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El grupo de teatro Yeses sale de la cárcel para actuar en Almagro

  • El proyecto, orientado a la reinserción social, ayuda a romper con las rutinas del centro penitenciario
  • Detrás del éxito de la compañía está Elena Cánovas, directora del taller de teatro en la prisión de Alcalá-Meco

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Informe Semanal - Presas del teatro

ACTO I. Teatro Yeses, la presentación

Entre los muros de la prisión de mujeres Madrid 1 en Alcalá-Meco está el teatro Yeses. A las 4:30 de la tarde en todo el recinto se escucha el sonido de la megafonía. Es la voz de Elena Cánovas, la directora de la compañía: “Las internas del Taller de teatro. Mónica, Isabel, Ana Rosa, Alba, Jenny y Daliris. ¡Vengan al salón de actos!”

Las seis internas se dirigen hacia una sala que para ella es un espacio de libertad. “Para mí el teatro es superación, es liberación. Poder evadirme durante unas horas de la rutina que tenemos aquí, de mis problemas y de mis angustias” dice Isabel, con un aire melancólico, sentada en las escaleras que hay junto al escenario. Daliris es colombiana y sus dos hijos siguen allí, nos dice que con el teatro puede tener “la mente ocupada” para que el tiempo se le pase “volando”. Ana Rosa es la más joven de todas, actuar le permite “escapar de la burbuja” en la que está metida.

Genny es la única que no actúa, ella ayuda con el decorado. Tímidamente, nos cuenta que le parece “chévere” poder ayudar a sus compañeras. Alba destaca que en los ensayos se fomenta el compañerismo y se “rompe con la rutina de la prisión” y eso asegura es “muy importante emocionalmente, mentalmente y personalmente me ha ayudado”. Cuando habla Mónica se nota que es italiana por el acento, aunque cuando llegó no sabía nada de español. El teatro le ha permitido hablar con fluidez y ha descubierto “una capacidad y seguridad que no sabía que tenía”.

“Vamos a tratar de hacer los menos errores posibles, porque hay que ir puliendo y estando, como he dicho antes, cada vez más seguras ¿Vale?” Elena Cánovas es firme en las indicaciones. Elena creó Yeses en 1985 cuando era funcionaria de prisiones y aunque ya está jubilada sigue siendo la directora. Su carácter apasionado y energético se ve desde el primer acto. “El teatro para mí es mi gran pasión y lo que hago es transmitirlo a estas chicas para que les sirva y puedan reinsertarse en la sociedad y hacer una vida totalmente libre”.

Elena Cánovas

Elena Cánovas, la directora de Yeses en el Corral de Comedias de Almagro. CAROLINA TERUEL

Ha sacado cosas que yo no conocía de mí y me ha sabido explotar y bastante

En el escenario trata a las internas como si fueran actrices profesionales. Todas coinciden a la hora de definirla “Elena es exigente”. “Ha sacado cosas que yo no conocía de mí y me ha sabido explotar y bastante”, dice Daliris riéndose y dando a entender que los ensayos son duros. Lo mismo piensa Isabel, y añade que “el resultado merece la pena”.

Ana Rosa, que la llama “Doña Elena” o “seño”, entiende que se empeñe en sacar lo mejor de ellas. “Sabe muy bien que nosotras podemos dar más. Entonces somos los diamantes en bruto que ella tiene que pulir”. Genny le agradece “la oportunidad de estar con ellas, porque la verdad pues soy un poco tímida y pensé que no iba a estar aquí”.

Aunque la cárcel es el lugar de trabajo y ensayo, el teatro de Yeses traspasa, también, los muros de la prisión y llega a escenarios tan destacados como el del Festival Internacional del Teatro Clásico de Almagro. Para su director, Ignacio García, la actuación de Yeses abre la puerta a nuevas propuestas “La presencia de Yeses en el Corral de Comedias va a ser también el inicio de un camino para considerar esta sensibilidad de las personas que viven esa situación transitoria como alguien que puede aportar una mirada diferente a los textos clásicos”.

Para el equipo Yeses actuar Almagro, junto a otras 55 compañías, es todo un reto. Ver el Corral de Comedias les desata las emociones “¡Ay, qué belleza! ¡Qué bonito! Bueno, bueno, bueno. ¡Qué maravilla!” A Isabel incluso se le escapa una lagrimita al ver el patio, con las 300 sillas rojas bien alineadas y un escenario por el que ha pasado todo un elenco de actores de renombre. El Corral está considerado un monumento histórico y único, que se mantiene igual desde el siglo XVII.

