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Aprendemos sobre volcanes: ¿cuál es su repercusión en la naturaleza?

##SPECIAL##

  • Un volcán emite gases de efecto invernadero, aunque su contribución al calentamiento global en la actualidad es poco importante
  • Según el último informe del IPCC, son responsables de la emisión de unos 100 millones de toneladas de CO2 al año
  • Isabel Moreno nos cuenta más curiosidades sobre fenómenos naturales en la web de Aquí la Tierra

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El volcán Cumbre Vieja en el municipio El Paso
El volcán Cumbre Vieja en el municipio El Paso |

¿Cómo emite la naturaleza CO2?

Desde el pasado domingo 19 de septiembre, nuestra atención se está centrando en la erupción del volcán de La Palma. Centenares de personas han perdido sus hogares desde entonces y, en el momento de redacción de esta publicación, el volcán continúa expulsando lava de forma intermitente y que amenaza con llegar al mar.

Además de la lava, durante estos días también hemos estado siguiendo la trayectoria de las emisiones de gases y cenizas del volcán que están siendo guiadas por el viento en diferentes direcciones según la altura a la que se encuentren. Entre esas emisiones, hay toneladas de dióxido de azufre, una sustancia peligrosa para la salud y también hay gases de efecto invernadero como puede ser el CO2 o el metano cuyas cifras no se han publicado de forma oficial aún.

El volcán de La Palma continúa activo

El volcán de La Palma continúa activo Ángel Medina

Los volcanes también emiten gases de efecto invernadero

Los volcanes también emiten gases de efecto invernadero, aunque su contribución al calentamiento global en la actualidad es poco importante. No obstante, los volcanes fueron una fuente muy importante de emisión de gases de efecto invernadero en el pasado, cuando incluso en la atmósfera se llegó a superar concentraciones de CO2 (en la actualidad rondamos las 420 partes por millón).

Ese valor se alcanzó hace unos 55 millones de años, en un periodo conocido como “Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno”. Para que lo ubiquemos, los dinosaurios ya no existían desde hacía unos 10 millones de años, pero los primeros homínidos todavía tardarían muchos años en aparecer… tendrían que pasar unos 50 millones de años más.

Lava cayendo por la ladera del volcán de Cumbre Vieja

Lava cayendo por la ladera del volcán de Cumbre Vieja NACHO DOCE

Por tanto, aquello ocurrió en un contexto muy diferente al que conocemos hoy en día. Actualmente la actividad volcánica no es tan importante y, en términos de emisión de CO2, no tiene apenas influencia en el clima global comparado con otras fuentes.

El CO2 y su ciclo

El CO2 se emite y se absorbe a través de diferentes componentes del sistema climático. Si analizamos los lugares desde los que se emite CO2, veremos que los volcanes aparecen entre ellos. Según el último informe del IPCC, éstos son responsables de la emisión de más o menos unos 100 millones de toneladas de CO2 al año y, según los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, ese valor ascendería a 260 millones de toneladas de CO2 al año.

Esa cantidad puede parecer muy elevada, pero la realidad es que es pequeña comparada con otras fuentes. Por ejemplo, las actividades humanas son responsables de unas 11.000 millones de toneladas de CO2 según el último informe del IPCC. Es decir, los seres humanos emitimos unas 100 veces más que los volcanes o, dicho de otro modo, las emisiones de los volcanes representan solamente un 1% de la emisión total de nuestra especie.

Pero no sólo el ser humano emite CO2, también lo hacen de forma natural los océanos y la vegetación con cifras aún mayores que las del ser humano. De nuevo, según el último informe del IPCC, estos valores serían de 78.000 millones de toneladas provenientes de los océanos y 142.000 millones de toneladas de la vegetación. ¿Resta esto importancia a las emisiones del ser humano? En absoluto. A pesar de que los océanos y la vegetación emiten grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, también absorben gran cantidad de ellas. De hecho, son sumideros de CO2 ya que capturan más del que emiten.

De esta forma, el CO2. Sus concentraciones se mantienen sin grandes variaciones siempre y cuando no haya algún factor externo favorezca que se absorba o emita más. La actividad volcánica podría ser uno de estos factores, pero no lo es en la actualidad ya que esa emisión extra de CO2 es muy poco importante a nivel mundial y puede ser absorbida por la vegetación o los océanos. Sin embargo, la emisión de este gas por parte de los seres humanos sí que ha sido capaz de romper el equilibrio natural y provocar un aumento de las concentraciones de CO2 en la atmósfera que no tienen precedentes en la historia del ser humano.

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