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Aretha Franklin cumple 70 años

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Aunque su nombre se vincula - y se vinculará siempre- a la música Soul, Aretha Frankin es por formación una cantante de Gospel, un género en el que brilla más que en cualquier otro la emoción incasdescente que brota de su prodigiosa garganta. Pero más allá de distinciones de género, Franklin hace tiempo que se eleva como una figura totémica en la historia de la música popular americana.

Sus primeros pasos en la música

Aunque nace en Memphis el 25 de marzo de 1941, muy pronto se traslada a Detroit, donde comienza a despuntar como cantante de música religiosa en la iglesia en la que su padre, el reverendo C.L.Franklin (íntimo amigo de Martin Luther King), ejercía de párroco.

La Aretha adolescente no solo viviría muy de cerca las convulsiones políticas y sociales de la década de los 50, sino que además, tendrá la oportunidad de convivir con figuras trascendentales en el desarrollo de la música afroamericana como The Soul Stirrers, Clara Ward o Mahalia Jackson, que frecuentaban la casa familiar y ayudaron a desarrollar el talento innato, y ya evidente, de la joven Franklin.

Sus inicios en la industria musical

Tras sus años de formación, decide, en 1960, pasar a formar parte de la industria musical. Tras rechazar varias ofertas (entre ellas la de Motown Records), fue reclutada por el célebre cazatalentos John Hammond para Columbia Records, una decisión que a la postre se demostraría equivocada. A pesar de que el sello se volcó con la artista, no supo encontrar una estrategia comercial ni una dirección musical adecuada para desarrollar el potencial de Aretha. Los diez álbumes grabados para Columbia son discos correctos pero irregulares, que en ningún caso forman parte del canon indispensable de la artista.

Todo cambia cuando en 1967 desembarca en Atlantic Records, el sello capitaneado por el gran Jerry Wexler. Este convierte a Aretha en una artista incandescente y emocionante, haciéndola regresar a sus orígenes de Rhythm and blues pero arropándola con las producciones carnosas del mejor Soul de la época. En 1967 se edita el álbum I've never loved a man, el disco que la elevó por encima de sus competidores y en el que se destapa la Aretha que va a quedar para la historia: la que se gana el sobrenombre de 'La Reina del Soul' con toda justicia.

Comercialmente se consagra, además, como una de las artistas negras más vendedoras y populares: su versión del tema de Otis Redding "Respect" gana dos premios Grammy y se convierte en uno de los grandes himnos reivindicativos de los grupos que en aquellos años luchaban por los derechos civiles de los afroamericanos.

Una gran trayectoria

Discos como Aretha arrivesAretha now y, sobre todo, el legendario Lady Soul, publicado en 1968 y considerado uno de los discos más logrados de la historia de la música soul (ahí brillan clásicos rotundos como "Chain of fools" o "A natural woman"), la consolidan definitivamente como una de las grandes voces de su tiempo y un símbolo de la América negra.

En los años posteriores su carrera se dispersa: tras unos cuantos discos repletos de personalísimas pero intrascendentes versiones pop y el regreso emocionante al gospel en discos como Amazing Grace, llegaría, a mediados de los 70, la inevitable sumersión en la música disco, con la que algunos de los perfiles que la hicieron grande comienzan a desdibujarse.

En cualquier caso, más allá de géneros, y aún con el deterioro progresivo de sus producciones desde la década de los 80 hasta hoy, Aretha Franklin nunca ha dejado de exhibir esa garganta apabullante y apasionada que la ha coronado como la mejor cantante de música popular de los últimos 50 años.

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