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Festival de Málaga

'Las niñas' se confirma en Málaga como una de las joyas del cine español de 2020

  • Hablamos con su directora, Pilar Palomero, y con su joven protagonista, Andrea Fandos
  • La historia de las mujeres de hoy en día vista a través de la educación que recibieron en los 90

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La directora Pilar Palomero presenta 'Las niñas' en el Festival de Málaga de Cine Español

Ya había avisado en el Festival de Cine de Berlín, donde fue recibida con una gran ovación antes del confinamiento y ahora, en el Festival de Málaga, la película Las niñas, el debut en el largometraje de Pilar Palomero, se ha confirmado como uno de los grandes títulos de este 2020. La historia de las mujeres de hoy en día dibujada a través de la educación que recibieron en los años 90, que en aquella época parecía moderna pero que el tiempo ha demostrado como bastante retrógrada. Hemos hablado en Málaga con la directora y con la protagonista, Andrea Fandos, que encabeza un reparto de niñas realmente sorprendente.

“La idea para Las niñas surge de reflexionar sobre la educación que recibía, al igual que las personas de mi generación –asegura pilar Palomero-. Y en concreto de encontrar un cuaderno de religión de sexto de EGB, que es el que aparece en la película, que me llamó mucho la atención, porque yo no recordaba que en el año 92 hubiera recibido ese tipo de mensaje sobre la castidad”.

“Esa redacción sobre la castidad -continúa pilar- me parecía como muy pasada de moda para ese año de las Olimpiadas y la Expo de Sevilla. Y empecé a tirar del hilo y a pensar cómo era esa época. Hablé con amigos y familiares y me di cuenta de lo contradictora que fue la educación de esos años, que todavía cargaba con muchas cosas del pasado y no estaba en ese punto en el que se sentía el país, con esa euforia del año 1992”.

“Creo que la educación siempre va detrás de la sociedad”

La película, que está participada por RTVE y se estrenará el 4 de septiembre, cuenta la historia de Celia, una niña de 11 años (Andrea Fandos) que estudia en un colegio de monjas en Zaragoza y vive con su madre (Natalia de Molina). Brisa, una nueva compañera recién llegada de Barcelona, la empuja hacia una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del año 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras.

“En general la sensación que yo tengo es que la educación siempre va detrás de la sociedad asegura Pilar-. Ahora lo vemos con el tema de Internet, que la realidad supera a cómo se pueden adaptar los profesores. Y a cómo usar las redes sociales e internet en general. No sé lo que pasará dentro de otros 30 años, porque vivimos un mundo incierto y ni siquiera sabemos si van a poder volver en septiembre al colegio. No lo sé, yo para entender mi educación necesité que pasaran 30 años”.

Pero la educación sobre la que reflexiona la película no es solo la que Pilar y otras niñas recibieron en el colegio. “A mí me educó tanto la monja que me hizo escribir la redacción sobre la castidad como las Mama Chicho de Telecinco y que veíamos a la hora de cenar –asegura la directora-. Para mí todo eso es educación y me moldeó, me hizo ser quién soy. Y ahora, revisando aquella época, me he dado cuenta de que había mensajes que calaban muy hondo. Yo escribo desde muy pequeñita y cuando veo los relatos de aquella época me sorprenden porque eran increíblemente machistas. Lo teníamos tan interiorizado, que no éramos ni conscientes”.

Pilar asegura que en ese aspecto todavía nos falta mucho por avanzar: “Sobre todo lo he notado cuando voy a dar charlas a los institutos. Los chavales me comentan que si hay pocas mujeres directoras de cine es porque no les gusta dirigir. Y eso hoy en día. Aunque no todos los colegios son iguales. Afortunadamente ahora la educación da más voz a los chavales, les permite reflexionar mucho más que hace 30 años cuando lo que priorizaba era la cuestión académica y el estudio”.

“Nuestros padres lo tuvieron mucho más difícil para acceder a estudios superiores y nadie se preocupaba por lo que pensaban -añade-. Hoy en día nos preocupamos mucho más por saber cómo se sienten los niños y las niñas, se les hace más caso…. Pero no sé si es más positivo. Solo tengo preguntas, no respuestas”.

