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Guillermo García Carsí: "Una de las cosas que odiaba eran los Teletubbies"

  • RTVE.es ha estado con el creador de Pocoyó en TLP Tenerife
  • El autor ha realizado una ponencia sobre cómo crear una animación de éxito

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Guillermo García Carsí durante la ponencia
Guillermo García Carsí durante la ponencia

Es casi imposible encontrar a alguien no haya visto en alguna ocasión el dibujo de ese niño pequeño en edad preescolar llamado Pocoyó. Una serie de gran éxito que ha roto moldes en lo que a animación y creación de personajes se refiere. Pero a pesar de su visible simpleza, detrás hay una compleja estructura que la ha hecho posible, y de ella ha hablado hoy Guillermo García Carsí, creador del personaje y sus amigos, en la jornada de TLP Innova dedicada a la animación.

Las herramientas para crear animación

“Los buenos artistas copian, los grandes roban”, Picasso. Basándose en esta cita, el elemento más importante para Carsí en una creación es una fórmula dictada por él mismo: Robo + Influencias + Técnica propia = Obra original. Para él es fundamental tener un mentor sobre el que construir algo nuevo. Su ejemplo: Chaplin y su capacidad de hacer reír a padres e hijos.

“no importa no tener un plan cuando te pones a crear”

La experiencia del creador de Pocoyó es que “no importa no tener un plan cuando te pones a crear”. Defiende que hay que saber cambiar lo que no funciona y probar cosas nuevas: “Yo no quería hacer un dibujo preescolar”, dice Carsí, y “no me gustaba la animación 3D. Ni la entendía, ni me importaba”. ¿Pero cómo saber lo que no funciona? “Hay que ponerlo a prueba”, explica el autor. La pregunta es: “¿Cómo actuaría tu personaje en una situación determinada?”. Ver sus reacciones es la forma de conocerle y entenderle.

La música es un elemento fundamental para Carsí, le parece algo necesario para contar historias. Ha explicado que el hecho de escuchar una música crea una estructura en la mente con la que se puede visualizar de un modo distinto una creación. La prueba: construir una animación para una música, y no al revés.

“Pato tenía que ser un pato pero sin parecer un pato”

Otra parte importante es la propia animación. Los movimientos y la expresividad de un personaje son fundamentales para explicar su personalidad. Hay que seguir modelos, pero también ser creativo: “Pato tenía que ser un pato pero sin parecer un pato”, dice Carsí. Y si la historia no funciona en el animatic, no va a funcionar en la animación.

Acorde con esto último, el autor explica que el entorno no tiene por qué ser necesario. En el caso de Pocoyó es la nada. Incluso cuando el personaje cuelga un dibujo en la pared, no hace falta pared, “¿para qué?”, lanza Carsí.

Guillermo García Carsí durante la ponencia

Guillermo García Carsí durante la ponencia TLP Alby Martin Placeres

El secreto de Pocoyó

Pocoyó es un niño, no una especie de payaso como los Teletubbies, “una de las cosas que odiaba eran los Teletubbies”, dice Carsí, “siempre estaban felices”. El autor se paró a pensar en cómo somos de pequeños para lograr una representación más realista: Los niños quieren unas cosas y detestan otras, se preocupan por ellos mismos, son egoístas e irracionales, y pueden pasar de la dulzura a la locura en cuestión de segundos. Era preferible crear un personaje serio que “no ha venido para hacerte feliz” en su máxima expresión edulcorada.

“No diseñé a uno y después al otro, diseñé a la pareja”

Además, Carsí ha remarcado que la relación con el resto de los personajes es fundamental: “No diseñé a uno y después al otro, diseñé a la pareja”, refiriéndose a Pocoyó y Pato. Son el contraste personificado entre racionalidad e irracionalidad, orden y caos, y de ahí surgen las historias. Solo hace falta ir atrás en el tiempo y buscar referentes: ‘La extraña pareja’, o incluso ‘El Quijote’.

“No te enamores de tus dibujos… El personaje y la historia mandan.” Guillermo García Carsí