Veintiuno: "Antes de la pandemia teníamos 67 fechas, ahora tenemos un bolo cada 15 días"
“En la vida un single nuestro había hecho 200k en las dos primeras semanas. Para nosotros, y en el año que llevamos, es una LOCURA. Gracias de todo Corazón.” Con estas palabras expresaba su agradecimiento por el apoyo recibido Veintiuno, la banda pop formada por Diego Arroyo (voz, guitarra y teclados), Yago M. Banet (bajo) Pepe Narváez (batería) y Jimmy Summers (guitarra).
Desde que empezaron a dar los primeros pasos como grupo, anda que no han pasado cosas. “Yago y yo éramos amigos de antes y llevábamos tocando juntos unos 9 años”, cuenta Diego. “Luego a Pepe lo conocíamos de la escena musical de Toledo, y como un par de años después de empezar a tocar, le llamamos para decirle: oye, ¿estás lo suficientemente grillado como para venir a tocar con nosotros que nos conoces de dos botellones? Y dijo que sí. Con Jimmy fue en 2015. Él era el productor de nuestro primer disco. Hubo química y le dijimos vente pal equipo.” De forma que los chicos que vemos hoy son un grupo que se formó hace 5 años. Desde aquel momento han sabido acoplarse muy bien entre ellos y amoldarse a una industria que nunca para, ni con la pandemia.
“En verano hemos estado tocando en ciclos que había y ahora tenemos un bolo cada 15 días más o menos. Cuando antes de la pandemia teníamos programadas unas 67 fechas", detallan. A pesar de estas cifras ellos son optimistas y enfocan el futuro con humor: “Ahora te emborrachas menos y peor”, así describe Diego los festivales en época Covid. “Nos pasó en Granada, desde la zona de artistas veíamos cómo la gente se iba viniendo arriba. Cuando la gente lleva 5 horas se empieza a levantar, a ir a las barras, se empieza a emborrachar y los de seguridad juegan a Pin y Pon: mandando sentar a la peña.”
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A la pregunta de cómo es ver ahora el público con mascarilla, Diego responde con estas palabras: “Tener público sentado en un concierto, en el que claramente habías escrito los temas para que la gente estuviese muy arriba, es raro. Pero bueno, de pulso estamos muy frescos porque no hemos parado de tocar.”
Así funcionan
Yago describe el proceso creativo que utilizan a la perfección: “Diego suele mantener la parcela de las letras suya. Es algo con lo que estamos contentos con cómo lo hace y el enfoque que le da. Lo va compartiendo, claro. Nos pregunta: ¿cómo lo veis? Y siempre le intentamos dar el mejor feedback posible. Nosotros aportamos más es en la parte musical. Porque él plantea una maqueta primigenia. Cuando ya está: la letra está enfocada y las melodías están ya en su sitio, a partir de ahí, preparamos una sesión maestra donde yo voy quitando y poniendo lo que cada uno necesite para mandarla y que cada uno vaya sumando encima sus cosas. Así llegamos a tener maquetas bastante terminadas que luego pasamos a limpio en el estudio."
Precisamente de este proceso surge “Caramelo”, su nuevo single, que han sacado en un formato atípico; el casete. Una acción promocional que tiene que ver con el punto nostálgico noventero del tema. “Le tiramos la idea a Warner de: ¿y si sacamos el tema en cinta con un código a Spotify? Porque claro la gracia de esto es que es muy pureta, pero hoy casi nadie tiene un reproductor de cintas en casa. Con el código de Spotify lo rastreas y lo puedes escuchar igualmente", apunta Diego.
Las mixtape de Veintiuno
¿Qué cintas conservan ellos?, les pregunto. Jimmy confiesa que tiene alguna: “Creo que Estrella de mar de Amaral, Animales de Pereza, Zapatillas del Canto del Loco y algo de OBK, pero no tengo donde reproducirlas. Yago dice que tiene una caja llena de cintas en casa de su madre. Diego se pone nostálgico y revela que él se ha criado con las mixtapes de sus padres: “La música que he mamado desde niño está en combinaciones de cintas que va desde Queen a Luis Eduardo Aute, pasando por la canción dance del momento con la que probablemente mis padres estarían follando.”
