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MasterChef 10

Verónica sale de las cocinas para pedir perdón a los comensales

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Verónica pide disculpas por su actitud

Ser capitana no es el punto fuerte de Verónica. Adrián, David y Patricia, integrantes del equipo contrario, le han asignado esta función al considerar que ella podía ser “la más caótica del equipo”. “Nunca he demostrado ser una persona caótica, que se lía… di la verdad… tengo el pin, pero tío, no mientas”, ha señalado Verónica. Pese a que Verónica ha distribuido bien las tareas y ha dado órdenes claras, poco después han aparecido las dudas y los contratiempos.

“Vero, no veo 100% controlado el cocinado”, la ha avisado Pepe tras ver que había cometido varios pequeños fallos que podían condicionar el resto del cocinado: la crema de cebolla estaba sosa, la teja se les quemaba porque la estaban haciendo en una sartén demasiado grande y las cebollas eran de diferentes tamaños. Sin embargo, ella aseguraba constantemente que tenía todo bajo control. No ha sido así.

“Yo creo que deberíamos organizar puestos de trabajo”, ha advertido María Lo. “Me he estado mordiendo la lengua durante todo el cocinado. En el minuto 10 he levantado la cabeza y he dicho ‘Mamma mía, esto no sale’”, ha añadido. Y así ha sucedido. El entrante no ha salido a tiempo y su segundo plato ha ido con tal retraso que ni siquiera han podido sacarlo, porque el postre ya estaba listo. “Pocas decisiones me duelen más que esta, pero no tenemos plato”, ha ordenado Pepe.

Verónica pide disculpas a los comensales

Verónica ha acudido a la sala a hablar con los comensales y a pedirles disculpas por el retraso del primer plato y por no presentar el tuna Wellington. “El servicio no ha salido como esperábamos y me gustaría no estar aquí ahora mismo y estar sirviéndolo, pero no va a poder ser. Quiero pediros disculpas”, ha señalado. Verónica ha asumido así su responsabilidad y se ha propuesto aprender de los errores.

"Quiero que aprendas, pero si no detectas los errores no vas a aprender en la vida"

Los jueces quieren ayudar en todo lo posible a los aspirantes y desean que desarrollen todas sus aptitudes. Por eso están tan pendientes de ellos, de sus aciertos y de sus errores, para que puedan corregirlos. “Verónica, no me puedes decir que lo tenías todo controlado cuando te enfrentabas a platos diseñados por alguien con tres Soles Repsol”, ha señalado Pepe. “Quiero que aprendas, pero si no detectas los errores no vas a aprender en la vida, porque vas a creer que lo entiendes todo y que todo lo tienes controlado”, ha añadido.

Verónica ha reconocido que ha tratado de esconder sus debilidades, pero Pepe las ha identificado rápidamente y ha intentado ayudarla, pero ella no se ha dejado. “Nos hemos esforzado mucho para un resultado bastante penoso”, ha destacado Pepe.

Pepe a Verónica: "Quiero que aprendas"