Imagen de la película 'Las niñas'

'Las niñas' aborda la educación en España en los 90 Jorge Fuembuena

“Las redes han cambiado por completo la educación de los niños”

Pilar asegura que las redes sociales han modificado la educación de los niños actuales: “Les ha cambiado todo. Su forma de comunicarse, de relacionarse entre ellos… eso tiene su parte positiva, que es que tienen toda la información que quieran y que no tienen que ser tan ingenuos como éramos en mí época, donde había todas esas leyendas urbanas, bulos y rumores. Creo que con internet tienen una vía para informarse y no ser tan mojigatos".

"Pero por otra parte –añade-, está el tema de cómo los niños utilizan los móviles para el ciberacoso, la educación sexual a través del porno… Ese es uno de los retos de la educación actual, como emplear internet para el beneficio de los chavales y para su educación”.

En cuanto a las niñas que ha conocido en la película, Pilar asegura que dependiendo del colegio del que viene cada una todavía sigue habiendo muchas diferencias en la educación: “La que venía del colegio católico concertado tiene una educación era más parecida a la que se ve en la película. Una cosa que les ha llamado mucho la atención es la hipersexualización de la mujer en los medios de comunicación y la publicidad de la época. Un fenómeno que en aquella época era tan normal que no lo habíamos puesto ni nombre. Como el bulling, que tampoco tenía nombre en aquella época”.

“Vimos casi a mil niñas para elegir a las protagonistas”

Para elegir a las niñas Pilar asegura que: “Vimos a casi mil niñas, entre Zaragoza y Barcelona. Sobre todo buscaba chicas que pudieran ser muy auténticas, que pudieran aportar su esencia y su personalidad a la película, que fueran muy de verdad. Unas niñas con sus propias emociones. Y ellas han sido muy generosas respecto a sus sentimientos y a todo lo que han dado en la película. Quería transmitir ese momento tan frágil del fin de la infancia y ellas lo han conseguido”.

La madre de la protagonista si es una actriz conocida: Natalia de Molina. “Quería trabajar con Natalia no porque hubiera ganado dos Goyas y fuese muy conocida, sino porque me apasiona su trabajo y el talento que tiene” –asegura Pilar-

Justo antes del confinamiento la película fue muy bien recibida en Berlín donde recibió una larga ovación: “Entendieron perfectamente el mensaje, lo que me encantó porque al final te das cuenta de que es un tema muy universal, ese momento de ruptura en el que te cuestionas el mundo en el que vives, sea cual sea ese mundo. Yo reflejo el mío en la película, pero imagínate las circunstancias de un alemán en el año 92”.

Me llamó mucho la atención que se reían en momentos que yo no me esperaba –añade Pilar-. Por ejemplo, se partían de la risa cuando las niñas estaban viendo Marcellino pan y vino. Yo creo que les parecía una broma pero a nosotras nos ponían la película en el colegio. Pero me quedé con la sensación de que la entendieron perfectamente porque al final habla de cosas universales, que era el mío que tenía porque la película está muy enraizada en España en el año 92”.

“Yo llevaba en la carpeta a los de ‘Sensación de vivir’

Aunque nos parezca que fue ayer ya han pasado casi 30 años desde 1992 y la ambientación de la película está cuidada hasta el más mínimo detalle, incluyendo los recortes que las niñas de la época llevaban pegados en la capeta. “Yo llevaba –asegura Pilar- a los de Sensación de vivir, a Edward Furlong, de Terminator 2, y a Héroes del silencio”.

Por eso, para ambientar a las niñas les puso los mismos videos que ella veía de niña: “Sobre todo Sensación de vivir y la programación de la televisión de la época que era lo que todos veíamos: Las chicas Chin Chin, las Mama Chicho, los programas nocturnos con Rafaella Carrá, que aparecen en la película… Vistos 30 años después son muy curiosos. Me he visto muchos para incluir fragmentos en la película y es muy fácil encontrar momentos en los que dices. ¡Dios mío!, ¿en el 92 todavía se hacían comentarios así? Están muy pasados de moda”.

Andrea Fandos, una joven promesa del cine español

Todas las niñas de la película son realmente geniales y más de una hará carrera en el cine español. Pero entre todas brilla la protagonista, la joven Andra Fando, de 11 años, que interpreta a Celia. “Es una chica muy tímida –asegura- que en la película pasará de la niñez a la adolescencia y empezará a hacerse preguntas sobre su familia y sobre su madre, porque le han ocultado cosas que no le han querido contar sobre su padre”.

