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Libros

Las muñecas asiáticas que conquistan a niñas y coleccionistas

  • Guillem Medina publica Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia
  • La historia de las muñecas japonesas y un repaso de las más populares

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Detalle de la portada de 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'
Detalle de la portada de 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

Hace tiempo que la Barbie vio amenazado su trono por las muñecas asiáticas, mucho más originales y variadas. Y que además de a las niñas también atraen a un cada vez mayor número de adultos que las han convertido en un preciado objeto de coleccionista. El fotógrafo escritor y coleccionista de muñecas Guillem Medina les dedica el libro Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia (Diábolo ediciones), un auténtico catálogo de maravillas

Guillem nos comenta por qué ha querido hacer este libro: “Anteriormente hice junto a Núria Simón tres Toylands dedicados a la muñeca española, a la americana y la asiática. Nos faltó uno dedicado a la muñeca europea, pero eso ya es otro tema. De todos ellos, si te fijas, el único que sigue en auge, con algunas excepciones, es el mercado asiático, el español como mucho vive de Nancy y muñecas bebé y el norteamericano tiene a Barbie como gran referencia, con muñecas cada vez de menor calidad y orientado únicamente para el público infantil”.

“En cambio –añade- las muñecas que nos llegan de Asia, y últimamente de Corea del Sur, están orientadas a un público adulto, que quiere exclusividad y que no le importa (hasta cierto punto) gastar más dinero por una muñeca especial, que no encontraría fácilmente en unos grandes almacenes, para entendernos”.

Imagen del libro 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia' cropper

Muñecas para coleccionistas

En Asia hay una auténtica fiebre por estas muñecas que se están convirtiendo en preciados objetos de coleccionista. “Actualmente las muñecas que están teniendo más éxito son las de Corea del Sur –nos comenta Guillem-. Son ediciones muy limitadas, con unos rostros y unas fisionomías un tanto particulares y con unos precios para mi gusto desorbitados. Pero, sorprendentemente, los coleccionistas las compran como locos y siempre se agotan”.

“Además, cada mes aparecen nuevos artistas que crean su línea de muñecas –continúa-. Cuando salga mi libro a la venta seguro que ya han aparecido cuatro cinco nuevas marcas. Es un concepto muy diferente del americano. En América se lleva más la gran multinacional que fabrica como churros un producto de una calidad media-baja, para todos los públicos, de un precio muy asequible”.

“En Asia en cambio no tienen interés por llegar a millones de personas, con llegar a unos cientos les basta –añade el autor-. Con ello consiguen controlar mejor la calidad del proceso, los materiales, incluso las expresiones de los maquillajes. Es otro mundo. No son las rivales de Barbie porque no van dirigido al mismo público. Es como comparar un bolso Chanel auténtico con uno del top manta que ponga Chabel".

Imágenes del libro 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

Muñecas basadas en las tribus urbanas

“En un principio –nos cuenta Guillem- las muñecas orientales intentaban imitar los rasgos occidentales, como en los mangas, es por eso que les dibujaban esos ojos gigantescos llenos de brillos, naricitas respingonas y boquitas de piñón. Con el tiempo, y por suerte, las muñecas orientales parecen orientales, en todas sus variantes –añade-. No se trata de hacer muñecas de pelo negro liso vestidas con kimono, en Japón hay multitud de tribus urbanas con un look muy definido y las muñecas muchas veces son el reflejo de estas tribus urbanas. Así como aquí es impensable sacar una muñeca punk, grunge o heavy, allí no sería tan extraño, si estas fuesen las tribus más de moda, claro”.

“Recuerdo que cuando estuve en Tokio –añade- me pasé un buen rato parado en medio del barrio de Shibuya simplemente viendo pasar a las japonesas, eran como muñecas. Al final no sabes si las chicas van vestidas como muñecas o las muñecas imitan el look de estas chicas. En el libro, lógicamente no solo hablo de muñecas exclusivas, también hay líneas más comerciales como Licca de la empresa Takara (que vendría a ser un símil del mundo Barbie) donde todo es rosa, de princesa y con muchos brillos”.

Imágenes del libro 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

El libro

Preguntamos a Guillem cómo ha estructurado este nuevo libro: “A diferencia de otros libros que he dedicado a muñecas, este sigue un orden más o menos cronológico. Quería empezar explicando las muñecas niponas de la antigüedad porque muchas veces sirve para entender las que existen ahora. Pueden cambiar las modas, los rostros, pero por ejemplo las tan conocidas BJDs de la actualidad usan un sistema de articulaciones que ya se usaba hace siglos. Para mí resultaba más práctico hacer este repaso en la historia de la muñeca en Asia comenzando por Japón, lógicamente, pero también he incluido muñecas de Hong Kong, Taiwan, China y por supuesto Korea”.

En cuanto a la relación de este volumen con los otros que escribió junto a Núria Simón, Guillem nos comenta que: “Este libro igual puede parecer más riguroso en cuanto a facilitar información y datos, aunque siempre intento poner mi granito de arena simpático, a veces lo consigo y otras no. Y, sobre todo, como no soy nada mitómano, hablo de los temas con total libertad, si algo no me gusta lo indico o lo critico. A ver, en el fondo estoy hablando de muñecas, más caras o más baratas, y yo colecciono, pero ni son mis amigas, ni mis hijas, ni unas santas a las que le he montado un altar. En fin, quizás sea muy desprendido en eso”.

