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Un grupo de militares detiene al presidente de Guinea-Conakri y "disuelve" el Gobierno y la Constitución

  • El coronel Mamady Doumbouya ha justificado el golpe por "la falta de respeto a los principios democráticos"

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Los militares dan un golpe de Estado en Guinea-Conakri y detienen al presidente

La confusión se ha adueñado este domingo de Guinea-Conakri después de que el presidente Alpha Condé fuera detenido por militares, que declararon la disolución de la Constitución y del Gobierno en un golpe de Estado.

Condé, que gobernaba con firmeza desde 2010 este país de África occidental, fue detenido por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército, ha asegurado el comandante de ese cuerpo de élite, coronel Mamady Doumbouya, identificado por medios locales como un exlegionario francés que retornó a Guinea en 2018.

El coronel ha anunciado, en un vídeo difundido en redes sociales del que se han hecho eco los medios guineanos, que los militares acordaron "disolver la Constitución en vigor". "Después de tomar al presidente, que actualmente está con nosotros, hemos decidido disolver el Gobierno, disolver la Constitución en vigor, disolver las instituciones y cerrar las fronteras terrestres y aéreas (...) Llamamos a nuestros hermanos de armas a la unidad, a fin de satisfacer las legítimas aspiraciones del pueblo de Guinea".

Después, Doumbouya ha comparecido en la televisión estatal, flanqueado por varios soldados y con la bandera nacional sobre los hombros, para informar de la creación del Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo, que busca "iniciar una consulta nacional para abrir una transición incluyente y pacífica".

El coronel ha justificado el golpe por "la falta de respeto a los principios democráticos, la politización excesiva de la administración pública, la mala gestión financiera, la pobreza endémica y la corrupción" que, a su juicio, imperan en el país.

"¡Viva el golpe de Estado!"

En fotografías y vídeos difundidos por medios locales, Condé, de 83 años, ha aparecido vestido con pantalón vaquero y camisa estampada, sentado en un sofá con rostro serio y rodeado de soldados armados con fusiles en lo que parece ser el palacio presidencial en Conakri.

Por momentos, la situación era confusa porque el Ministerio de Defensa había asegurado en un comunicado que "la Guardia Presidencial, apoyada por las fuerzas de defensa y seguridad, leales y republicanas, contuvo la amenaza y rechazó al grupo de atacantes". "Las operaciones de seguridad y búsqueda continúan para restaurar el orden y la paz", indicó la nota oficial, que no mencionaba palabra alguna sobre la suerte del presidente y que parece haber sido desmentida por los hechos.

De momento, la asonada parece contar con un cierto apoyo popular, pues muchos ciudadanos se han echado a las calles de Conakri al grito de “¡Viva el Ejército! ¡Viva el golpe de Estado!".

En una primera reacción internacional, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha dicho en su cuenta de la red social Twitter que condena "enérgicamente cualquier toma del Gobierno por la fuerza de las armas" y ha pedido la "liberación inmediata" de Condé.

Más tarde, la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), bloque al que pertenece Guinea-Conakri, han reprobado rotundamente la rebelión militar y han exigido también la "liberación inmediata" del mandatario. El presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, jefe de turno de la CEDEAO, ha demandado igualmente el "retorno al orden constitucional bajo pena de sanciones", y ha reafirmado la "desaprobación" de ese bloque de "todo cambio político anticonstitucional".

Asimismo, el Gobierno francés ha exigido "la liberación inmediata" del presidente. En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha demandado "la vuelta al orden constitucional y la liberación inmediata y sin condición del presidente Condé". Asimismo, la cancillería francesa ha dicho estar "en contacto estrecho con sus socios africanos e internacionales".

A la condena internacional se ha sumado también Estados Unidos El Departamento de Estado ha condenado estos hechos y ha señalado que las acciones en Guinea-Conakri pueden limitar el apoyo al país de los estadounidenses y de sus aliados. El país liderado por Joe Biden ha pedido además dejar atrás la violencia y ceñirse a la Constitución y al respeto de la ley.

Condé llegó al poder en 2010

Se da la circunstancia de que el mandatario llegó al poder el 21 de diciembre de 2010 tras el golpe militar del 23 de diciembre de 2008, perpetrado poco después de la muerte del presidente Lansana Conté, quien había ocupado la jefatura de Estado desde 1984.

La junta militar que tomó el poder, bajo el mando del capitán Moussa Dadis Camara, dirigió el país hasta finales de 2010, cuando Condé se impuso en las elecciones en una segunda vuelta.

El pasado 18 de octubre, Guinea-Conakri celebró unos comicios presidenciales en los que Condé se presentó a un controvertido tercer mandato, no permitido en principio por la Constitución, tras celebrar un referéndum en marzo de 2020 para cambiar de Carta Magna, aprobado con un 91,5% de votos a favor.

En rechazo a ese tercer mandato, grupos de oposición y la sociedad civil se reagruparon en el Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC), que ha anunciado una "reunión urgente" para analizar la situación.

Tras la violencia que desencadenaron los citados comicios de octubre, alrededor de treinta personas murieron, según la oposición, tras disparar las fuerzas de seguridad munición real contra transeúntes y manifestantes.

Además, 325 personas fueron detenidas hasta el pasado 31 de octubre, según el fiscal del Tribunal de Apelación de Conakri, pero Amnistía Internacional sostiene que después de esa fecha hubo más arrestados, entre ellos varios miembros de partidos opositores.