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Vivir de la música en la era Covid, ¿es posible?
En este punto todos lo tienen muy claro: “No”. Para Jimmy el mercado está diseñado de tal manera que necesita de multitudes. Diego va más allá: “Hay gente que ha decidido no tocar por ejemplo. Para nosotros, que somos una banda pequeña y que hemos empezado a crecer hace dos años y que a lo mejor podemos meter a 1000 personas en una sala, no es un drama. Pero para quien llenas estadios los números no le salen.” Yago, por su parte, hace referencia al esfuerzo: “Ahora mismo los cuatro nos estamos agarrando como un clavo ardiendo al esto pasará… Dentro de un año o dos, pero pasará. Si hablamos de muy largo plazo es muy difícil mantener el nivel de actividad y sobre todo de ideas. Porque al final para mantener activa una banda, ya no son solo los conciertos, sino las ideas que tú tienes para generar interés. Nosotros tuvimos suerte porque durante el confinamiento se nos ocurrió hacer un EP de versiones que funcionó muy bien, pero puede que lo siguiente no funcione.”
Coinciden en que del streaming es muy complicado vivir. “De donde sacas la mayor parte de los ingresos es de los conciertos”, subraya Yago. “En el streaming hay que tener una escala extraordinaria para que los números te salgan, y aun así, depende del acuerdo que tenga el artista con su compañía”, apunta Diego. A lo que Yago añade: “Incluso un artista grande que gana 100.000 euros en derechos de autor al año, que es bastante dinero, puede estar ganando por concierto 10.000. Entonces donde está el dinero de verdad es en las actuaciones.”
Colaboraciones, ¿a quién tienen en el punto de mira?
“Pues justo ahora que dices esto, acabo de mirar el Instagram y me ha llegado una notificación de que nos acaba de empezar a seguir Dani Martín. Si te quedas media hora más, seguro llega Bad Bunny”, dice Diego entre risas. “O Romeo Santos…”, contesta Pepe.
Ahora hablando en serio, Diego explica cómo surgen las colaboraciones: “Por ejemplo, cuando nos empezó a seguir Álex Ubago lo primero que pensamos es: ¿qué es lo más loco que le podemos proponer a Álex? Cuando hicimos el tema con Miki igual, o cuando lo hemos hecho con Rayden. Cualquiera que haga música, si le gusta la música y le das una idea que sea estimulante, puede hacer casi cualquier cosa. Entonces no hay un hito. Si tenemos el tema, la peña adecuada y lo quieren hacer, lo vamos a hacer. ” Como dice Yago: "el único factor importante es que haya buen rollo entre ambos".
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Diego nos cuenta que es algo bidireccional. Algo que ocurrió el año pasado con Quequé. “Quedamos a comer un día y compartimos la pasión que ambos tenemos por Los Rodríguez y por Extremo Duro. Entonces él me dijo: Mi sueño es cantarme un tema de Extremo. Teníamos preparada la versión de “Salir” y le dije: Tío, si te apetece lo hacemos. Cuando ya lo estábamos haciendo con la voz de Quequé, Rayden por redes sociales dijo: Anda que habéis hecho esta movida y no me habéis llamado. Le contesté: "Pues mira justo tenemos el hueco para ti.”
Con esta historia Veintiuno nos quiere transmitir que las colaboraciones surgen en cualquier momento, incluso de unas cañas. “Debería ser así siempre. La ventaja endémica que tienen los gitanos sobre nosotros es que ellos plantean la música desde el folclore y la diversión antes que desde la estrategia. Nosotros nos hemos apropiado culturalmente de eso para hacer dinero y creo que lo guay está en que nos divirtamos haciendo música”, reclama Diego.
El futuro
De cara al futuro más inmediato, Veintiuno solo piensa en seguir tocando “lo que se pueda y lo que nos dejen.” Además de un disco que tienen ahí previsto para que salga la próxima primavera. Con la esperanza que transmiten y deseándoles suerte nos despedimos.