Enlaces accesibilidad
Los insultos de Antonio David

Rocío Carrasco: "Me comparó con las madres que paren y tiran a los hijos a los cubos de basura"

Por
Rocío Carrasco dice que con el documental se está quitando una losa.
Rocío Carrasco dice que con el documental se está quitando una losa.

Cuando pensábamos que ya nada nos podía sorprender, irritar y escandalizar, llega Rocío Carrasco y supera lo insuperable. Su testimonio sigue siendo desgarrador pero ahora, además, raya el paroxismo. El capítulo 8 de su docuserie, titulado, 'Miedo', no deja indiferente a nadie. En él relata el que quizá es el testimonio más dramático de su vida y que gira en torno a la relación con su hija, centrándose en la paliza que Rocío hija propina a Rocío madre. Todo empieza meses antes. Cuando Rocío Carrasco comparte la custodia de sus hijos con Antonio David. Los fines de semana que los niños pasan con su padre son terribles para ella porque sabe que esos días se gesta la tragedia.

"Empiezo a tener pánico a los lunes. Me lo paso en el baño hasta que llegan los niños. Vomito, me dan ataques, angustias. Me aterroriza el lunes a las cinco de la tarde que es cuando los niños llegan. Rocío tendría 13, 14 años, y un día vino con el cuello entero lleno de collares de cuero con colgantes. Le digo: 'Mi vida, los collares nos los vamos a quitar porque me da miedo que se te enganchen'. Y ella me hace caso. Pasan 15 días. Se va. Está 15 días con su padre y cuando vuelve me dice: 'Me ha dicho Olga, qué mala madre eres, que no me dejas ponerme collares. Cuando la niña me veía llorando, me decía: 'Ya me advertía mi padre, se va a hacer la víctima'. Y su cara de ángel se transformaba en un demonio, en el momento que le pasaba por la cabeza la información del padre".

Otro momento terrible ocurre en las Navidades de 2007. Rocío Carrasco dice que intenta hablar con sus hijos y cuando logra hablar con su hija esta le cuenta que el pequeño está ingresado. "Colgué el teléfono y llamé. El niño tenía un principio de neumonía. Me pasan con el médico, le pregunto por la gravedad del niño y me dice que le van a hacer una prueba que va a determinar si se queda ingresado o se va para casa. Me llama a las cinco de la tarde y me dice que el niño tiene una neumonía importante y se tiene que quedar ingresado".

¿Qué ocurre con Olga Moreno?

Luego relata cómo se desplaza en coche con Fidel conduciendo y llegan al hospital. "Llegamos a la habitación y la escena que veo es dantesca: veo a un niño en la habitación y a una tía metida en la cama con el niño. Era Olga. Y cuando nos vio, se tiró a Fidel a darle besos. Rocío, muchos besos por todos sitios. Yo veo a mi enano, le empiezo a dar besos y me dice: 'Yo sabía que tú venías. ¿Ves, Olga, como mi madre sí venía, que me habíais dicho que no?. Entonces llega él y, cuando nos ve, va al baño y se pone a vomitar durante 20 minutos porque no tiene cojones. Vino a mí a darme dos besos y a Fidel a darle abrazos y golpes en el hombro. No tiene huevos delante".

El nacimiento de David Flores Carrasco (1998)

Es la guerra. A partir de entonces todo vale y se traspasan muchos límites. Sin mirar el daño que se puede hacer, con consecuencias directas e indirectas, con consecuencias inmediatas y a largo plazo. “Después, se van con el padre de nuevo, y cuando vuelven de la quincena con el padre, suena el timbre, y lo primero que hace esa niña cuando me ve, en vez de darme dos besos, es decirme: ‘Eres una hija de puta. ¿Qué te creías, que Olga era tu amiguita y que no me iba a contar lo que le has dicho? No sabes la que os tienen preparada’. Y esa es la primera vez que me llama hija de puta”.