ACTO II. Ensayos y trabajo en la cárcel

Pero hasta llegar al Festival de Almagro, las Yeses, han recorrido un camino muy largo. “¡Estad aquí chicas que vamos a empezar la escena!” les dice Elena en el salón de actos de la prisión de mujeres Madrid 1 en Alcalá-Meco donde ensayan cada día más de cuatro horas.

Existe esa complicidad con las compañeras que yo encuentro también en las hermanas, obligadas a convivir y a quererse

Están interpretando “Descalzas” de Julieta Soria, una obra sobre la relación de dos mujeres: Teresa de Jesús y la Princesa de Éboli. Ellas son las monjas de clausura que están en el convento con la madre Teresa. Como en la prisión, en el convento también están “condenadas” a convivir juntas. El teatro les ayuda a valorar el compañerismo “existe esa complicidad con las compañeras que yo encuentro también en las hermanas, también obligadas a convivir y a quererse, a entenderse, aceptarse” reconoce Isabel.

Por tres razones - "El teatro en la cárcel es aprendizaje liberador" - Escuchar ahora

“Toda la escena, toda la obra, es la obra de la solidaridad del monasterio, que sois vosotras” les dice Elena que considera el teatro como una herramienta que es útil en todos los aspectos de la vida. “Es un trabajo en equipo donde hay un respeto por el trabajo del otro y por supuesto, se respetan también a sí mismas. Y bueno, es una escuela para la convivencia realmente ¿no? Y yo lo que pretendo es que el teatro sea un arma para que ellas luego se hagan en el exterior con su propia vida”.

Es un ejercicio de disciplina que creo que te ayuda a ordenar tu vida, tus pensamientos

El director del Centro Penitenciario Madrid 1, Jesús Moreno, ve una evolución positiva en las reclusas que participan en el taller de teatro “Es un ejercicio de disciplina que creo que te ayuda a ordenar tu vida, tus pensamientos y que forma parte de una experiencia que te permite progresar como persona. Y aquí en este centro como mujer”.

En Madrid 1, igual que en todas las cárceles españolas, la mayoría de las internas están presas por delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, entre ellos robos y estafas y por delitos contra la salud pública, es decir tráfico de drogas. En total en España hay cerca de 3.500 mujeres presas, poco más del 7 % del total de la población reclusa.

El entorno de Madrid 1 es diferente al de una prisión tipo. Se diseñó en los años 80 para poner en marcha programas de tratamiento para toxicómanos que habían delinquido. Jesús Moreno explica que en este centro “las barreras físicas no son agresivas lo que da una sensación de normalización de la vida, que es de lo que se trata, de conseguir que la vida de las personas sea lo más parecida al exterior de los muros de la prisión y que la verdadera limitación sea la privación de libertad y no otro tipo de privaciones”.

Al principio es difícil y te remueves muchísimo

Pero, aunque las instalaciones son más “amables” las internas de Madrid 1, igual que en el resto de las prisiones de España, pasan más de doce horas encerradas en sus celdas. “Al principio es difícil. Vas a lo que llamamos las comunicaciones de los fines de semana, ves a tu gente, amigas, familiares, esposos, esposas, o lo que sea, y te remueves muchísimo” se lamenta Alba. Isabel asegura, con los ojos vidriosos, que lo más duro “es el aislamiento, la pérdida de tus seres queridos, el no poder estar en contacto o tener a tu familia cerca”.

Durante el día Isabel trabaja en la panadería, junto a seis reclusas más. Hacen 3.000 piezas de pan al día para ellas y para la prisión de hombres Madrid 2. Todo lo que hace está orientado a utilizarlo para cuando salga de prisión “me gustaría mucho tener una cafetería con panadería y ganarme la vida con ello, y también poder contribuir de alguna forma a ayudar a compañeras que sé que lo van a tener muy complicado cuando salgan”.

Estamos muchas horas encerradas. Por ejemplo, después de comer hasta las cinco y media estamos en la habitación. Bueno, yo lo llamo la habitación… la celda

En la biblioteca, Alba recomienda un libro a otra reclusa “Hay mucho misterio y mucha emocionalidad. Llévate este que yo creo que te va a gustar” Es la responsable junto a otra interna. Orgullosa de su puesto nos cuenta que tienen un fondo de más de 13.500 libros y que es un punto de encuentro de la actividad cultural del centro. Para ella es otro espacio de libertad “Estamos muchas horas encerradas. Por ejemplo, después de comer hasta las cinco y media estamos en la habitación. Bueno, yo lo llamo la habitación… la celda”.

