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El Supremo no paraliza por ahora la exhumación de Franco, pero tendrá la última palabra ante un recurso de los familiares

  • El Supremo desestima la petición de la familia del dictador de suspender cautelarmente el acuerdo del Consejo de Ministros
  • Argumenta que es pronto pero a la vez asegura que el Gobierno ha de dar a los familiares la oportunidad de recurrir

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El Supremo rechaza por ahora parar los trámites para la exhumación de Franco

El Tribunal Supremo ha rechazado paralizar cautelarmente la exhumación de Francisco Franco al no suspender el acuerdo del pasado 8 de noviembre en el que el Gobierno dio vía libre a la continuación de los trámites para sacar los restos mortales del Valle de los Caídos. Y aunque el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha confirmado que prevé exhumar los restos del dictador a finales del próximo mes de enero, el propio Tribunal Supremo ha anticipado que no se podrán trasladar los restos hasta que este mismo tribunal resuelva el más que previsible recurso de la familia contra el acuerdo final del Gobierno.

Por el momento, y aunque todavía queda un plazo de alegaciones para la familia, este lunes la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha desestimado la solicitud de la familia del dictador de suspender de forma cautelar los trámites acordados por el Consejo de Ministros para seguir con la exhumación.

El Supremo sostiene que la solicitud de suspensión cautelar "debe ser denegada porque el acuerdo recurrido no justifica por sí mismo la exhumación de los restos" del dictador "ni produce una situación irreversible".

El Supremo tendrá la última palabra

Recuerda también que dicha exhumación no podrá producirse hasta que lo decida el Consejo de Ministros -una decisión que los familiares pueden recurrir además ante el Supremo- y que no podrá ejecutarse "sin que previamente los recurrentes hayan podido refrendarlo y recabar la tutela judicial efectiva". Como el acuerdo con la familia parece improbable, la situación parece abocada a resolverse judicialmente por parte del propio Tribunal Supremo.

De este modo, el Gobierno no podrá efectuar la exhumación sin dar la oportunidad a la familia de Francisco Franco de impugnar este acuerdo concreto, de nuevo ante este tribunal. El Supremo obra así recogiendo jurisprudencia reciente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que condenó a Polonia por realizar dos exhumaciones sin escuchar a las familias, que se oponían a trasladar los restos mortales de dos personas que fallecieron en 2010 el accidente del avión en el que viajaba el presidente Lech Kaczynksi.

Pese al recurso de la familia Franco, el Gobierno sigue adelante con sus planes y pretende que la exhumación de Franco de la Basílica del Valle de los Caídos, una de las primeras medidas que anunció Pedro Sánchez al llegar a la Moncloa, sea una realidad a finales de enero, según fuentes de Moncloa.

El Ejecutivo lleva tiempo asegurando que no permitirá que "un dictador siga ocupando un lugar público que se preste al enaltecimiento", tampoco la cripta de la catedral de la Almudena (como es voluntad de los nietos de Franco) y que empleará "los recursos y el procedimiento que estime oportuno" para evitarlo.

El recurso de la familia aún debe estudiarse

La decisión de este lunes no entra a valorar el recurso presentado por la familia de Franco contra su exhumación, sino solamente si procede o no paralizar de forma cautelar los trámites acordados el pasado 8 de noviembre por el Consejo de Ministros para seguir con el procedimiento. Los jueces deberán a partir de ahora estudiar el recurso de la familia, un proceso que puede durar meses.

Entre los trámites que aprobó el Gobierno de Pedro Sánchez para dar curso al procedimiento de la exhumación, figura la orden a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, para remitir el proyecto necesario al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, municipio donde se encuentra el Valle de los Caídos.

El Gobierno estableció que los servicios técnicos de Patrimonio Nacional, en su calidad de patrono de la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, deben redactar el proyecto. También Justicia ha de solicitar a la Comunidad de Madrid, competente en materia de sanidad mortuoria, un informe no vinculante sobre el proyecto de exhumación para ser emitido en un plazo máximo de un mes.

Para los nietos del dictador, se vienen produciendo "irregularidades" en todo el procedimiento, pues la orden de exhumación consecuencia del decreto del Gobierno que modifica la Ley de Memoria Histórica, "debiendo tener carácter colectivo respecto de todos aquellos inhumados en el Valle de los Caídos que no hubieran fallecido a consecuencia de la Guerra Civil, tan solo se ha incoado respecto de los restos mortales" de Franco.

Los nietos del dictador sostienen que se está aplicando así una política de "caso único", que además afecta a su "derecho a la intimidad personal y familiar", puesto que han "manifestado de forma unánime su frontal oposición" a la exhumación de los restos de su abuelo y, pese a ello, se ha seguido adelante.

El destino incierto de los restos de Francos

Los siete nietos de Franco se niegan a cambiarlo de sepultura, convencidos de que legalmente "no es posible" llevar adelante los planes del Gobierno, pues la basílica benedictina es un lugar de culto y, por lo tanto, está sujeta al Concordato con la Santa Sede.

La familia lanzó un órdago al anunciar que, si finalmente los restos de Franco son sacados del Valle, los enterrarán en la cripta que la familia tiene en la catedral de la Almudena, en pleno centro histórico de Madrid, a lo que se opone el Gobierno de Sánchez.

El Ejecutivo aboga porque el dictador sea enterrado en el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo (Madrid), donde la familia Franco tiene un panteón en el que reposan desde 1988 los restos de su mujer, Carmen Polo.