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Perfil I Escocia

Nicola Sturgeon, la popular líder escocesa que consagró su vida política a la independencia

  • La ministra principal ha dimitido sin haber logrado el objetivo que se propuso desde que empezó a militar con 16 años
  • Su estilo político y su respuesta al Brexit le han permitido cosechar victorias y atraer a más gente al independentismo

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La ministra principal de Escocia ha dimitido este miércoles
La ministra principal de Escocia ha dimitido este miércoles

Toda la carrera política de Nicola Sturgeon, ya desde su adolescencia, ha estado encaminada a conseguir un único objetivo: la independencia de Escocia. Sin embargo, la ministra principal escocesa ha dimitido este miércoles del cargo que ha ocupado en los últimos ocho años sin haber alcanzado su meta.

Sturgeon se había erigido como una de las figuras más destacadas de la política británica, especialmente por su postura contraria al 'Brexit', y a lo largo de su mandato ha llevado al Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) a varias victorias incontestables en distintas citas electorales. Su gran promesa, la de convocar un segundo referéndum de independencia, se vio frenada por una sentencia del Tribunal Supremo británico, por lo que había situado las próximas elecciones generales, en 2025, como un plebiscito sobre esta cuestión.

"Su dimisión es una aceptación de que no iba a conseguir el referéndum durante su vida política. Y antes que fracasar, decidió dar un paso atrás", asegura a RTVE.es Adam Cygan, profesor de Derecho de la Universidad de Leicester.

"Era una figura similar a la de Boris Johnson, podía hacer llegar su mensaje a gente a la que otros no conseguían hacerlo llegar

La salida de la carismática líder escocesa aleja la posibilidad de alcanzar la independencia en el corto plazo, considera este experto. "Era una figura similar a la de Boris Johnson, en el sentido de que podía hacer llegar su mensaje a gente a la que otros no conseguían hacerlo llegar, lograba captar su atención. Atrajo a mucha gente hacia la independencia que quizá no estaban necesariamente a favor, en particular a aquellos que venían del laborismo", apunta.

El ascenso de una ferviente independentista

Nacida en Irvine, una pequeña ciudad cercana a Glasgow, en 1970, tuvo un inicio precoz en la política: a los 16 años ya participaba en campañas del SNP, que acabaría liderando años después. Sturgeon ha contado que entró en política inspirada por Margaret Thatcher, pero no porque sintiera una particular admiración por la "dama de hierro", sino todo lo contrario. Consideraba que la política económica neoliberal impulsada por la entonces "premier" conservadora no hacía más que aumentar el desempleo en Escocia.

Durante sus estudios de Derecho en la Universidad de Glasgow, donde se licenció con honores en 1992, fue miembro de la asociación nacionalista escocesa universitaria. Después, trabajó un tiempo como abogada, antes de lograr su primer puesto como diputada por Glasgow en el recién restablecido Parlamento regional de Edimburgo, en 1999.

En 2004 ascendía al liderazgo del partido el que sería su mentor, Alex Salmond. Nombró a Sturgeon su 'número dos', y alcanzó un gran protagonismo durante la campaña del primer referéndum para la independencia celebrado en Escocia, en 2014. Finalmente, el 'No' venció con un 55% de los votos, y Salmond se retiró de su cargo, lo que resultó en la llegada de Sturgeon a Bute House, la sede del Gobierno regional. Se convertía así en la primera mujer en presidir Escocia.

Desde entonces, la popularidad de Sturgeon continuó en ascenso. En las elecciones generales británicas de 2015, en las que su formación hizo historia al hacerse con 56 de los 59 escaños que le corresponden a Escocia en el Parlamento de Westminster. Un año después, en los comicios al Parlamento escocés, el SNP fue la principal formación en la cámara y Sturgeon continuó como ministra principal de la región.

De un referéndum a otro: el protagonismo tras el 'Brexit'

Fue otro referéndum, el del 'Brexit', en 2016, el que le dio a Sturgeon un papel central en la política, un protagonismo del que normalmente no gozan los ministros principales de las naciones británicas.

"El 'Brexit' es lo que ha dado forma a su mandato como ministra principal", resume Cygan. El Gobierno británico aducía, durante la campaña previa al referéndum de independencia, que a Escocia le beneficiaba ser parte de Reino Unido ya que así aprovechaba las ventajas de estar dentro de la UE.

Para Sturgeon, una vez Londres había salido del club comunitario, las circunstancias habían cambiado y por tanto estaba justificado reclamar otra consulta sobre la independencia, lo que desde ese momento se convirtió en su "prioridad", señala este analista. La ministra principal escocesa anunció poco después del 'Brexit' que su Gobierno empezaría a planificar una segunda consulta, y fijó para ello octubre de 2023. Llegó a decir que era "democráticamente inaceptable" que Escocia fuese sacada de la UE "en contra de su voluntad".

El 'Brexit' también sirvió para encumbrar a Sturgeon como líder remainer (a favor de mantener a Reino Unido en la UE), y aglutinar el voto en Escocia alrededor del SNP, frente a una postura más ambigua del Partido Laborista, tradicionalmente fuerte en el territorio, y que en aquellos años perdió terreno.

Una salida a tiempo

Su respuesta a la pandemia, con intervenciones diarias sobre la situación sanitaria, dio otro impulso a su popularidad, y en 2021 se hizo con otra cómoda victoria en el Parlamento regional, superando el SNP a la suma de conservadores y laboristas. Desde entonces, sin embargo, dos varapalos a sus medidas estrella por parte de la Justicia y del Gobierno británico han erosionado su proyecto.

Además de la sentencia que tumbó en noviembre de 2022 una segunda consulta sobre la independencia escocesa, Londres vetó hace apenas un mes la ley escocesa que permitía el cambio de género a partir de los 16 años. Era la primera vez que el Ejecutivo británico utilizaba un mecanismo para frenar leyes regionales que consideraba que pudieran afectar a "asuntos reservados" al Gobierno central, lo que despertó duras críticas por parte de Edimburgo.

Sturgeon tachó la decisión de "ataque frontal" a la capacidad del Parlamento autónomo de "tomar sus propias decisiones en materia de competencias transferidas". Para Cygan, esta iniciativa "era parte de la estrategia para demostrar que la independencia de Escocia es necesaria, decir que si el Gobierno británico ha bloqueado esta ley, qué más podrá bloquear".

Con el laborismo subiendo en las encuestas, las perspectivas del SNP no eran buenas de cara a las próximas elecciones generales, planteadas como si se tratara de otra consulta por la independencia. Otro referéndum sobre la creación de un Estado escocés "no será una realidad durante esta década", vaticina Cygan. Este profesor cree que las decisiones sobre el segundo referéndum y la segunda consulta han influido en la decisión de Sturgeon, aunque ella lo ha negado y ha alegado cansancio -"Soy humana además de política", ha dicho-.

Lo que sí puede estar más cerca que la independencia es una reforma constitucional para que Reino Unido tenga una estructura más federal, o bien una nueva cámara al estilo del Senado español, con más peso territorial, medidas que plantea el Partido Laborista y que podría proponer si gana los próximos comicios.

El SNP, que pierde una baza importante con la salida de Sturgeon -aunque se mantendrá como diputada-, ya ha avisado aun así que seguirá empujando a favor de la independencia, la causa a la que la líder escocesa dedicó toda su carrera.