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Los expertos advierten de la importancia de vacunarse contra la gripe ante el primer otoño sin mascarillas

  • Piden que las personas más vulnerables se inmunicen contra la gripe estacional, para evitar complicaciones
  • Con el fin de las medidas frente a la pandemia puede haber un incremento de casos de gripe

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La campaña de vacunación de la gripe 2022-2023 arrancará entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre.
La campaña de vacunación de la gripe 2022-2023 arrancará entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre.

Después de dos años en los que el virus de la gripe estacional ha pasado prácticamente desapercibido, las autoridades sanitarias se preparan para unos meses de otoño e invierno en los que su incidencia puede repuntar con fuerza, especialmente este año que será el primero sin medidas preventivas desde el inicio de la pandemia. El comportamiento del virus en el hemisferio sur suele anticipar pistas sobre lo que puede ocurrir en la mitad norte del planeta, y Australia, por ejemplo, ha reportado durante sus meses de invierno (que coinciden con el verano septentrional) la campaña de gripe “más grave de los últimos cinco años”.

Aunque de manera menos extrema que la COVID-19, la gripe estacional también es capaz de presionar al sistema sanitario, especialmente a las urgencias. Además, a pesar de que el final de la séptima ola de coronavirus y su escasa incidencia hospitalaria invitan al optimismo, habrá que esperar al otoño para comprobar si esta mejoría se consolida o si, por el contrario, se produce un nuevo empeoramiento de los marcadores epidemiológicos. Por ello, los especialistas insisten un año más en la importancia de vacunarse contra la gripe, especialmente aquellas personas en las que esta enfermedad respiratoria puede derivar en un cuadro grave.

"Estos dos últimos años ha habido menos gripe, ya que ese nicho estaba ocupado por el SARS-CoV-2, así que lo lógico es que ahora haya un repunte, por lo que es importante que se vacune la gente vulnerable, además de los sanitarios, para que no transmitamos la infección a la gente vulnerable con la que trabajamos", expresa a RTVE.es Carmen Cámara, secretaria de la Sociedad Española de Inmunología (SEI). "El hecho de que haya bajado la circulación del SARS-CoV-2 puede hacer que circule más la gripe, que además muta mucho de un año a otro", advierte esta especialista, aunque deja claro que tampoco hay ninguna certeza al respecto.

Un pronóstico similar al de Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, quien opina que "basándonos en el comportamiento de la gripe en el hemisferio sur, donde ahora están en invierno y ha habido bastante gripe, es razonable pensar que con una menor circulación del SARS-CoV-2, y con una disminución de las medidas frente a la pandemia que teníamos implementadas, puede haber un incremento en relación a los casos de gripe, aunque eso nunca se puede saber con seguridad".

Vacuna de la gripe, entre octubre y noviembre

La campaña de vacunación de la gripe 2022-2023 arrancará, dependiendo de la disponibilidad de dosis y de las comunidades autónomas, entre la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre, y tendrán prioridad los colectivos más vulnerables. Son las recomendaciones aprobadas por la Comisión de Salud Pública, en la que se están representadas las consejerías autonómicas y el Ministerio de Sanidad.

Si bien la efectividad de esta vacuna es variable, se trata de un fármaco muy seguro que tiene un alto impacto para evitar hospitalizaciones y muertes. En las personas vacunadas, si llegan a infectarse, la evidencia científica apunta claramente a que el cuadro clínico de la enfermedad tenderá a ser menos grave. La severidad dependerá de varios factores, entre los que destacan la edad y el estado de salud de la persona vacunada, además de la similitud entre la cepa de los virus de la gripe que están circulando esa temporada y aquellos con los que se elaboró la vacuna.

Uno de los principales mensajes que quieren transmitir los especialistas es el de evitar esa percepción errónea de que la gripe estacional es una enfermedad leve que raramente origina síntomas graves. Aunque la mayoría de las personas la pasan sin complicaciones, existe otro grupo para quienes sí que puede llegar a suponer una amenaza seria, con resultados como la neumonía. "No tenemos que bajar la guardia con la gripe, ya que no se trata de ninguna banalidad", asegura a RTVE.es Isabel Jimeno Sanz, responsable del grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) . "Cuando se habló de gripalizar el COVID a mí me pareció un error, porque era como banalizar cualquiera de las dos enfermedades. No hay que tenerles miedo, hay que tenerles respeto, y poner todas las medidas que tenemos a nuestro alcance, y la más efectiva es la vacunación", agrega.

Para hacer frente a las mutaciones constantes del virus de la influenza, las vacunas antigripales son tetravalentes, por lo que están diseñadas para ofrecer protección contra cuatro tipos diferentes de virus: dos de influenza A y dos de influenza B. Además, se preparan todos los años con los serotipos obtenidos a partir de la circulación del patógeno en el hemisferio sur durante esa temporada de otoño-invierno. Comienzan a elaborarse aproximadamente en abril y no suelen estar disponibles hasta octubre.

