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MasterChef | David: "Veo que mi padre se me va y no puedo rendirme nunca"

  • David ha vivido una vida de superación y lucha. Su hijo ha sido parte vital del proceso
  • "Veo que mi padre se va y no puedo rendirme"
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Las emotivas palabras del padre de David a su hijo

Veo que mi padre se me va y no puedo rendirme nunca, aunque vengan adversidades. Tengo que correr para que vea algo de mí que hasta ahora no ha visto”, decía David, aspirante de MasterChef, emocionado entre lágrimas tras leer la preciosa carta de admiración que le dejó su padre en el primer reto de la noche.

No sé si voy a poder”, comentaba David con un nudo en la garganta nada más abrir el sobre. Una carta enviada en el programa 10 de MasterChef que decía lo siguiente: “Hola David, para mí significas mucho y me siento muy orgulloso de ti. Desde niño has sido muy generoso con todo el mundo, alegre y cariño. En esto Leo me recuerda mucho a ti. Me acuerdo cuando la abuela nos hacía los callos malagueños que tanto me gustaban y le dabas aquellos besos que le dabas en la barbilla. Te has ido forjando a ti mismo, has pasado momentos muy duros, muchos de ellos en soledad y otros que hemos vivido juntos. Ha sido tu aprendizaje para levantarte cada vez más fuerte y quiero decirte que no nos tienes que demostrar nada. Te queremos tal y como eres, fuerte pero sensible. Un guerrero que nunca abandona. Te quiero mucho, sigue así”.

David emocionado le daba las gracias a su padre sin saber que más tarde le vería aparecer en las cocinas de MasterChef. “Mi padre está sufriendo un cáncer de páncreas que no tiene solución. La fuerza con la que está afrontando él esta enfermedad me está enseñando mucho porque es un auténtico guerrero”, se sinceraba David.

Lo mejor de MasterChef 10: ver a este aspirante con su hijo

Para David su hijo es un tesoro y de la persona que más aprende en la vida. “Mi hijo ha sido mi gran maestro. Me ha enseñado que hay que vivir en el presente, que hay que tener ilusión, que hay que quererse, que hay que querer a las demás personas… Me ha enseñado que el amor incondicional existe, nunca me ha juzgado”. Uno de los momentos más especiales de este décimo programa llegó cuando David vio entrar a su pequeño Leo en cocinas como sorpresa de la noche para cocinar con él. Leo se tiró a los brazos de su padre y no paró de preguntarle cuándo volvería a casa. “A mí me da igual que no ganes, yo lo que quiero es que vuelvas ya a casa”. La relación de ambos es única, por eso David decidió llevárselo a un rincón algo más privado para que el pequeño le contara por qué no se encontraba bien en mitad de las cocinas. Como decía David, a Leo le cuesta entender que su padre está en MasterChef para hacer su sueño realidad y que por esa razón se ha separado de él un pequeño tiempo. Seguro que en el futuro recordarán este encuentro en familia como algo único e inolvidable.