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Semana Santa

'¡Dolores, guapa!': un grito de amor convertido en un documental reivindicativo de la Semana Santa

  • Tras tres festivales, el 20 de mayo el documental se estrena en cines por toda España
  • “Hay oficios característicos donde está el mariquita, como el vestidor, el bordador y el florista”

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'Dolores Guapa', orgullo andaluz

Durante el Martes Santo de 2019, el grito de amor de “Dolores, guapa” hacia la Virgen de los Dolores del Cerro del Águila se hizo viral. La devoción fue manchada rápidamente por comentarios en las redes sociales que, en gran medida, desprendían homofobia y plumofobia. Intentaron ridiculizar las maneras y las expresiones del chico al no concebir su júbilo.

Esto fue lo que le llevó a Jesús Pascual (Alcalá de Guadaíra, 1997) a dirigir en 2021 su primer largo documental: '¡Dolores, Guapa!'. Como sevillano y persona del colectivo LGBT, Jesús quería mostrar “una realidad que se conoce en Andalucía, pero que rara vez se le ha dado altavoz, casi nunca”.

Las imágenes y las tradiciones religiosas están presentes en las vidas de todas las personas que habitan en Sevilla. “Sevilla no se trata de unos pocos que se quieren llevar el nombre de Sevilla, sino que es de todas las personas que viven en Sevilla, incluso los que no son de Sevilla”, explica el director y admite: “Traer a toda esta gente a primer plano es con lo que más contento estoy del documental”.

Cuando tú utilizas un insulto y te lo llevas a tu terreno, ya deja de ser un insulto.

La función del proyecto audiovisual era recoger testimonios y reivindicar, también, al mariquita andaluz. El director nos cuenta que esta “es una figura de la que se ha empezado a estudiar ahora en la antropología su importancia y el paradigma que supuso esa manera de vivir la homosexualidad y la expresión de género”. En el documental, dos chicos dicen: “Cuando tú utilizas un insulto y te lo llevas a tu terreno, ya deja de ser un insulto. Ya no te puede hacer daño”. El director, explica que “es una forma de intentar armarse con aquello que te están arrojando”.

Contar historias para romper tópicos

El proceso de casting fue largo. Comenzó en Instagram donde anunciaron que estaban preparando un documental sobre la semana santa andaluza y el mundo marica. Pedían que les contactaran aquellos que guardaran alguna relación con el tema o si creían que podían aportar algo. Jesús Pascual no anticipó la acogida: “No esperábamos que respondiera nadie porque pensamos que la gente no quería hablar del tema”.

Nos dimos cuenta entonces de que había algo que la gente quería contar.

Sin embargo, más de doscientas personas de toda Andalucía contactaron con ellos. “Nos dimos cuenta entonces de que había algo que la gente quería contar”, confiesa el director. De todas esas historias, tuvieron que hacer una criba. “Fuimos seleccionando perfiles. Unos nos llevaban a otros. Muchos cafés para ver qué podían contar, si nos servían o no, si era lo que buscábamos, etc.” Afirma que los que no salieron “nos sirvieron de otra manera porque nos condujeron a otras personas”.

En el documental aparecen en torno a veinte entrevistas, aunque cuenta Jesús: “Llegamos a entrevistar a mucha gente que no ha podido llegar al montaje final porque se nos iba de las manos”.

Nos interesaba que se viera que era un fenómeno que atravesaba a muchas personas.

Los perfiles de las personas que aparecen en la película son muy diversos. “Nos interesaba que se viera que no era cosa de cuatro frikis, sino que, de verdad, era un fenómeno que atravesaba a muchas personas”, explica el director. “Hay gente de diferentes edades, creyente, atea, de barrios totalmente diferentes, que tienen una idiosincrasia radicalmente diferente y con niveles adquisitivos muy distintos”. Tenían claro desde un inicio que el proyecto debía servir para mostrar la realidad transversal que se vive, ya que, independientemente de la condición religiosa de las personas, la Semana Santa afecta. Además, también se interpreta desde el punto de vista artístico.

Las películas de Semana Santa, parte de la memoria colectiva

Antonio Bonilla, productor del documental, confiesa: “Al principio pensábamos que iban a contar historias muy singulares y desconectadas las unas de las otras. Conforme íbamos haciendo las entrevistas, nos dábamos cuenta de que todos habían tenido el mismo recorrido vital a lo largo de su vida con respecto a la semana santa, aunque cada uno, obviamente, desde su perspectiva y su ideología”.

El rodaje se realizó durante la pandemia y, para demostrar esta narrativa coincidente y la entidad marica andaluza, Jesús Pascual concreta: “En un año donde no podíamos tener planos de procesiones llenos de mariquitas, pues nos hacía falta que se viera mucha cantidad de perfiles y las distintas maneras que hay de acercarse a la fiesta”.

