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"Nosotros no existimos": la labor invisible de los infiltrados en ambientes yihadistas

  • Entrevista con un reclutador de colaboradores policiales para luchar contra el terrorismo yihadista
  • Los infiltrados alertan de los focos de radicalización yihadista en la barriada del Príncipe, en Ceuta

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El reclutador de infiltrados en una imagen donde no se le reconoce, de noche, con Ceuta al fondo
'En Portada' entrevista a un reclutador de infiltrados para combatir el yihadismo en Ceuta.

La cita es un lugar discreto de Ceuta, de noche. La única condición que impone para la entrevista es que no se le reconozca y que doblemos su voz. Él pone de su parte una visera negra calada hasta los ojos, gafas oscuras. Se pone al volante de nuestro coche y enfila hacia el monte Hacho, frente al Peñón de Gibraltar.

Se trataba de localizar a individuos con peligrosidad y con tendencias radicales

“Se nos fue llamado para una colaboración muy especial, donde no llegaba la Policía. Se trataba de individualizar y localizar a individuos con peligrosidad y con tendencias radicales que habían comenzado un proceso de radicalización. El trabajo no es sobre personas específicas, sino muy genérico. Nuestra "infiltración" es en toda la sociedad. En Ceuta y en el área de acción de Ceuta: Campo de Gibraltar y el norte de Marruecos, aunque ha habido veces que las informaciones nos llevaban hasta personajes en Bélgica, Holanda y demás”.

Las calles de Ceuta estaban vacías a las 11 de la noche. En un semáforo, agacha la cabeza. Un peatón despistado hace un amago de reconocerle, pero sigue su camino.

Las fotos de 'Yihadismo: alerta 4' de 'En Portada'

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  • La policía en un ejercicio de tiro

    Ejercicio de tiro

    Miembros de la Policía durante un ejercicio de tiro.

  • Las dependencias de la Comisaría General de Información (CGI), en Madrid, una de las instalaciones más seguras de España.

    El CGI

    Las dependencias de la Comisaría General de Información (CGI), en Madrid, una de las instalaciones más seguras de España.

Comportamientos como el de no dejarles ver la tele, no dejarles salir a la calle, prohibir a las chicas hablar con chicos...

“Somos una serie de personas que estamos en primera línea, que tenemos el contacto de la fiscalía, de la Policía y la Guardia Civil; somos el primer filtro. Nos encargamos de localizar personas del ámbito de los investigados que nos puedan dar información sobre si se está radicalizando o sobre si su entorno familiar le está presionando en esa línea. Por ejemplo, padres que radicalizan a sus hijos con comportamientos como el de no dejarles ver la tele, no dejarles salir a la calle, prohibir a las chicas hablar con chicos...".

La infiltración va desde el ámbito deportivo al laboral, o al ámbito de familia. Siempre sin romper la privacidad de la gente

"Pero todo muy genérico porque la infiltración iba desde el ámbito deportivo al laboral, o al ámbito de familia. Siempre sin romper la privacidad de la gente. Sabemos que esta persona ayer no fue al colegio, que sus padres ya no le dejan ir al colegio y los tutores no entienden ni tienen porqué saber que no ha ido al colegio, pero sus primos, sus hermanos y sus vecinos sí, porque la chica habla. ¿Y con quién va a hablar? ¿con quién se va a confesar? Pues con alguien cercano, y ese alguien cercano siempre tiene un novio o una novia. Ahí es donde tenemos nosotros a la gente”.

Pregunta.- ¿Cuál fue vuestro primer éxito?

Respuesta.- La detención de un personaje del que solo te puedo decir las iniciales: M. D. Nosotros le llamábamos "el rapero". Era una operación muy compleja. Llegamos a temer que se pudiera haber cometido un atentado fuerte. Y logramos individualizarlo porque era una incógnita saber quien era. La Policía, la Guardia Civil y el CNI comienzan a analizarlo y saben a qué perfil obedece. Su perfil era el de una persona radical propensa a poder cometer un acto terrorista. Todas las indicaciones que dimos al respecto fueron probadas en un tribunal y fue condenado por terrorismo.

P.- Ese fue el primero, pero ¿el más importante fue quizás un tal "Barbas"?

R.- "El Barbas" era un elemento de mucho cuidado. Fue uno de los captadores más importantes del norte de Marruecos. Sacó de quicio a todas las fuerzas de seguridad del Estado, no sólo de España. Creo que la CIA le tenía perfilado, lo mismo que los servicios secretos marroquíes. Era uno de los personajes más crueles que ha habido en este mundo. No fue fácil. A través de gente que tenía relación con él ñogramos saber quién era. Logramos saber su número de teléfono, como se movía, quién era su persona de confianza en la frontera de Turquía con Siria y cómo captaba a los jóvenes, los radicalizaba y los enviaba. También logramos conocer su círculo económico y cómo hacía llegar el dinero a las familias. Fue una labor tremendamente difícil.

