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Dan Brown: "Parte de la ciencia empieza a coincidir con la religión en que la consciencia existe fuera de nuestro cuerpo"

  • El novelista superventas presenta en Madrid El último secreto, nueva aventura de Robert Langdon
Dan Brown presenta su séptima novela de la saga de Langdon
ESTEBAN RAMÓN

Dan Brown considera que Robert Langdon, el personaje que le ha hecho millonario, es bastante más inteligente que él. Y explica así la paradoja: “El análisis de un cuadro que hace en segundos, yo he tardado en hacerlo tres días”. Con ese alter ego aspiracional –“es la persona que me gustaría ser”- encontró un filón que ahora vive –otro- momento dulce con El último secreto, la novela que publicó en septiembre que ha presentado este martes en el centro de Madrid mientras los cazas sobrevuelan el cielo ensayando el desfile del Día de la Hispanidad.

Dan Brown es enérgico y chapurrea buen español, aunque sufre si se le habla muy rápido. En rueda de prensa, recuerda que, cursando estudios sobre Historia del Arte en la Universidad de Sevilla en los años 80, leyó a clásicos como Antonio Machado y que Cervantes consolidó su vocación de una manera práctica: “Escribía en lugares muy incómodos: si él pudo hacerlo, no puedo quejarme”.

Dice que, partiendo de su naturaleza escéptica, se asomó a las teorías que hablan de la existencia de una conciencia externa a las entidades individuales de cada ser humano. Y su viaje lo plasmó en una nueva aventura para Langdon con todos los ingredientes habituales: thriller, aparentes organizaciones secretas, divulgación histórica y científica, y paisaje turístico, en este caso, Praga. Pero con un fondo más metafísico que nunca.

“La ciencia materialista, la que llamamos ciencia tradicional, considera que la consciencia es el resultado de procesos químicos del cerebro. Y existe una nueva tendencia, la ciencia noética, que dice que el cerebro no crea consciencia, sino que la recibe. Es decir, parte del propósito del libro es mostrar que parte de la ciencia y la religión empiezan a decir lo mismo. Aunque son dos lenguajes distintos, están creando el mismo relato”. La trama lleva a Langdon a Praga donde tratará de rescatar a su pareja Katherine, una neurocientífica perseguida por una organización misteriosa.

“La novela es un thriller, una historia de amor, porque por primera vez quería mostrar a Langdon enamorado y, una búsqueda del tesoro, pero hay mucha ciencia detrás. Todo es verdad y está documentado. La ciencia revela que nuestra conciencia existe fuera de nuestro cuerpo. Y eso tiene implicaciones respecto a la muerte: es como si nuestros receptores de conciencia murieran, pero las señales continúan. Y puede que otros receptores reciban nuestra consciencia”, describe subrayando que no parte de ninguna epifanía religiosa, sino de análisis científicos.

Dan Brown, en la presentación de 'El último secreto' en Madrid.

Dan Brown, en la presentación de 'El último secreto' en Madrid. Alberto Ortega

"Me preocupa el uso que la IA hace de la creatividad"

La novela súbitamente se ha posicionado como número uno de ventas en todos los países en los que ha sido publicada (150.000 ejemplares vendidos en España, según Planeta). Y, como colofón, Netflix ya ha anunciado su adaptación como serie. “Las películas son algo completamente diferente. Lo aprendí trabajando con Ron Howard y Tom Hanks en El código Da Vinci. No son réplicas exactas, es como cuando mandas a un hijo a la universidad y esperas reconocerle a la vuelta”, define. “Pero estoy emocionado porque una serie son ocho horas y no solo dos”.

Brown se muestra como un curioso básicamente optimista. Por ejemplo, con la IA. “Podría oponerme a la IA, pero sería como situarme en la playa frente a una ola de ocho metros. Es una realidad. Todavía no es sólida y comete errores, pero progresa y será una gran herramienta de documentación. Me preocupa su uso para la creatividad, porque la música, los relatos y el arte son actividades eminentemente humanas, así que estamos frente a una década interesante”.

O también, con la situación geopolítica general. "Estamos en un momento extraño, sin lugar a dudas, pero tampoco es nada nuevo. La historia es como un péndulo y está llena de momentos difíciles. Ahora parece que esas dificultades se alargan más en el tiempo, pero estoy seguro de que la comunidad se repondrá de este momento extraño", resume.