El significado de “mariquita” y su papel en la Semana Santa

Históricamente, también los mariquitas han asimilado la Semana Santa desde su infancia. En la actualidad, las nuevas identidades responden a estas tradiciones participando en ellas, ya sea perpetuándolas o modificándolas. En el documental, para reivindicar la palabra “marica”, Jesús Pascual nos cuenta que encontramos al “personaje de Antonio, que es un señor mayor que nos da las claves para entenderlo y para rastrear las nuevas identidades en el ámbito actual de la Semana Santa”.

Hay distintos roles que abarca el mariquita andaluz dentro de las cofradías. Antonio Bonilla explica que “hay oficios característicos dentro de la Semana Santa donde está el mariquita, como el vestidor, el bordador y el florista, que es el que pone flores a los pasos”.

El mariquita ha encontrado su hueco en estos empleos porque tiene cuerpo de hombre y, socialmente e históricamente, se le ha entendido como hombre con habilidades femeninas. Según Jesús Pascual, “esta cosa de la sensibilidad, que se le presupone a las mujeres, con el cuerpo y la aceptación a la autoridad de los hombres les ha llevado a estar en muchos ámbitos en los que las mujeres o los hombres, por distintas cuestiones, no han podido entrar”. En el documental, se habla del mariquita como del hombre completo, porque es aquel que tiene la autoridad, “pero también te pone una puntilla”.

Mariquita quiere decir muchas cosas más allá que gay o que homosexual

Jesús Pascual define su documental como una película de mariquitas “porque creo que las palabras son importantes. Creo que hay reivindicar palabras y que es interesante utilizar esos insultos que siempre se han lanzado en contra de nosotros como arma, como forma de identidad y como manera de traernos nosotros al frente. Yo creo que sí, que mariquita quiere decir muchas cosas más allá que gay o que homosexual.”

“Pensar en la Semana Santa como una cosa de unos pocos y donde solo unos pocos participan es un problema”, expresa Jesús Pascual. La Semana Santa es así de diversa. No es una visión plana. Antonio Bonilla recalca que “todas esas visiones que, en muchos casos, son antagónicas, al final, son la Semana Santa, tanto la una como otra, aunque muchas veces son contrarias”. El director concluye que “hay que repensar en la ciudad y entender que la Semana Santa pertenece a toda la gente que vive en Sevilla”.

Hay ese sentimiento sevillano y el sentimiento hacia la Semana Santa, pero desde esa perspectiva que nunca se cuenta.

De hecho, lo que más le interesó al productor de la historia es “que se contase qué es Sevilla, que se contase la identidad de la ciudad y que no se quedase solo una historia de maricones”, pero, por supuesto, haciendo hincapié “que esto también es Sevilla. Hay ese sentimiento sevillano y el sentimiento hacia la Semana Santa, pero desde esa perspectiva que nunca se cuenta”.

El futuro de ¡Dolores, guapa!

Mi madre me decía que tuviera cuidado, que allí no se iba a entender.

La primera vez que el equipo se enfrentó al estreno delante de un público ajeno a la producción, este eran sus allegados y amigos cercanos. Antonio Bonilla recuerda la experiencia: “Cuando la pusimos este fin de semana en el pueblo, mi madre me decía que tuviera cuidado, que allí no se iba a entender, que lo de mariquita me lo ahorrara. Tienen ese miedo”.

El largometraje de ¡Dolores, guapa! se estrenó dentro de la sección ‘Panorama Andaluz’ en la 18ª edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF). En este festival, cuenta Antonio Bonilla, que “se recibió con mucha naturalidad, con la naturalidad que Sevilla acoge esa diversidad en la Semana Santa”. En el SEFF, las reacciones del público que vio la película fueron favorables. Sin embargo, Jesús Pascual admite: “Nosotros íbamos con mucho miedo y teníamos un poco de presión por cómo caería en determinados sectores de la ciudad. De momento, no hemos tenido reacciones negativas o no nos han llegado, pero estamos esperando a que nos lleguen”.

Después de triunfar en el SEFF como Mejor Película en dicha sección, se proyectó en la 26ª edición de LesGaiCineMad, el Festival Internacional de Cine LGBTI en Madrid.

El último festival donde ha participado es en la 18º edición de Andalesgai, donde han sido premiados como Mejor Documental. Desde los festivales, Jesús Pascual tiene el objetivo de reivindicar: “Las personas del colectivo estamos haciendo películas que se seleccionan en festivales y la gente va a verlas”.

Ahora la reivindicación pasará a la gran pantalla. El próximo 20 de mayo se estrenará en cines por toda España. En el caso de que no esté en la programación en los cines de su ciudad, pueden mencionar por Twitter al cine donde quieren que la pongan. “Con que unas quince personas la pidan, la película se pondría”, confirma el director.