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La Mañana

¿Sabes cómo el estrés produce las canas?

  • Descubrieron que cuanto peor lo pasamos, más se resienten las células madre
  • Cuando nos enfrentamos a mucho estrés, el sistema nervioso sobreestimula las células creadoras de melanocitos
  • En La Mañana, Jorge Alcalde nos explica cómo sucede este fenómeno
La Mañana - Investigaciones con ratones desvela cómo el estrés produce canas
RTVE | National Geographic

Recientemente se ha descubierto que la rapidez con la que el cabello se vuelve blanco, puede responder a la cantidad de estrés que hemos soportado durante un determinado período de tiempo.

Para poder comprobar este hecho, un equipo de investigación de la Universidad de Harvard, liderado por la especialista en biología celular Ya-Chieh Hsu, hicieron experimentos con ratones para medir de qué manera les afectaba el estrés. La investigación se publicó en la revista científica Nature.

Descubrieron que cuanto peor lo pasamos, más se resienten las células madre halladas en la base de los folículos pilosos, las cuales se diferencian en otras células concretas, llamadas melanocitos. Estas, son las responsables de la coloración del cabello.

El estrés hace que se diferencien más rápidamente hasta que lleguen a agotarse, lo que acaba dejando a nuestro cabello sin la herramienta responsable de la coloración. Como el estrés afecta a todo el cuerpo, los científicos tuvieron que dar con el mecanismo específico que provocara el blanqueamiento capilar.

Al principio, el equipo pensó que una situación significativamente estresante podría desencadenar un ataque del sistema inmunitario. Para comprobarlo, inyectaron a los ratones una sustancia parecida a la capsaicina, el compuesto químico que provoca, por ejemplo, que las guindillas nos produzcan irritación. Pero descubrieron que incluso los ratones a los que habían desactivado el sistema inmunitario, acababan con el pelo blanquecino.

Después pensaron que el responsable podría ser el cortisol, una hormona que aparece como respuesta al estrés. Pero se dieron cuenta de que aquellos ratones a los que se les había extirpado las glándulas suprarrenales, productoras de esta hormona, seguían tiñendo su pelo de blanco.

Tras múltiples pruebas, los investigadores descubrieron que el culpable era el propio sistema nervioso, el cual intentaba compensar las carencias provocadas por lo que interpretaba como una posible amenaza.

Se concluyó que el responsable de ese desajuste cromático en el pelo de los ratones era el sistema nervioso simpático, implicado en los denominados "procesos de lucha o huida". Se trata de una suerte de 'mecanismo de ayuda' que se activa cuando nuestro organismo se encuentra con estímulos externos que puedan ponernos en peligro.

Este mecanismo provoca, entre otras respuestas, que en determinadas situaciones adversas nos aumente la frecuencia cardíaca, se nos dilaten los bronquios del pulmón, las pupilas y nos aumente la presión arterial.

Cuando nos enfrentamos a una situación de estrés, este sistema protector acaba por sobreestimular esas células madre responsables de la creación de melanocitos, responsables de la pigmentación. Estas se diferencian posteriormente en células pigmentarias especializadas que acaban abandonando el nicho situado junto a los folículos pilosos, lo que deja a nuestro cabello sin su fuente de coloración. En otras palabras, es como si ante una situación de estrés, el sistema nervioso simpático enviara una señal indicando de que 'algo va mal', estimulando a nuestro cuerpo para dar respuesta a esa amenaza.

Nuestro organismo no es capaz de reemplazar las células madre, por lo que, cuando estas 'se usan', acaban agotándose, y con ellas, sus funciones (en este caso, la coloración). Además, comprobaron que el estrés ‘inoculado’ en los ratones liberaba un neurotransmisor denominado noradrenalina que acababa agotando las reservas de estas células.