Miles de personas salen a la calle para reclamar una vivienda digna: "Las huelgas de alquileres han venido para quedarse"

• Bajo el lema "Acabemos con el negocio de la vivienda", exigen una bajada del 50% en los alquileres
• También piden acabar con el "chollo" de los rentistas y ampliar el parque público

Miles de personas salen a la calle por un derecho básico: poder pagar o alquilar una casa

Miles de personas se han manifestado este sábado en diversas ciudades de España para protestar por los altos precios y la escasez de vivienda, convocados por los sindicatos de inquilinos, que exigen una rebaja del 50% en los alquileres, terminar con el "chollo" los rentistas, poner fin a los desahucios y prohibir las empresas de desokupación, entre otras reclamaciones.

Ha habido manifestaciones por todo el país, sin incidentes, convocadas por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos y otras organizaciones de los movimientos vecinales y antidesahucios, y con el respaldo de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT.

La marcha más numerosa ha tenido lugar en Madrid, donde los organizadores han estimado una participación de entre 100.000 y 150.000 manifestantes, cifra que la Delegación del Gobierno ha rebajado a 15.000. Bajo el lema "Acabemos con el negocio de la vivienda", la marcha de Madrid ha discurrido por el Paseo del Prado y la Gran Vía, en medio de gritos como "okupa y revienta la vivienda" o "gobierno progresista cómplice de los rentistas".

"Decretamos los alquileres indefinidos, se acabó marcharnos de nuestros barrios, de nuestras casas, o incluso de nuestras ciudades cada cinco o siete años", ha dicho Valeria Racu, portavoz del sindicato de inquilinos de Madrid, en declaraciones a los medios en el inicio de la manifestación. "Llamamos al medio millón de hogares, cuyos contratos acaban este 2025, a quedarse en casa y resistir", ha añadido.

"Proclamamos el derecho a la huelga de alquileres (...) Se están logrando bajar un 30% los alquileres gracias a las huelgas", ha anunciado Racu a continuación. "La desobediencia contra el rentismo crece, las huelgas de alquileres han venido para quedarse". "A los rentistas culpables y a los gobiernos responsables, aquí está el poder inquilino y vamos a acabar con vuestro negocio", ha proclamado.

Manifestación por una vivienda digna en Barcelona. LLUIS GENE/AFP

También ha sido multitudinaria la manifestación de Barcelona, celebrada por la tarde, donde unas 12.000 personas, según la Guardia Urbana, —100.000, según la organización— se han concentrado en la céntrica plaza de España. “Los precios de los alquileres siguen por las nubes. Cuando buscamos piso, solo encontramos alquileres de temporada o de habitaciones”, ha dicho la portavoz del Sindicato de Inquilinas de Barcelona, Carme Arcarazo.

Por su parte, la portavoz del Sindicato de Vivienda Socialista de Cataluña, Marina Parés, ha dicho: “¿Cómo es posible que se diga que hace falta oferta cuando hay 400.000 viviendas vacías en Cataluña?”.

En esta ocasión, también se han adherido colectivos de docentes y bomberos, afectados por la crisis de la vivienda de varios bloques, como el Bloc Papallona de Barcelona y huelguistas de inmuebles de La Caixa, así como chabolistas de Vallcarca, entre otros.

En Andalucía ha habido protestas en varias capitales, entre ellas Málaga, Sevilla y Granada, todas ellas con miles de personas. En Málaga, una de las ciudades donde más se ha encarecido la vivienda en los últimos años, 5.000 personas, según la Policía Nacional, —30.000, según los convocantes— han reclamado soluciones a la crisis habitacional con pancartas en las que se podía leer "Las casas para los malagueños. Hoteles para los turistas, alquileres asequibles". El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha situado a Málaga en el "epicentro de las grandes contradicciones" de la política de vivienda, y ha confiado en que la movilización popular sea "el aldabonazo" para lograr un "cambio radical" en este ámbito.

En Galicia, centenares de personas han salido a la calle para demandar que se acabe "con el negocio de la vivienda". Santiago de Compostela ha sido una de las ciudades que ha acogido movilizaciones, que también han sido convocadas en A Coruña, Ourense y Vigo. La gente ha coreado que los barrios son para vivir, no para especular, que el turismo de masas deja barrios sin casas, o que, tras "un desalojo, otra okupación", porque "es un derecho tener un techo".

En Valencia, unas 4.000 personas, según la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, han exigido limitar los precios del alquiler, así como las "políticas de expansión urbanística y turística".

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"No toleramos ni un desahucio más"

En Castilla-La Mancha, varios cientos de personas se han manifestado en Cuenca, Guadalajara y Albacete. El portavoz de la plataforma Albacete por la Vivienda, Carlos Antonio González, ha explicado que la manifestación y la convocatoria estatal "viene a reivindicar el clamor popular de una bajada del precio de la vivienda y los alquileres". "Antes nos parecía caro un alquiler de 600 euros en Albacete, ahora lo que te encuentras es que están en 800 euros y en los próximos años la situación irá empeorando más y se asemejará a la que sufre la clase trabajadora en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia".

