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De la calle al cielo

Rosalía, el fénomeno: del coche tuneado al tablao y luego al estadio

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Rosalía, del barrio al mundo
Rosalía, del barrio al mundo

Cerró los ojos porque se moría de vergüenza, porque aún era una niña de nueve años y Rosalía (Barcelona, 1992) aún no sabía el enorme poder que su voz podía tener sobre la gente. Era la primera vez que cantaba para alguien, a petición de su padre. “Cuando abrí los ojos, vi a toda mi familia llorando. Aquello me impactó muchísimo, no entendía por qué se habían puesto a llorar”. Con el tiempo, aquella niña que hoy es la creadora de uno de los lenguajes más personales y únicos del flamenco, comprendió que la música es una de las formas más poderosas de comunicarse y emocionar.

La artista recuerda sus inicios en la música y se sincera con Miguel Poveda en el último episodio de Caminos del Flamenco, que viaja hasta su Barcelona natal. En las calles de Hospitalet, Llobregat o el los polígonos, a las afueras de su barrio, en San Esteban de Sasroviras, Rosalía recuerda cómo empezó a empaparse de la música de Camarón, Enrique Morente o Diego el Cigala. Artistas que calarían en ella de forma visceral y que llegaron a sus oídos desde los altavoces de unos coches tuneados. “Tendría unos 13 años y empezaba a salir con amigos, algunos eran mayores que yo. Ellos estaba ahí sus buenos bafles y coches todo customizados, y sonaba mucho flamenco, había mucho ambiente. Muchos eran hijos de inmigrantes andaluces, así es como empecé a descubrir el flamenco”, confiesa.

Compuso y grabó sus dos primeros álbumes,

Compuso y grabó sus dos primeros álbumes, "Los Ángeles" en 2017 y "El Mal Querer" en 2018

Por aquel entonces, Rosalía ya tenía claro que quería dedicarse a la música y probó suerte en el concurso de talentos Tú sí que vales, pero su actuación no convenció al jurado. “Tienes mucho potencial, pero no sabes cómo usarlo”, le dijeron en 2008. Rosalía aceptó las críticas, comenzó a formarse. Primero en el prestigioso Taller de Musics de Barcelona, después en la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) donde perfeccionó su técnica y deslumbró a todos transformando su proyecto fin de master en la gran obra maestra de la música actual con El mar querer (2018).

Pero antes de convertirse en una de las grandes estrellas del firmamento internacional, hacerse con tres Grammys y conquistar un espacio privilegiado en las cotizadas pantallas de Times Square, Rosalía se paso tres años cantando en salas pequeñas, encandilando poco a poco a los medios especializados y más tarde a todos los públicos.

Había quien echó por tierra sus aspiraciones de ser una "estrella global" cuando andaba defendiendo su disco de debut, Los Ángeles (2016, Universal), una revisión del cante jondo que realizó junto al productor y guitarrista Raül Refree. Aquella fue la carta de presentación de un nuevo talento. “Sentía que había escuchado y estudiado muchos cantes y quería hacer un disco que fuera el reflejo de todo aquello. Pero también quería hacerlo a mi manera”, explica.

Su concierto más importante: Casa Patas

Rosalía, que desde años actúa en los estadios más grandes del planeta y no da un paso sin que el mundo tiemble a sus pies, guarda con especial cariño una actuación que nada tiene que ver con sus actuales directos. En uno de los espacios más icónicos del tablao flamenco madrileño, en la ya desaparecida Casa Patas, la artista catalana reconoce que fue allí donde “más suelta y conectada” se ha sentido en un concierto, al que solo asistieron una treintena de personas. “Al principio me imponía tanto ir a cantar a un sitio como ese que tuve que resetear, porque si seguía pensando en todo lo que significaba para mi no iba a poder cantar”, cuenta Rosalía.

Por suerte Rosalía se dejó llevar por la magia de aquel tablao flamenco. Aquella actuación de 2016 supuso un punto de inflexión en su carrera, puerta abierta para todo lo que vendría después. La implicación máxima que siempre ha tenido en todo lo que hace, es una de las claves en su ascenso hacía el éxito. De la composición, a la producción y marketing, Rosalía controla cada punto. “Me gustaría que no me importara todo tanto porque a lo mejor viviría más tranquila si no fuese así, pero no me sale. Cada decisión que tiene que ver con tu música, producción, diseño de cómo suena todo… Me importan todos los detalles porque al final es lo que hace que una propuesta sea redonda”, concluye en esta entrevista con Caminos del Flamenco.

"Me siento cómoda con la imagen de mujer fuerte", Rosalía

La explosión de un fenómeno

Tres años después del lanzamiento de El mal querer, Rosalía tiene al mundo entero pendiente de cuál será su próximo álbum. En este lapso de tiempo, la veinteañera ha cantado con el exponente actual de música latina, J. Balvin, ha grabado en el estudio de Pharrell Williams y ha recibido loas de Lana del Rey y Dua Lipa.

Todos intuyeron que algo grande estaba pasando con ella aquella fría noche de octubre de 2018 cuando ante una plaza de Colón abarrotada, Rosalía se reveló como la auténtica diva capaz de hacer sombra a las más grandes del pop. Ahora, bastan tres segundos de un simple Tik-Tok en el que Rosalía avanza Hentai, el nuevo adelante del que será su próximo álbum de estudio, para que se desate la locura en las redes sociales.

El fenómeno de Rosalía no ha dejado de despertar el interés durante todos estos años. Mucho tiene que ver el dominio de la artista sobre los nuevos medios, los códigos actuales de las generaciones más jóvenes a las que ha conquistado en todos los países. También el apoyo de su madre y su hermana, Pili Vila. Juntas deciden sus pasos más importantes, del estílismo, a las inversiones.

Actualmente, Rosalía cuenta con más de 18 millones de seguidores en Instagram y en 2022, año en el que está previsto el lanzamiento de su nuevo disco Motomami, la gira de la artista catalana se convertirá, con toda seguridad, en uno de los eventos más importantes a nivel internacional. Los estadios volver a vibrar con ella sobre los escenarios.