Pero hay más. Rocío revive otro horrible momento: Antonio David le dice que el niño va a estar mejor con ella y Fidel. “Y yo, según estaba diciendo eso, se me pasaban por la cabeza todas las imágenes de los programas de televisión en los que decía que era una mala madre y una puta y que no tenía instinto maternal, y me comparaba con las madres que paren y tiran a su hijo a la basura. Y alguien así no te dice que te lleves a su hijo que está mejor contigo.

Entrevista a Antonio David Flores

A las agresiones se sumaron las amenazas

Cuesta encontrar adjetivos para calificar estos hechos, cuesta entenderlos, cuesta asimilarlos, cuesta no posicionarse. Sobre todo cuando Rocío Flores ataca a su madre y sobre todo cuando Rocío Flores descubre que su padre miente. "Lo único que ha hecho en su puta vida es machacarnos emocionalmente", suelta. Son relatos muy duros, como el episodio con su hija ocurrido en el dormitorio. "Yo la reprimo por fumar y apaya el cigarrillo en el colchón, y me dice la próxima vez lo hago contigo y quemo la casa contigo dentro".

"A primeros de julio de 2012 recibo una llamada de mi abogado que me dice que este ser ha presentado una demanda de modificación de medidas para quedarse con la custodia de la niña... El juzgado me da X días para contestar a lo que se me está diciendo. Y el padre pide medidas urgentes para que, de un día para otro, a mí me quiten la custodia de la niña". "Entro y le digo que se vaya a su cuarto y ella me dice: 'Que sepas que en septiembre a esta casa no me trae ni un juez, ni tu madre, ni tu padre, que están bajo tierra. Maltratadora'. El niño se mete en medio, la saco del dormitorio, y ella me dice 'venga, pégame, Rociito. No tienes huevos'. Y se me echaba encima y me daba con el hombro.

Irene Montero: "Rocío Carrasco es víctima de violencia de género. Es importante el apoyo"

Finalmente, y para sorpresa de todos, el juez alega que no hay pruebas suficientes. "Cuando salimos, él me increpa y empieza a decirme ¡Rociito, como mi hija me llame y me diga que ha tenido un problema contigo, no te salvan ni los GEOS!. Él le da un teléfono móvil y ella se lo guarda. Cuando yo soy consciente de que ella se viene conmigo a casa, a mí me da pavor... Vuelvo para casa con esa niña y ella no articula palabra. Y cuando llegamos a la casa, yo la oigo que está en el dormitorio del niño y que está pegándole voces al niño".

Todo eran señales, avisos de lo que estaba por venir.

Llega el momento crítico, dice Rocío Carrasco y relata uno de los episodios más tensos. "Ella quiere desayunar una nectarina y yo le digo que desayune ciruelas porque tenía problemas de estómago. Y ahí se desencadena. Me desafía, se guarda la nectarina. Y al ir a coger la nectarina, me cruza la cara, de lado a lado. Yo no me creía lo que estaba pasando. Y empieza a pegarme, pero mientras ella me pega, grita, ¡No me pegues, no me pegues, no me pegues!, y yo la miraba y ella me estaba pegando a mí. A mí se me pasó como una película y sabía que eso obedecía a algo que no era normal.

"Entonces ella me sigue agrediendo... Lo siguiente que recuerdo es Fidel reanimándome, poniéndome un aparato de pulsaciones... Cuando volví en mí, yo tenía pulsaciones en 140. Me dio un lorazepan bajo la lengua y la niña se fue. Se monta en el coche de Paco, que ya sabía lo que había, y la niña entra en el coche diciéndole: ¡Paco, Paco, mi madre, una nectarina! Y Paco lo que oye es 'naftalina' y él cuenta que pensó que yo había tomado un bote y ya. Y le pregunta: ¿Fidel está en casa? Y la niña le dice que sí. Paco pone en marcha el coche para llevarla al colegio. Y él cuenta que aquella niña que había entrado en el coche con un ataque de ansiedad se transforma, saca un móvil y dice: ¡Papa, ya está hecho!". Con esta agresión física la relación se rompió definitivamente. Pero... ¿para siempre?