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La estrella más famosa

Funeral de Thierry Mugler: ataúd humilde para el rey del lujo

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París despide a Thierry Mugler.
París despide a Thierry Mugler.

El mundo de la moda no abandona el negro, el color del luto. Las muertes de Nino Cerruti, André Leon Talley, Antonio Miró han dejado desolados a sus compañeros y admiradores. Mugler murió el 23 de enero en París. Tenía 73 años y la agenda cargada de proyectos. Las redes sociales se llenaron de mensajes de dolor y famosos de todos los ámbitos, no solo de la moda, despidieron emocionados al gran maestro de la moda, al hombre que vistió a las mujeres más fabulosas con sofisticación, elegancia y fantasía. Y nada de esto hemos visto hoy en su funeral, más bien todo lo contrario. Los restos de Thierry Mugler han salido a hombros dentro de un ataúd muy humilde, un ataud de pino natural. No había brillo, no había color, no había nada. Tan solo su estrella, el icónico símbolo de su casa.

La estrella asimétrica de Mugler se aprecia en el ataud donde van los restos del modista. AFP

Un funeral muy íntimo

El funeral se ha celebrado en la intimidad porque así ha sido el deseo de la familia, con tan solo los familiares más cercanos y los amigos más allegados, en el templo protestante del Oratorio del Louvre. El exministro de Cultura Jack Lang, la diseñadora Chantal Thomass, el fotógrafo Dominique Issermann han acudido al funeral y han estado muy pendientes de Krzysztof Leon Dziemaszkiewicz, pareja de Thierry Mugler, que no ha podido contener las lágrimas y la emoción durante el acto. Su corazón sigue envuelto en dolor. Tras anunciar la muerte del modista, Kryzsztof compartió varios textos y fotografías en las redes sociales: “Nunca dejaré de amarte”, “Te he amado como nunca antes había amado a nadie”, “Siempre estarás en mi corazón”, “Dondequiera que estés ahora, sé que eres feliz. Te extraño, te pienso constantemente”, dijo en varias publicaciones. Conscientes de que había miles de admiradores y seguidores del modista con ganas de expresar su dolor y decir adiós a su ídolo, la familia ha abierto una página de duelo y meditación para rendir el último homenaje a este grande de la moda y la perfumería: la estrella de Thierry Mugler no se apagará nunca, y el icono de su firma seguirá brillando eternamente.

Los restos de Thierry Mugler salen a hombros del funeral celebrado en París. AFP

La estrella de la casa

La estrella asimétrica que hemos visto en el ataúd es más que el símbolo de la casa Mugler. Es la forma del frasco de uno de sus perfumes más famosos, Angel, el primero que lanzó. Fue en 1992. El modista diseñó el frasco y recurrió a los maestros vidrieros de Verreries Brosse para que hicieran realidad su boceto. Se necesitaron dos años de trabajo y desarrollo técnico para llevar a cabo este revolucionario proceso de fabricación semiartesanal. Se creó especialmente un molde rotativo, que hacía que cada frasco fuera una obra tecnológica de artesanía. Y lo más relevante, el frasco se podía recargar: ya entonces había una conciencia sostenible, al menos en la maison Thierry Mugler. El perfume ha tenido distintos rostros de mujer, pero entre todos destaca el de Jerry Hall. Ella, diva y musa del francés, aportó ese halo especial que solo ella tenía y que la encumbró a lo más alto de la moda. Jerry prestó su imagen al perfume en los años 90 y luego, en los 2000, pasó el testigo a Georgia May Jagger, una de los cuatro hijos que tuvo con Mick Jagger.