Haciendo la película Celia ha descubierto cosas que nunca se había planteado sobre la niñez de su madre: “Lo que no me gusta de aquella época es que las mujeres estaban mucho más oprimidas que ahora, no se les valoraba nada y se les consideraba inferiores a los hombres. También pienso que en aquella época los niños jugaban más en la calle y ahora los padres nos protegen mucho más. También nos parecía muy raro estar allí en el colegio de monjas, porque ninguna hemos ido a ese tipo de centros. Y, sobre todo, ¡que no había móviles!”.

A Andrea también le sorprende la relación de la protagonista con su madre: “La relación con Natalia de Molina en la película, no se parece en nada a la que tengo con mi verdadera madre, porque no se cuentan las cosas que le pasan en la escuela, si se pelea con sus compañeras, si se ríen de ella… Todas esas cosas yo se las cuento a mi madre, pero Celia se las guarda para ella en la película. Es una relación complicada porque su madre (Natalia de Molina) tampoco está feliz”.

“Trabajar con Natalia de Molina ha sido genial porque me ha dado muchos consejos para llegar a una emoción… he aprendido mucho de ella” -añade Andrea-.

La madre de Andrea era una niña en los 90, por lo que ha sido un referente para ella: “Si, me ha ayudado mucho y me ha contado cómo vivió esa época, pero Pilar también nos han dado una especie de clases sobre expresiones que se utilizaban en aquella época, nos ha enseñado qué era la Super Pop y las cosas que les gustaban a los adolescentes de la época. Un montón de cosas para ambientarnos en el papel. Por ejemplo, expresiones de la época como “Guay del Paraguay” -ríe-.

Como comentábamos, todo cambiará cuando Celia conoce a una nueva amiga: “Gracias a ella empiezo a madurar, a hacerme más mayor y a plantearme las cosas” –afirma Andrea

“En esa época –añade Andrea- no tenías tanta confianza con las amigas como ahora. No le contabas tus secretos más ocultos ni a tu mejor amiga. Y ahora yo les cuento todo a mis mejores amigas”.

En cuanto a estar en una clase solo de niñas Andrea confiesa que: “Se me haría raro estar en una clase solo con niñas, como pasaba en aquella época. Todas comentábamos que era una cosa muy rara”.

Andrea Fandos, protagonista de 'Las niñas'

Andrea Fandos, protagonista de 'Las niñas' SOPHIE KHOLER

“‘Sensación de vivir’ es como las series de ahora pero peor”

Como nos comentaba Pilar, les pusieron a las niñas cosas de la época para que se ambientaran. “Nos han puesta la serie Sensación de vivir. Y en una escena de la película vemos Marcelino, pan y vino, pero esa no nos hicieron verla. Sensación de vivir me pareció como las series de ahora pero mucho peor”.

Lo que no ha cambiado es que las niñas siguen llevando en las carpetas fotos de sus ídolos: “La gente a la que le gusta una serie forra su la carpeta con fotos de esa serie. Yo llevo Strangers Things, Elite, La casa de papel…” –confiesa Andrea-

En cuanto al rodaje, Andrea confiesa que: “Ha sido complicado porque éramos muchas niñas y no somos las más obedientes, pero creo al final nos hemos portado bien. Intentábamos no hacer ruido, pero siempre acabábamos riéndonos y nos tenían que regañar”.

Sobre su futuro como actriz, Andrea asegura que: “En principio me gustaría seguir siendo actriz, pero ya veremos porque me queda mucho que aprender y tengo que ir al cole. No sé, ya veremos. Ahora voy a empezar Primero de la ESO. Yo creo que vamos a empezar las clases pero enseguida volveremos a la educación en línea” (ríe).

Pero, pase lo que pase, gracias a esta película Andrea confiesa que ha vivido cosas increíbles: “Venir a Málaga y hablar con tanta gente desconocida ha sido raro al principio, pero enseguida me he acostumbrado y está siendo muy bonito. Y encima hay una playa preciosa, porque yo vivo en Aragón y allí no hay nada parecido. Es muy chulo”.