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El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, dimitirá antes del 28 de abril

  • Antes adoptará "medidas importantes para garantizar la continuidad del funcionamiento de las instituciones estatales"
  • El periodo de transición estará tutelado por el presidente del Senado, que deberá convocar elecciones en un plazo de 90 días

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Fotografía de archivo de 2009 en la que aparece el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika
Fotografía de archivo de 2009 en la que aparece el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika.

El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, anunciará su dimisión antes del 28 de abril, fecha en la que culminará su mandato, por "razones" de salud, según ha informado la presidencia en un comunicado. El anuncio cumple las expectativas de una parte de la población, que en el último mes se ha manifestado en la calle de forma masiva para exigir la salida del mandatario.

Antes de que Bouteflika abandone su cargo, "deberá adoptar medidas importantes para garantizar la continuidad del funcionamiento de las instituciones estatales durante el período de transición, que se abrirá en la fecha en que decida renunciar", añade la nota.

Según la Constitución, ese periodo de transición -inédito en la historia de Argelia- debe ser tutelado por el presidente del Senado, Abdelkader Bensalah, quien deberá convocar elecciones presidenciales en un plazo de noventa días.

El comunicado de la presidencia llega una semana después de que la Reagrupación Nacional Democrática (RND), socio del gobernante Frente de Liberación Nacional (FLN) y segundo partido de Argelia, pidiera que el presidente dimitiera como solución a la grave crisis política que padece el país.

También la semana pasada el jefe del Ejército argelino y viceministro de Defensa, el general Ahmed Gaïd Salah, pidió la inhabilitación de Bouteflika.

El pueblo le responsabiliza de la grave crisis que sufre el país

La dimisión de Bouteflika contenta a una parte de la población, pero también supone un varapalo para aquellos que exigían también la caída del círculo de poder que le protege y maneja, al que recriminan la corrupción y responsabilizan de la grave crisis económica nacional.

"Es una declaración que ha llegado muy tarde. Esperábamos su dimisión y no su intención de dimitir. Todo esto es para ganar tiempo hasta el 28 de abril y seguir robando lo poco que queda", ha dicho a Efe un joven vendedor que ha preferido no identificarse.

Desde finales de febrero cientos de miles de personas se han manifestado cada viernes a la calle de forma masiva para exigir la salida del mandatario, de 82 años y gravemente enfermo desde que en 2013 sufriera un agudo derrame cerebral. El pueblo le acusa a su estrecho círculo de poder de corrupción y le responsabiliza de la grave crisis económica y social que desde 2014 sufre el país.

Concretamente, fue el pasado 22 de febrero cuando la protesta estalló en la calle con una primera petición: que el mandatario, entonces ingresado en un hospital de Suiza sin que se supiera cual era su verdadero estado de salud, renunciara a ser reelegido.

El 11 de marzo, tras más de tres semanas de manifestaciones masivas por todo el país y un día después de que se anunciara su regreso, la presidencia emitió un comunicado en el que Bouteflika desistía de su candidatura, aplazaba los comicios -que en principio habían sido convocados para el 18 de abril-, y ordenaba la apertura de un proceso de transición tutelado por el ministro de Interior, Nouredin Bedaui, uno de sus hombres de confianza. Esa decisión no sirvió para frenar la furia en las calles.

"Estamos preocupados. Es una situación que nos afecta porque no sabemos lo que nos deparará el futuro. No se trata solo de Bouteflika, sino que es todo su clan el que tiene que dimitir antes. No se puede decir que sea una noticia, no hay nada nuevo", ha recalcado a Efe con pesimismo Usama Bubekar, un estudiante de bachillerato que ha participado en las manifestaciones.

La Fiscalía ha anunciado que perseguirá la corrupción endémica

La noticia de la renuncia de Bouteflika ha coincidido este lunes con un anuncio de la Fiscalía en el que informa de que abrirá una investigación para perseguir la corrupción endémica que sufre el país y la evasión de capitales al extranjero.

Además, se ha publicado una lista con una decena de empresarios a los que se ha vetado la salida del país, entre ellos al antiguo líder de la patronal de empresarios argelinos (FCE), Ali Hadad, a su hermano Omar y al vicepresidente de la organización, Mohamad Bairi.

Ali Hadad, que dimitió la semana pasada, fue detenido en la madrugada del domingo en un paso fronterizo cuando trataba de viajar en Túnez.

Junto a ellos, también se ha impedido abandonar el país a tres miembros de la familia Kouninef, considerada mecenas de Bouteflika, y a cuatro de la Tahkout, a la que se considera protectora económica del mandatario en los años en que este debió huir.