Un condenado por terrorismo yihadista reza en la celda de su prisión

Un condenado por terrorismo yihadista reza en la celda de su prisión. EN PORTADA

Radicalización y financiación

El grupo de informantes que coordina nuestro entrevistado no sólo está alerta ante la deriva radical que se pueda generar en el entorno de la barriada del Príncipe, también investigan todo lo relativo a la financiación del terrorismo. Las naves comerciales del Tarajal, al lado de la frontera con Marruecos, están en su punto de mira.

”El trasiego de capitales entre gente afín al terrorismo -o gente que ni tan siquiera se dedicaba al terrorismo pero lo facilitaba- era la trasferencia mediante personas de confianza que se llama la hawala (en árabe, "cambio de moneda"). Estos señores se dedican, mediante una confianza total, a proponer intercambios de capitales entre países. Ellos tienen gente de confianza en los países del Medio Este, incluso en Asia. Básicamente se trataba de hacer llegar dinero aquí. Ellos tienen una persona allí a la que le pasan el dinero y esa persona tiene intereses y negocios aquí, y entregaba ese dinero aquí”.

P.- ¿Ha salido dinero para la yihad desde Ceuta?

Gibraltar ha sido un nido indudable de movimiento de capitales para el terrorismo

R.- Obviamente sí. Ha salido mucho dinero desde aquí, muchísimo dinero. De aquí y de Gibraltar. Gibraltar ha sido un nido indudable de movimiento de capitales para el terrorismo.

Detalle de una conversación de texto en el móvil de un agente infiltrado con un sospechoso

Detalle de una conversación de texto entre un agente infiltrado y un sospechoso a través del móvil. EN PORTADA

P.- Te lo tengo que preguntar: ¿En algún momento, por estos trabajos tan especiales que has hecho, has tenido miedo al vivir en Ceuta?

R.- Mucho, mucho. Recuerdo una vez que, después de la salida de prisión de uno de los terroristas, una de las personas cercana a él y que nos proponía información, tuvo un affaire con él. Le dijo que le quería hablar en secreto y lo pasé muy mal. Me avisó y me dijo: 'creo que se ha descubierto todo'. No sabíamos a quién acudir. Gracias a Dios estuvo la Policía ahí, monotorizando de alguna forma y cuidando de que no pasara nada… pero pasas miedo porque nosotros no existimos. El miedo era que pasara algo y que la familia no pudiera saber por qué.

La labor de la Policía es fundamental en todo esto. Es la de prevenir atentados para salvar vidas. La monotorización y el seguimiento de los terroristas tiene que ser indetectable, y esto sería imposible si no hay personas que no sean del ámbito policial para que haya una información de primera mano. Estamos en el filo de la navaja.

P.- Entiendo que un agente de la policía no pinta nada en El Príncipe. ¿Tú sí?

Nosotros no existimos, no existimos para nadie, la confianza es total

R.- Yo sí. Si vemos que una persona entra en una mezquita y no sale de ahí, un Policía no puede estar vigilando si sale o no, pero el barrendero del barrio sí. El barrendero del barrio se compromete sin ninguna retribución. He dicho barrendero del barrio por decir algo, pero puede ser cualquier persona, como el panadero, porque se compromete con la seguridad. En cuanto les dices que estás trabajando y que estás haciendo una labor que va a salvar vidas, incluso los familiares de gente que ha optado por la vía radical te dicen, ojalá me lo hubieras dicho antes, para que mi hijo o mi hija no se hubiera radicalizado de tal forma. Nosotros no existimos, no existimos para nadie, la confianza es total.

Infiltrados, no confidentes

Ya le hemos dado varias vueltas a la falda del monte Hacho y la sensación de seguridad y de estar trabajando de incógnito es total. La entrevista fluye por sí sola.

Somos una red que se tejió con una labor de inteligencia para llegar a individualizar, a localizar y, en su caso, a neutralizar

“Nosotros no somos confidentes porque no revelamos un secreto de un delito. Nosotros no estamos cometiendo ningún delito, somos una red que se tejió con una labor de inteligencia para llegar a individualizar, a localizar y, en su caso, a neutralizar. Aunque para neutralizar a elementos totalmente radicalizados y que podían cometer acciones violentas tales como atentados terroristas están la Policía y la Guardia Civil. Nosotros somos colaboradores. Colaboramos tanto con la seguridad como con la justicia de este país".

Un policía analiza en un ordenador las ondas de sonido de una escucha.

Las escuchas son parte del trabajo policial para luchar contra el terrorismo yihadista. EN PORTADA

Nuestro entrevistado no rehúye ninguna pregunta. Es una conversación sin líneas rojas ni cuestionario previo. En el atentado del 11M en Madrid se vio claramente la conexión entre el terrorismo yihadista y el narcotráfico. Es el momento de preguntarle por ese asunto tan espinoso.