En la Rioja, un millar de personas ha recorrido el centro de Logroño detrás de una gran pancarta en la que podía leerse "Acabemos con el negocio de la vivienda", portada por miembros del Sindicato de la Vivienda de La Rioja y de otras organizaciones políticas y sindicales. "Salimos a defender el derecho a una vivienda digna", ha subrayado la portavoz del Sindicato, Mariola Gutiérrez, que ha incidido en que las reivindicaciones son "bajar el precio la vivienda, pinchar la burbuja del alquiler, acabar con la represión a estos movimientos y terminar con las empresas de desocupación".

En Murcia, con salida en la Consejería de Fomento de la que depende la Dirección General de Vivienda y final en la Delegación del Gobierno de España en la Región de Murcia, medio millar de personas han coreado consignas como "No toleramos ni un desahucio más" o "Es un derecho, no es un negocio".

Mientras, en Santander unas 500 personas se han concentrado en la plaza del Ayuntamiento para reivindicar el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda, exigir un parque público de vivienda en Cantabria y protestar contra la especulación. "Ni casas sin gente, ni gente sin casas"; "todos bajo techo, la vivienda es un derecho" o "gastos militares, para viviendas sociales" son algunos de los lemas que han coreado los asistentes.

En Asturias, cientos de personas han pedido en Gijón rebajas en los alquileres. En la manifestación se han podido leer consignas como "Valió ya, bajemos los alquileres", "Desahucian al obrero, rescatan al banquero" y "Ni gente sin casa ni casa sin gente". Los participantes también han pedido medidas para recuperar las viviendas vacías y la "prohibición real de los desahucios de todo tipo, incluyendo el corte de suministros".

Cientos de personas se han manifestado en las capitales de Burgos, Salamanca, Segovia y Valladolid para pedir que la vivienda deje de ser un negocio, contra los desahucios y por una vivienda digna y asequible. En Valladolid, la protesta ha contado con el respaldo de los líderes autonómicos de COOO, Vicente Andrés, y de UGT, Óscar Lobo. "Los problemas de acceso a la vivienda por el precio de alquiler o de adquisición son para la gente trabajadora. Los precios que están en estos momentos en el mercado anulan cualquier subida salarial, de convenio colectivo o cualquier subida del salario mínimo interprofesional porque se lo come todo el pago del alquiler o de la adquisición de viviendas", ha dicho Vicente Andrés.

En Palma, unas 3.500 personas, según la Delegación del Gobierno en Baleares, —10.000, según los organizadores— han clamado contra el negocio de la vivienda, su especulación y turistificación, y la inacción del Govern. Margalida Ramis, portavoz del Gob, culpa del aumento de los precios de la vivienda a "la especulación inmobiliaria juntada con la turistificación" y "un contexto de precarización cada vez más elevado". Desde Ibiza, donde se han manifestado unas 300 personas, el Sindicato de Inquilinas ha recordado que han salido a la calle para denunciar la "insostenible situación de la vivienda que ya azota prácticamente a todas las ciudades de España, especialmente las turistificadas".

En Las Palmas, Tenerife y Fuerteventura también han salido a las calles cientos de personas para reivindicar el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda, exigir un parque público de vivienda y protestar contra la especulación.

La escasa oferta de vivienda alarga los tiempos para encontrar un alquiler

Faltan viviendas para atender la demanda

Tras las manifestaciones por el derecho a la vivienda de otoño y que se han ido sucediendo en distintas ciudades, los sindicatos de inquilinos, junto a una decena de organizaciones que forman parte de este movimiento y el respaldo de CCOO y UGT, hacen un llamamiento para tomar las calles de las principales ciudades y advierten de que "solo las huelgas de alquileres y la organización sindical acabarán con el negocio de la vivienda".

Las dificultades de acceso a la vivienda, especialmente para los jóvenes, la falta de producto para atender la demanda y el encarecimiento de los precios han situado a la vivienda en el centro del debate político y social.

Así, los sindicatos saldrán a la calle este sábado para denunciar la "asfixia" económica que está enriqueciendo a una "minoría rentista" a costa de imponer "precios desorbitados" a una gran parte de la sociedad. De igual manera, han hecho un llamamiento para salir a la calle con el fin de acabar con la "impunidad" con la que opera la patronal inmobiliaria y el modelo turístico de alquileres de temporada, que está expulsando a los vecinos en las ciudades turísticas.

También demandan ampliar el parque público de vivienda, pero no a través de la construcción masiva, sino de la vuelta al parque público de la vivienda de Sareb y de expropiaciones.

Hacen falta medio millón de viviendas

El Banco de España cifra en medio millón de viviendas las que hacen falta y el sector denuncia que no hay suficiente suelo finalista. A esto se une el bloqueo de la reforma de la ley de suelo, la falta de agilidad en los trámites y licencias ante la excesiva burocracia o la elevada carga impositiva que soporta la vivienda, donde un 25% son impuestos.

El Ejecutivo, que ha promovido una empresa pública de vivienda y suelo, defiende la eficacia de la ley sobre la materia y su control de precios. Además, ha puesto el foco en la vivienda de alquiler asequible y en controlar los alquileres de corta duración, entre ellos los turísticos, ante el abuso que se estaba produciendo.

Asimismo, el Gobierno trabaja en un paquete fiscal para incentivar la rebaja de los alquileres y desincentivar la compra de extranjeros no residentes y mantiene su bono de alquiler joven, así como los avales para la compra.