Mónica ha descubierto su pasión por el deporte en la prisión. Aquí, juega al pickleball, un juego de palas, no muy exigente, que combina elementos del pádel, tenis o ping pong. También ha aprendido a hablar español en el Teatro. Y tiene planteado hacer otro curso de español en el Instituto Cervantes cuando pase a tercer grado, que tendrá que hacer en España. Su objetivo es ser profesora cuando regrese a Italia. De momento, intenta tener más nivel con los ensayos “la directora me dice que hablo como la Carrá” dice riéndose.

ACTO III. Antigua cárcel de Yeserías

El Teatro Yeses debe su nombre a la antigua cárcel de Yeserías en Madrid. Elena Cánovas lo ideó hace casi 40 años como una herramienta para la reinserción social. Las cárceles de entonces y el perfil de las reclusas era muy diferente, nos recuerda Elena “la mayor parte de las chicas de entonces eran toxicómanas, estaban perdidas de la droga y entonces se daban unas situaciones dantescas dentro de la cárcel. Era una época muy rígida, donde las normas había que cumplirlas a rajatabla, la seguridad primaba por encima de tratamientos y yo, que me había venido con otras ideas, pues decidí darle un giro a mi vida estudiando en la Escuela de Arte Dramático” Estrenaron su primera función en las fiestas de la Merced, patrona de los presos. Fue tan divertida, recuerda la directora, que le permitieron establecer el taller de teatro de manera oficial.

El equipo de Informe Semanal durante la grabación del reportaje en el teatro de Almagro

El equipo de Informe Semanal durante la grabación del reportaje en el teatro de Almagro. RTVE

Desde hace 30 años Elena no pisaba la antigua cárcel de Yeserías, que ahora es el centro de reinserción social Victoria Kent pero lo conoce como si fuera su casa. Nada más llegar le pide a su directora, Ana Isabel Gómez, ir a lo que fue el epicentro del Teatro Yeses, el salón de actos. “Ay Dios mío, Ana, fíjate todo esto era el patio de butacas. Nos tiramos unos cuantos años aquí ¿Cuántos años estuvisteis? pues yo creo que como unos 15 años. ¡Qué recuerdos! Aunque fueron momentos duros porque fue una época muy efervescente, muy convulsa”. Desde sus orígenes, por el Teatro Yeses han pasado más de 1.000 mujeres presas.

Carmen fue una de ellas. Sus últimas actuaciones fueron al inicio de la pandemia. En Yeserías, de nuevo se reencuentra con Elena “Pero Carmen ¿qué tal Bonita? Te veo igual de guapa” Carmen, siempre que puede sigue el rumbo de un grupo que, dice, le cambió la vida. “Carmen, ahora desde fuera, ¿cómo ves tú esa experiencia que has tenido dentro? Algo que me ha servido para sentirme mucho mejor, relacionarme mucho mejor” le responde Carmen. En la cárcel de Yeserías empezó a ser una compañía reconocida a nivel nacional e internacional. Tiene, entre otros, un premio de la UNESCO y el MAX de las artes escénicas. Siempre que habla de este último Elena dice “Es lo más”.

En 2018 se estrenó el documental “Yeses” de Miguel Forneiro. El grupo recibe desde principios de los noventa financiación de la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid y gracias al documental de Forneiro, nos cuenta Elena, el grupo logró otra fuente de ingresos “últimamente también nos está ayudando la Fundación Reale de Seguros Reales a través de Pilar Suárez Inclán, que le encantó el proyecto”.

En escena - 'Yeses', un documental de Miguel Forneiro sobre Elena Cánovas y Teatro Yeses - 04/03/19 - Escuchar ahora

Elena recuerda que también fue en esa antigua prisión donde el grupo de teatro salió por primera vez al exterior a finales de los ochenta. “Me acuerdo que fue la policía, acordonó el edificio y siempre comento que todo el mundo pensaba que venía alguien importante, que venía a lo mejor Felipe González o alguien, y apareció el furgón con las chicas Yeses allí esposadas, una detrás de otra y subiendo al escenario para actuar”.

Desde 2010 solo pueden participar en Yeses las internas que tienen permisos de salida

El director de la cárcel Madrid 1, Jesús Moreno explica por qué ahora la guardia civil ya no custodia las salidas del grupo Yeses. “Al participar internas que podían disfrutar permisos de salida y otras que no podían disfrutarlo por su condición de preventivas, pues implicaba que tenían que salir conducidas y custodiadas por la Guardia Civil. Eso suponía unos preparativos muy complejos. Suponía salir en unas condiciones que no eran habituales, que no eran las propias de una compañía de teatro”.

