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España

Terrazas con cronómetro: algunos bares y restaurantes limitan el tiempo a sus clientes

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Límite de tiempo en las terrazas: 30 minutos para tomar algo y una hora y media para comer

En las mesas de algunos restaurantes se puede leer el cartel que fija un límite de hora para permanecer en ellas: 30 minutos para tomar algo o de una hora y media para comer.

En algunos casos es incluso menor y el tiempo para comidas se queda en una hora. El debate está servido y los principales afectados son los clientes: "¿Por qué tiene que haber límite?, no lo entiendo, me estresa saber que tengo un tiempo limitado", asegura un ciudadano desde una terraza en Barcelona.

Y como en todo, hay opiniones para todos los gustos: "Me parece bien, tienen que vivir de algo", afirma otro comensal de la ciudad condal.

Terrazas con cronómetro: algunos bares limitan el tiempo para consumir de los clientes

¿Qué pueden limitar las terrazas?

Si un establecimiento avisa al cliente desde su llegada o tiene un cartel en el que se informa del límite de tiempo, entonces es legal. Otra cosa es que se lo comuniquen al cliente al final, o con un cartelito pequeño que no vea nadie. "Puede ser legal si se hacen las cosas bien, que todo el mundo que llegue al local sepa el tiempo que tienes que estar", explica Rubén Sánchez, director de Facua en 'La Hora de la 1'.

Por otro lado, está también la diligencia del personal a la hora de atender rápido. En ocasiones, el amplio volumen de clientes impide un rápido servicio. Si el tiempo en el que atienden es elevado, pero insisten en que el cliente debe dejar la mesa, también se estaría cometiendo una ilegalidad: "Si se hace bien, de lo que se trata es de ponderar los derechos de cada uno, pero no comer en media hora. No creo que este tipo de fórmulas triunfe mucho. Se trata de tratarnos con respeto, que cada cliente lo valore. Porque si no se hace bien puede ser un auténtico caos", concluye el director.

"La clave está en encontrar el equilibro"

Estas nuevas medidas lo que pretenden evitar es que el cliente se pida un café y permanezca sentado en la terraza dos horas porque, dicen algunos establecimientos, "salen a pérdidas".

Tras la pandemia han sido numerosos los locales que han tenido que cerrar por falta de ingresos y los que permanecen abiertos se han visto obligados a tomar este tipo de medidas: "Diría que es una práctica anecdótica. Han sido muy pocos casos. Siempre y cuando la organización o prestación de un servicio esté debidamente informado y lo sepan los clientes antes de haber accedido al servicio es perfectamente legal. Hay que mirar la relación entre precio y estancia porque suelen ser locales muy competitivos. Estamos en unos momentos muy complicados, en una situación muy grave", explica Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España.