aprovechó el momento para dirigirse a Finito y reconocer que otra aventura le esperaría si evitaba seguir los pasos de su hermano. “Finito, eres fuerte y podrías ser un gran conquistador en medio de esta selva”.

Patxi continuó expresando como se había sentido durante la asamblea: “La gente con la que convivo es mi familia, las acusaciones que hacéis me duelen a mí también. No tengo nada personal contra vosotros, pero no puedo aceptar más comentarios hirientes”.

El resto del equipo tampoco entendía la indignación de Keroseno. “¿A qué programa te crees que has venido? Por mí, vete cuanto antes”, le gritaba Andrea. “Una cosa es expresar sus deseos y otra es pasarse de la raya”, respondía Keroseno entre lágrimas.

Keroseno a Lucas: “No escuchamos a monos, no hablamos chimpancé”

Lucas también se dirigió a Finito para intentar reconducir la situación a lo que Keroseno insistía: “No le escuches que nosotros no hablamos con monos, no hablamos chimpancé”. Finito agarrado a un Epi de peluche poco podía hacer para templar los ánimos del resto de sus compañeros. Ya en la asamblea Keroseno había acusado a Lucas de tontear con Andrea. Ahora era él el que probaba su propia indignación.