ACTO IV. Rumbo a Almagro

Es un hito en la historia de Yeses. El Corral de Comedias de Almagro. Y nos va a salir perfecto

“Las internas pertenecientes al grupo de Teatro Yeses que acudan a ingresos” se escucha por la megafonía del centro penitenciario. Porque ha llegado la hora de que se abran las puertas de la prisión rumbo a Almagro. Al pasar la puerta, comentan que “Está todo vendido los dos días que van a actuar en el Festival” Fuera les espera Elena Cánovas “Hola. ¿Qué tal? ¡Qué guapas! ¿Hay nervios?” “Noooo” contestan todas de forma irónica. “Es un hito en la historia de Yeses. El Corral de Comedias de Almagro. Y nos va a salir perfecto”, les dice Elena.

Se van de Alcalá a Almagro, 250 kilómetros, en dos coches particulares. En el camino Alba dice que el resto de internas están emocionadas “Hay una cantidad de expectación. ¿Sí verdad? Nos dicen, que nos va a salir fenomenal y nos preguntan ¿Cuándo sale lo de la tele?” Después de ver varios días a un equipo de Informe Semanal tienen curiosidad por saber cuándo van a salir.

El Equipo de Yeses posa para Informe Semanal al terminar la primera actuación en Almagro

El Equipo de Yeses posa para Informe Semanal al terminar la primera actuación en Almagro. RTVE

En Almagro la visión del Corral de Comedias desde el escenario les impacta, incluida a Elena “Bueno, bueno. ¡Cómo se ve desde aquí, es más impresionante! ¿Qué sensación tenéis?” De “vida pura” dice Alba. “Sois unas actrices privilegiadas, porque ese espacio lo es” les recuerda Elena.

Integrar a Yeses en el lugar emblemático del festival era ponerlo en el lugar que se merece, no como una programación residual o periférica

El director del Festival Internacional de Almagro, Ignacio García, explica la importancia de que actúen en el Corral de Comedias “Representar aquí es cómo representar en el gran templo del teatro barroco, y creíamos que integrar a Yeses en el lugar emblemático del festival era ponerlo en el lugar que se merece, no como una programación residual o periférica, sino como el eje y el centro de lo que queremos que sea el Siglo de Oro”.

En los ensayos finales de "Descalzas" está su autora, Julieta Soria, que no pierde detalle. Como en todas las obras, esta también cuenta con el apoyo de actores profesionales. Para Rubén Cobos trabajar en Yeses es enriquecedor “Ya llevo muchos años trabajando con Yeses. Cada año son diferentes, duran pocas temporadas porque lo más normal es que salgan en libertad, pero es una experiencia bastante buena”.

ACTO V. La obra final

No, no, yo nunca he visto una monja tatuada y loca

En el camerino se notan los nervios de última hora. El auditorio empieza a llenarse. “Tengo miedo”, dice Ana Rosa mientras no pierde el humor cuando le preguntan si se siente identificada con el personaje que interpreta. “No, no, yo nunca he visto una monja tatuada y loca”. El comentario desata las risas de las demás. Para Daniris su personaje si tiene puntos en común con ella. “Yo sí que me identifico porque soy la cocinera como en la vida real”.

Almagro no se escapa de la ola de calor que está azotando a España. Y con el hábito de monja es difícil no sudar. El calor sofocante lo enfrentan con humor. “¡Quita el brillo, ¿pretendes que salga como una carcelaria?” De nuevo Ana Rosa despierta las risas. En el camerino le siguen el juego: “Las carcelarias estamos todo el día sudando porque estamos todo el día trabajando. Yo no voy a salir como una presa, cariño”.

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Ya están listas. Es hora de empezar la función pero antes de salir forman un círculo, ponen las manos juntas en el medio y gritan “Mierda, mierda, mierda siempre fuertes”. En la sala no queda una butaca libre. Y en el escenario los únicos muros que sienten son los del convento. En la primera escena se escuchan las primeras canciones con un toque de humor, lo que arranca los aplausos del público.

”Tantos delitos has cometido como títulos ostentas. Duquesa de la mentira”. Los textos están plagados de referencias relacionadas con la prisión. Como la fuga de San Juan. Pero esa huida es solo en la ficción, porque en los casi 40 años de Yeses, asegura Elena, ninguna presa se ha escapado. “Toman conciencia también de que están creando historia en este grupo, de que hemos llegado hasta aquí porque todas las anteriores han trabajado y no han hecho ninguna tontería como marcharse”.

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Para Elena el feminismo ocupa un lugar central. Todas sus obras reivindican a la mujer. En "Descalzas", además, es el broche final. “Que nadie las haga callar nunca” Con esa frase de Santa Teresa termina la actuación. La ovación del público reconoce su trabajo. La sala se inunda de aplausos para unas mujeres que buscan en el teatro las tablas y el apoyo que les permita enfrentarse, cuando toque, a la vida en libertad.