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Forfast se sincera en Gen Playz: "Me despierto todos los días con que soy un explotador laboral"

  • Debatimos sobre la cultura de la cancelación con Fortfast, Elisabeth Duval, Sara Riveiro, Edu Galán y Ernesto Castro
  • ¿Tenemos la piel muy fina o todo nos vale? ¿Hay que separar al artista de su obra?

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Gen Playz - Cultura de la cancelación

El famoso youtuber granadino aparece por primera vez en un medio de comunicación tras la polémica de este verano en torno a la explotación de uno de sus trabajadores. En su momento José Climent, su verdadero nombre, adelantó que cuando regresara a Youtube no hablaría más del tema ni se defendería públicamente. Pero Playz lo ha conseguido.

Él mismo reconoce en este programa que lo pasó y lo sigue pasando "fatal" porque todavía se despierta cada día con comentarios de gente que lo tacha de explotador. Fortfast cuenta cómo cuando este verano se le incendió la casa, a la que se mudó para alejarse de todo este vorágine de críticas, la gente reaccionó con comentarios del tipo: Karma, pirómano...

El de Granada, que en su momento reconoció algunos errores derivados de su inexperiencia y que criticó a todos aquellos que le habían “echado a los leones” sin conocer su versión del asunto, reclama ahora una tregua. "¡Qué me dejen en paz!", pide en Gen Playz.

Porque como bien dice Sara Riveiro en su argumentación: “En las redes se deshumaniza a la persona de la que se está hablando. Parece que la gente disfruta cuando alguien la caga y esto es nocivo.”

¿Es Twitter la nueva inquisición?

Según el youtuber a día de hoy es muy difícil discernir a la persona de su trabajo y considera que las redes sociales destruyen en poco tiempo el trabajo y la imagen de las personas. “El castigo no puede depender de una masa que no tiene vara para juzgar, que no sabe la intensidad con la que se tiene que juzgar a esa persona. De esa forma las personas sufren castigos desproporcionales”, mantiene Forfast.

"Es una censura que lleva a unas consecuencias profesionales y personales absolutamente dramáticas", subraya Edu Galán que también ha vivido la cancelación en sus carnes y en las de Mongolia, medio que ayudó a fundar y para el que escribe actualmente.

¿Qué poder tiene la opinión pública?

¿Quién mejor que el protagonista de una cancelación para explicarnos que se siente cuando esto ocurre? Forfast desgrana así su propia experiencia: “Pasó lo que pasó por unas razones privadas que fueron totalmente sacadas de contexto. Nunca se tomó ningún tipo de medida legal en contra de eso. Yo sostengo que soy inocente de todo lo que se me acusa. No se ha iniciado ningún tipo de procedimiento judicial contra mí. Pero si se me ha calumniado, difamado y se me ha injuriado por una serie de hechos a su interpretación. Entonces yo he iniciado un proceso a la contra. A mí no me han denunciado, pero yo si he denunciado. Entonces ahora a ver cómo se resuelve esto. Mientras tanto yo tengo que despertarme todos los días con que soy un explotador laboral.Todas mis campañas de publicidad se cancelaron. Todo mi status quo se fue a la mierda. A día de hoy sigo perdiendo subscriptores todos los días. No me contratan en ningún sitio porque soy un explotador laboral a ojos de Google. Yo sostengo que no lo soy."

Algo que Ernesto Castro achaca a que no se puede victimizar al cancelado porque según él "existe el derecho a la expresión. Lo que no existe es el derecho a ser escuchado o a que los demás te tengan en cuenta. Se habla de que las carreras han sido truncadas, pero tampoco existe un derecho a que tu carrera sea exitosa o a que tu carrera siga como hasta el presente."

¿Libertad de expresión o cancelación?

“Soy un poco escéptica con ese poder que supuestamente tienen las masas. Porque parece que la gente que más presume de estar censurada o cancelada y de tener a todos en su contra, después es gente que está en medios de comunicación o que está en la tele a diario y que tiene 5 columnas.” A lo que Forfast, por alusiones, responde: “Pues yo no tengo nada de eso.” Sara no se queda callada y le recuerda que sigue teniendo un canal de Youtube con un millón de subscriptores. Forfast destaca que ahora mismo ese canal le genera 500 euros al mes y que ha perdido mucho dinero en publicidad, visitas y contratos varios.

"Yo defiendo tanto la libertad de expresión del cancelado como la libertad de expresión para atacar o para ese juicio público.", mantiene Elisabeth Duval. Teoría que apoya Ernesto: “La justicia es rehabilitadora y al ajusticiado se le hace un bien. ¿Por qué alguien por ser Youtuber cobra tantos euros? Salvo en casos extremos, me parece que el sufrimiento es un poco redentor. Se aprende mucho de las hostias que te va dando la vida y te muestra que esas cosas que te va dando la sociedad no te pertenecen. Los mismos que te las dan te las pueden quitar en cualquier momento.” Un claro mensaje hacia Forfast que se da por aludido y replica: "Pero yo tengo derecho al honor."