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Vacunación

El sector del ocio educativo pide que se les vacune

  • Piden a la administración que se vacunen a los monitores y exigen una planificación para poder abrir
  • La Asociación Empresarial de Servicios Sociales y Culturales de Aragón cifra en más de cuatro millones de euros las pérdidas

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Ocio educativo de Aragón cifra sus pérdidas en cuatro millones de euros

Cada verano, unos 30.000 jóvenes se benefician de actividades al aire libre, en el medio natural o en espacios acondicionados y seguros.

Detrás hay todo un sector de ocio educativo y animación cultural que genera 1.200 puestos de trabajo, cifra que incrementa en temporadas de mayor actividad según la Asociación Empresarial de servicios sociales culturales de Aragón (AESERSOC),  que aglutina a 20 de las 85 empresas en la Comunidad.

Los monitores de nuestras empresas se rozan, juegan, se tiran al suelo con los niños

El sector piden al Gobierno de Aragón, por un lado, que incluya a los monitores de estas empresas en el plan de vacunación como al personal que presta servicios en centros educativos.

“Nunca se nos ha incluido dentro de la comunidad educativa. Los monitores de nuestras empresas se rozan, juegan, se tiran al suelo con los niños. Queremos saber qué va a pasar con nuestros trabajadores” dice Víctor López, presidente de AESERSOC.

Queremos poder empezar a planificar las actividades veraniegas

El año pasado redujeron su actividad en un 70%. Los menores de 12 años no pudieron disfrutar de colonias y las acampadas al aire libre se suspendieron. Este año, no quieren que se repita.

Ahora, muchas de las empresas que organizan estas actividades empiezan a abrir los periodos de inscripción y por eso exigen previsión a la Administración. "Queremos poder empezar a planificar las actividades veraniegas, que la Administración dé a conocer ya las directrices y protocolos y no ocurra como el año pasado” ha reivindicado López.

La mayoría de los trabajadores se encuentra en ERTE

Por otro lado, piden ayudas para su sector. Llevan un año sin trabajar y la mayoría de los empleados están acogidos a un ERTE.

Se estima que las pérdidas en el sector ascienden a más de cuatro millones de euros y que alrededor de una decena de empresas han cerrado.