Portada de 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

Las muñecas y la cultura japonesa

Las muñecas tienen una larguísima relación con la cultura japonesa y, desde el Siglo XX, sobre todo con el manga. “Las muñecas japonesas y el manga muchas veces van de la mano y se auto retroalimentan mutuamente –asegura Guillem-. El merchandising de las principales series de dibujos es más viejo que yo. En los setenta ya se hacían muñecas de Heidi, Candy Candy o el Comando G, que eran dibujos de mi infancia, pero también los animes favoritos de los niños japoneses. Posteriormente se volvieron locos con Sailor Moon y más tarde con Card Captor Sakura, por ponerte unos ejemplos. No estoy muy puesto en los ultimísimas mangas que triunfan en Japón, pero continuamente ves versiones de muñecas Pullip o de BJDs inspiradas en ellas”.

“Respecto al lugar de la muñeca en la cultura japonesa –añade-, queda respondido en el primer capítulo del libro, cuando hago un repaso a las principales donde veréis que muchas de ellas se usaban como objeto ceremonial y no siempre estaban dedicadas a los niños”.

Pero además, las muñecas son objeto de numerosas convenciones y congresos de aficionados. “Hoy en día son un acontecimiento habitual en el mundo del coleccionismo –afirma Guillem-. Recuerdo cuando era más joven que veía con envidia sana las convenciones que se hacían en Estados Unidos de Barbie y pensaba que aquello debía ser una pasada para el coleccionista: podías comprar, ver novedades y charlar con otros con tu misma afición. Hoy en día, solo de Barbie ya se celebran dos convenciones nacionales en España, además de Portugal, Italia, Países Bajos, etc; de Blythe también se celebran unas cuantas en España …uff, el panorama ha cambiado mucho, y creo que para bien”.

Imágenes del libro 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

Las primeras muñecas datan del Siglo VI

El libro también repasa la historia de las muñecas en Japón. “A partir del siglo VI ya se conocen representaciones antropomórficas –afirma Guillem-, al principio relacionadas con representaciones religiosas, pero posteriormente, y gracias al poder adquisitivo de una clase burguesa, las muñecas pasan a ser un objeto de decoración y más tarde se con vierten en un juguete para los niños”.

“Este seria, a grandes rasgos, la evolución del uso de la muñeca, aunque en el libro está mucho mejor explicado y con muchas más fotografías que ayudaran a entender este proceso –continúa-. De hecho, mientras investigaba los diferentes tipos de muñecas me he sorprendido con algunas, no tanto por su aspecto, sino por su utilidad. Existen muñecas amuletos para prácticamente cualquier cosa que desees”.

Imágenes del libro 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

Las BJDs, las muñecas de moda

Antes Guillem nos hablaba de las BDJs, pero… ¿qué son exactamente? “Las BJDS son un tipo de muñecas con un sistema complejo de articulaciones que les permite adoptar mil y una postura –responde Guillem-. Eso sería en resumen la gran diferencia con las muñecas que existían hasta ahora”.

“Al margen de esto –añade-, la gran aportación ha sido que se ofrecen los elementos para que puedas costumizarla a tu gusto: se puede elegir el molde facial, tono de piel, color de ojos, el tipo de pelo, el maquillaje, el vestuario, calzado, etc. Claro que las grandes empresas te venden la muñeca ya acabada, pero lo que más le gusta al coleccionista es sentirse un poco como Gepetto y crear su pequeño avatar”.

La verdad es que hay BJDs para todos los públicos, no es que estas sean las muñecas más caras del mundo, pero si vas sumando todos los elementos que compras y añades para hacerles diferentes, pues al final, igual la muñeca te ha salido por 300 o 500 euros. Y eso sin contar que le irás comprando ropa y complementos más adelante” –concluye el autor-.

Entre los cientos de fotografías del libro también descubriréis algunas muñecas bastante rocambolescas: “En el mundo de las muñecas japonesas te puedes encontrar cosas tan raras como los propietarios de estas. Si el amo es muy seguidor de la fantasía puede crearse su propio fauno, sirena, unicornio, centauro o demonio. Si en cambio le gusta más el rollo colegialas pechugonas seguro que le pondrá a su muñeca una talla cien de pecho y unas falditas mini para verle las braguitas”.

“Otros prefieren los personajes masculinos pero muy andróginos con los ojos maquillados y las orejas puntiagudas. Para gustos los colores. Pero creo que eso es lo que le da una riqueza y variedad a estas muñecas. Tú vas a una convención de Barbie, por decirte algo, y ya sabes más o menos lo que te encontrarás, aunque haya muñecas customizadas. Pero si vas a una convención de BJDs, no hay límites” –asegura Guillem-.

Imagen del libro 'Momoko, Licca, Blythe y otras muñecas que vienen de Asia'

¿Cómo serán las muñecas del futuro?

Como sabe tanto de muñecas, preguntamos a Guillem cómo cree que serán las del futuro: “En el libro hablo de una empresa japonesa que ha creado las smartdolls, unas muñecas creadas a la carta, de un tamaño considerable en la que el cliente puede pedir lo que desee: pecas, manchas de nacimiento, vitíligo, tatuajes, etc. Claro que toda esta exclusividad tiene un precio”.

¡Es igual –añade- que las pequeñas muñecas koreanas, de un precio considerable pero que, seguramente, poca gente en el mundo tendrá otra igual a la tuya. Es como en el caso de las cervezas artesanas, cada uno puede fabricar su propia marca en casa con los elementos necesarios, algunas serán mejores o peores, pero todas serán diferentes y seguro que encuentras tu público”.

“Creo que en el futuro seguirán coexistiendo la muñeca barata de baja calidad para que jugueteen los niños y la muñeca de coleccionismo, de alta calidad y aspecto exclusivo. Y esas mejor que no se la dejéis a un niño para jugar” –concluye Guillem-.