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Borràs evita la desobediencia del Parlament y rechaza la delegación de voto de Juvillà

  • La CUP ha renunciado a votar en el pleno en señal de protesta y considera que su "condición de diputado" está "suspendida"
  • El dictamen simbólico sobre el escaño de Juvillà ha sido aprobado con los 73 votos a favor de ERC, JxCat y En Comú Podem

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El diputado de la CUP Pau Juvillà
El diputado de la CUP Pau Juvillà

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, ha denegado el voto delegado solicitado por la CUP para su diputado Pau Juvillà bajo la argumentación de que la votación del pleno extraordinario sobre su escaño "no quede contaminada por un conflicto de intereses". De esta forma, ha evitado desobedecer a la Junta Electoral (JEC), que ordenó retirar su acta de diputado.

El Parlament de Cataluña ha celebrado este jueves un pleno de urgencia para debatir y votar el dictamen acordado por ERC, JxCat, la CUP y los comunes para mantener el escaño a Juvillà, inhabilitado por no haber descolgado lazos amarillos del edificio del ayuntamiento de Lleida en período electoral, aunque se imponían como "límite de la desobediencia" no comprometer penalmente a funcionarios.

Sin embargo, aunque el dictamen aprobado establece que Juvillà no concurre en las causas para perder su escaño, el hecho de que no haya sido convocado al pleno evidencia que ya no cuenta con sus derechos como diputado.

La CUP rechaza votar en señal de protesta

La CUP había pedido a la presidenta la delegación de voto para Juvillà en el pleno extraordinario, en el marco de las restricciones por el coronavirus en el hemiciclo de la cámara. Sin embargo, Borràs lo ha denegado finalmente bajo la argumentación de que la votación del pleno extraordinario sobre su escaño "no quede contaminada por conflicto de intereses".

En concreto, el artículo 16.1 del reglamento del Parlament, invocado por Borràs, señala que "hay conflicto de intereses cuando un diputado tiene un interés personal directo o indirecto que puede influir de manera inadecuada en el cumplimiento de sus deberes como diputado de manera íntegra".

La portavoz parlamentaria de la CUP Eulàlia Reguant ha denunciado que Juvillà, secretario tercero de la Mesa del Parlament, "no ha sido convocado a este pleno", por lo que "sus derechos y su condición de diputado" se encuentran "suspendidos".

Ante esto, el grupo parlamentario ha decidido no participar en la votación del dictamen en señal de protesta por no haberlo convocado al pleno extraordinario. Finalmente, el dictamen simbólico ha sido aprobado con los 73 votos a favor de ERC, JxCat y En Comú Podem, frente a los 53 en contra de PSC, Vox, Cs y PP.

La oposición critica la suspensión de la actividad parlamentaria

La portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, ha arremetido contra el "esperpento político indigno" que ha protagonizado el independentismo. "No son sinceros con ustedes mismos ni con la ciudadanía. Se mueven en el campo de las apariencias para no mostrar lo que realmente son y piensan", ha afirmado durante el debate.

El líder de Cs, Carlos Carrizosa, ha acusado a Borràs de "trumpista", en alusión al expresidente de EE. UU. Donald Trump, por "socavar las instituciones desde las propias instituciones". Además, ha sugerido que ERC, JxCat y la CUP se han "sacado de manga" un dictamen que está "fuera de los estándares jurídicos" y que es más propia de "fórmulas mágicas", como "redactar un padrenuestro al revés, votarlo y pensar que se va a aparecer Satán".

Desde En Comú-Podem, su portavoz David Cid ha tachado de "desobediencia ficción" y de "operaciones de magia borrás" la estrategia adoptada por la presidenta de la cámara. Así, ha acusado a los partidos independentistas de haber "contribuido al descrédito" de la política proponiendo la "barbaridad de cerrar" la cámara "afectando la vida de miles de personas".

También ha cargado contra Borràs el líder del PPC en el Parlament, Alejandro Fernández, quien le ha acusado de haber actuado con "arrogancia e infantilismo". En su intervención, Fernández ha dicho que la presidenta quería "organizar su semana blanca" particular al suspender la actividad parlamentaria, y ha subrayado que "cerrar el Parlament es ilegal, antidemocrático e inmoral".

Vox, por su parte, ha advertido a la presidenta de la cámara que "recibirá una querella" de su partido si no retira el escaño al diputado de la CUP y han remarcado la "rebeldía perpetua" de la Mesa de la cámara "secuestrada por el separatismo". "Resulta paradójico que todos ustedes nos traigan a debatir por la protección de un representante público que se saltó la ley, en lugar de hablar de los verdaderos problemas que preocupan y ocupan a los catalanes", ha indicado Ignacio Garriga.