Carlitos y Snoopy empiezan a celebrar su 75 cumpleaños
- También recordamos el 25 aniversario de la muerte de su creador y del final de la tira
- Más noticias sobre cómic en El Cómic en RTVE.es
Aunque no cumplirán 75 años hasta el próximo 2 de octubre (fecha de la publicación de su primera tira en 1950), Carlitos y Snoopy, de Charles M. Schulz, ya han comenzado las celebraciones con la publicación de la más completa antología de sus tiras jamás publicadas en español: Carlitos y Snoopy. Las mejores tiras de Peanuts (Reservoir Books). Un libro que recoge sus mejores tiras diarias y planchas dominicales en más de 500 páginas.
Un libro que nos permite introducirnos en uno de los mayores universos de ficción creados por el ser humano, habitado por un Beagle de imaginación desbordante y su dueño, un obstinado perdedor. Sin olvidar al resto de la irresistible pandilla: Woodstock, Lucy, Linus, Patty, Schroeder, Sally...
Sin duda el cómic más popular del Siglo XX, que hizo de su autor una de las personas más ricas del mundo (ganó más de 1.000 millones de dólares) En el momento de su muerte, en el año 2000, Peanuts (nombre original de la tira) se publicaba en más de 2.600 periódicos, con unos 355 millones de lectores en 75 países, y se había traducido a 21 idiomas.
También recordamos el 25 aniversario de la muerte de su creador (12 de febrero de 2000) y del final de la tira (apenas un día después, el 13). Por lo que este tomo es imprescindible para cualquiera que haya sonreído alguna vez con las desventuras de Carlitos o la imaginación desbordante de Snoopy.
Este cómic también es ideal para ver cómo evolucionó la personalidad de los protagonistas y el estilo de Schulz, durante los 50 años que se publicó la tira.
Imagen de Carlitos y Snoopy
Psicología perruna
Aquí podremos comprobar, por ejemplo, que Snoopy no apareció hasta la tercera tira y, al principio, no dejaba de ser un cachorro normal. Aunque enseguida empezaría a dar muestras de su astucia e inteligencia.
Pero todavía tardaría seis años, hasta el 9 de enero de 1956, en caminar sobre dos patas. Después llegarían sus ensoñaciones, su psicología de barrio y su imaginación sin límites que le permitía convertirse, entre otros, en el Barón Rojo, que acabaría convirtiéndose casi en su alter ego.
Un perro que hace gala de su libertad a todas horas y que no duerme dentro de su caseta sino en el tejado de la misma, porque tiene claustrofobia. Y porque tiene la caseta llena de cosas, ya que le hemos visto sacar desde una mesa de billar a un cuadro de Van Gogh.
Página de Carlitos y Snoopy. Lo mejor de Peanuts
Un perrito que se haría incluso más popular que el protagonista de la historia, ese niño cabezón de seis años que siempre va vestido con la misma camiseta con una franja de rombos negros. Carlitos es inteligente y muy bueno, pero tiene mentalidad de perdedor, lo que también lo convierte en un filósofo, a su manera, aunque mientras Snoopy siempre ve el lado bueno de las cosas, Carlitos solo se fija en el malo.
Ambos son un poco como las dos caras de la misma moneda.
Y junto a ellos tenemos a esos otros niños inolvidables: Linus, Sally, Lucy, Patty, Schoroeder, el superdotado pianista, amante de Beethoven, o el pájaro Woodstock, con el que Snoopy mantiene largas conversaciones filosóficas.
Destacar que en las viñetas de Peanuts jamás apareció un adulto.
Snoopy ha llegado hasta el espacio
La tira de Peanuts se publicó ininterrumpidamente durante cinco décadas (1950-2000). Niños y no tan niños leyeron a diario una tira cómica que pronto alcanzó cotas de popularidad insólitas, a la vez que desmontaba ante los asombrados ojos de medio mundo el lado oculto del sueño americano.
Y Snoopy se convirtió en mucho más que un simple personaje de cómic (aunque aquí en España lo asociamos durante una etapa a los “pijos”). Ha protagonizado películas y series de televisión (junto a los Peanuts), ha inspirado una comedia musical y numerosos espectáculos sobre hielo.
También tiene un museo en California, un restaurante temático en Singapur y numerosas tiendas de coleccionistas en Japón, Taiwan o Hong Kong. Sin olvidar que un parque de atracciones de California lleva el nombre de "Camp Snoopy".
Viñeta de Carlitos y Snoopy, de Schulz Planeta DeAgostini
La fama de Carlitos y Snoopy incluso ha conquistado el espacio, ya que el módulo lunar de la nave espacial "Apolo 10" se llamaba "Charlie Brown" y el vehículo lunar "Snoopy".
En fin, una antología ideal para tener siempre a mano (junto a la de Mafalda) y leer alguno de sus tiras, que siguen siendo tan actuales como cuando se publicaron por primera vez, porque en lo esencial, para bien o para mal, no hemos cambiado demasiado.
Y Carlitos y Snoopy no deja de ser un retrato de nosotros mismos, de nuestros éxitos y miserias, de nuestra inteligencia y estupidez, de nuestras alegrías y tristezas, de nuestro valor y nuestros miedos... En definitiva, que esta tira es una de las cimas de la comedia humana.
Portada de 'Carlitos y Snoopy. Lo mejor de Peanuts'