“Tal vez la palabra confidente ha sido contraproducente a la hora de buscar gente para trabajar, porque se niegan a ser confidentes. Entonces les tienes que explicar muy bien que esto no es una confidencia, no tienes que delatar. En ocasiones hemos tratado con traficantes de droga".

Es difícil llamar confidente a una persona que está en el mundo del hampa

"Salvar una vida te hace elegir entre un mal menor y un mal mayor. Y al traficante había que explicarle y decirle: 'oye me interesa bien poco lo que haces porque para eso está la otra Policía, que te está siguiendo. Como persona cercana a este señor danos información de primera mano para evitar que tu madre, tu padre o cualquiera persona esté el día que cometa ese atentado'. Es difícil llamar confidente a una persona que está en el mundo del hampa”.

Vídeo promocional de 'Yihadismo: alerta 4' para RTVE Noticias

P.- Me hablabas también de una operación, durante unas Navidades, que fue especialmente complicada…

R.- Sí, la primera, la de M.D. Pasamos miedo aquellas Navidades, mucho miedo. Recuerdo cómo en la Comisaría General de Información velaban noches para que no se cometiera [un atentado], porque hubo un episodio que fue demoledor. A este chico [M.D.] le trajeron una bandera del DAESH, compró una cámara... eso ya era el momento en que se grababan para reivindicar un atentado, y uno de los días de más afluencia, antes de Reyes, entró en un centro comercial. Contaba los pasos en el centro comercial. Contaba los segundos y los minutos, y ahí se nos encogió el corazón. Dijimos: 'o es ya o algo va a pasar. No sabemos ni cuándo ni cómo, pero algo va a pasar'.

No hay forma de poder devolverle a esa persona la sangre, el sudor y las lágrimas que se deja en este trabajo

Afortunadamente, a los días, se procedió a la detención de este individuo junto con otro que ya había sido detenido por terrorismo internacional. Pasamos miedo, pero miedo tremendo, brutal. No se me olvidará nunca, pero nunca, nunca la persona que llevaba la investigación y ante el cual yo me quito el sombrero. El trabajo fue tremendo, excelente. Había que tener mucha sangre fría para analizar datos. Los analistas supongo que analizaban absolutamente todo, pero cuando recae la presión sobre esa persona, no hay forma de poder devolverle a esa persona la sangre, el sudor y las lágrimas que se deja en este trabajo.

Fotos en el móvil

En un semáforo y a oscuras, el entrevistado nos muestra en su teléfono móvil dos fotos de una misma persona, una de hace unos años y la otra actual.

“Este es un personaje del Príncipe que era indetectable porque había cambiado muchísimo de aspecto. Nuestra labor fue sacarle una foto actual. Pillarlo en el momento que fuera a comprar pan o… porque se movía dentro de un círculo súper cerrado del Príncipe y eso le hacía casi infranqueable. Si ves la foto que tenía de la ficha policial a como era, era casi imposible detectarle. Este individuo radicalizó a muchísimos jóvenes, incluso él quiso participar en alguna acción. Se llamaba 'Barbarroja'".

Si ves la foto que tenía de la ficha policial a como era, era casi imposible detectarle

"A otro individuo marroquí que vivía en la ciudad cercana de Castillejos había que pillarlo justo un día que estuviera en Ceuta, y era casi prácticamente imposible saber quién era. Gracias a un chico que logró identificarlo y tirarle fotos fue otro de los detenidos en Marruecos en una operación antiterrorista,con la colaboración de la DGST marroquí y creo que fuerzas francesas, belgas y españolas. Fue otro hito ponerle cara porque ni tan siquiera en Marruecos le ponían cara. A todo esta hay que apuntar también la gran colaboración que tenemos con Marruecos en ese sentido”.

Así se hizo 'Yihadismo: alerta 4"

P.- ¿Has tenido reconocimiento del Estado?

R.- Es el orgullo que te llevas. Que gente tan reconocida en el ámbito de la seguridad y de la justicia te valore de alguna forma. No oficialmente, porque sabemos que oficialmente no tenemos sostén ahora mismo. No hay una ley que proteja nuestra figura, no hay elementos de seguridad a los que podamos acudir en un momento de urgencia. Entonces, sí que es verdad que te llena de orgullo. Bueno, he salvado una vida de alguien, una persona a la que a lo mejor no le caigo bien, pero la he salvado y eso es lo importante, creo.

Finalizada la entrevista, le dejamos en su barrio. Es pasada la medianoche. Nos despedimos con una petición suya “por favor, que no se me reconozca”. Como respuesta, le señalamos el anagrama de TVE en la cámara. Sonríe con gesto de alivio porque sabe que nunca traicionaremos a una fuente. Se oye a un perro ladrar cerca. Le vemos alejarse protegido por las sombras y entrar en un portal.