Durante los dos primeros años de pandemia, las coberturas vacunales contra la gripe han sido muy altas. Se puso un especial esfuerzo en incrementarlas, con el objetivo de proteger a las personas más vulnerables, disminuyendo la incidencia gripal en estos grupos para, de esta manera, reducir el impacto sobre un sistema asistencial ya de por sí muy deteriorado por la COVID-19. Finalmente, la gripe estacional apenas supuso una amenaza, pero esta alta inmunización conseguida entre la población puede resultar útil ahora que el SARS-CoV-2 circula con menos fuerza y el virus de la influenza puede recuperar el terreno perdido. "El tener altas coberturas vacunales anteriores siempre ayuda, lo que ocurre es que con la gripe no vacunas para que el virus no circule, sino para proteger a vulnerables", explica la inmunóloga Carmen Cámara, quien recalca que "el hecho de que se haya vacunado más gente no va a hacer que circule menos el virus de la gripe", por lo que insta una vez más a "proteger a las personas vulnerables en las que la gripe se puede complicar".

Sin medidas preventivas

Desde el inicio de la pandemia, esta será la primera temporada de la gripe en la que nos enfrentemos a ella sin las medidas preventivas implantadas para frenar la COVID-19. Se trata de dos enfermedades respiratorias, por lo que las mismas herramientas pueden ser útiles para evitar la transmisión en ambas. Aunque, en este nuevo escenario, el hecho de que la población apenas haya estado expuesta a la gripe durante los dos últimos años no debería aumentar el riesgo. Isabel Jimeno Sanz, de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), aclara al respecto que "aunque hayamos estado más escondidos y protegidos contra la gripe, eso no significa que ahora vaya a haber una explosión de casos. Contamos con la protección alta de las coberturas de vacunación que hemos tenido, y que tenemos que mantener".

Esta experta en vacunas considera "fundamental" que los adultos "nos enteremos de que nos tenemos que vacunar, ya que la vacunación no es solo infantil", e insiste en la importancia de inmunizarse contra infecciones respiratorias en cualquier etapa de la vida. "Los adultos bajamos la guardia, porque creemos que las vacunas ya no van con nosotros", asegura.

Coincidencia vacuna gripe - vacuna COVID

Otro aspecto a tener en cuenta es la coincidencia del inicio de la temporada de la gripe con la inoculación de la segunda dosis de refuerzo COVID en las personas más vulnerables, que está previsto que comience en las próximas semanas. La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) acaba de respaldar en la Unión Europea el uso de las vacunas adaptadas a nuevas variantes del SARS-CoV-2 desarrolladas por las farmacéuticas Pfizer y Moderna como nuevo refuerzo en personas mayores de 12 años, y se espera que la vacuna española de Hipra pueda recibir también la autorización en breve si finamente consigue superar satisfactoriamente los ensayos clínicos.

En este punto, aunque administrar simultáneamente la vacuna de la gripe y la vacuna COVID podría presentar evidentes ventajas, tanto para los sanitarios como para los ciudadanos, y es algo que se ha hecho durante la pandemia, si se cumplen los plazos previstos la vacuna COVID actualizada llegará este año antes que la vacuna contra la gripe, por lo que los especialistas abogan por no esperar y comenzar a vacunar contra el SARS-CoV-2 en cuanto sea posible. "Si la vacuna contra la gripe llega previsiblemente entre la segunda quincena de octubre y primera quincena de noviembre, y tenemos dosis frente a la COVID-19 antes, en la segunda quincena de septiembre, quizá sería bueno al menos vacunar contra el coronavirus a los mayores de 80 años y personas que estén en residencias, y ya después se les vacuna contra la gripe", manifiesta Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología, quien cree que "lo fundamental está en ser conscientes de que hay que proteger cuanto antes a los vulnerables".

En todo caso, la vacunación simultánea no supondría ningún inconveniente desde el punto de vista inmunológico. Tanto la evidencia científica como la experiencia vivida indican que es seguro administrar ambas vacunas al mismo tiempo. "En niños usamos incluso vacunas hexavalentes, o sea, que estamos vacunando a nuestros hijos con seis cosas a la vez, y no pasa absolutamente nada. Además, lo tenemos demostrado, porque el año pasado se puso la de la gripe con la de SARS-CoV-2 a todos los mayores", asegura al respecto Carmen Cámara.

"El año pasado ya se hizo y no hubo ningún problema, salvo las reacciones esperables, y lo que es muy importante, permitió aumentar considerablemente las coberturas", coincide Isabel Jimeno Sanz.