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El candidato como producto televisivo: de Eisenhower a Trump

  • El artista Antoni Muntadas recopila la narrativa publicitaria de las elecciones presidenciales en EE.UU.
  • Su documental, Political Advertisement IX 1952-2016, puede verse en el Museo Reina Sofía
  • “Donald Trump no me interesa ni como fenómeno sociológico”, dice en una entrevista para RTVE.es

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Dwight D. Eisenhower protaganizó los primeros anuncios políticos televisivos en 1952
Dwight D. Eisenhower protaganizó los primeros anuncios políticos televisivos en 1952

“En la Casa Blanca, en lugar de tener cuadros de los presidentes, deberían tener monitores con los anuncios electorales de cada uno de ellos. En este siglo, sería más representativo que pinturas al óleo”. Es la metáfora con la que el artista Antoni Muntadas describe su proyecto Political Advertisement IX 1952-2016, un documental (realizado junto a Marshall Reese) que recopila algunos anuncios electorales estadounidenses desde el nacimiento de la televisión hasta nuestros días, es decir, desde Eisenhower hasta Trump.

El Museo Reina Sofía de Madrid proyecta el documental este sábado 5 y domingo 6 de noviembre dentro de su programa 'Intervalos', (dedicado a trabajos fílmicos recientes difíciles de ver en los circuitos comerciales).

Muntadas, Premio Velázquez de Artes Plásticas (2009) y Premio Nacional de Artes Plásticas (2005), además de ser uno de los artistas conceptuales más respetados del mundo, reside en EE.UU. desde 1971. Los medios de comunicación, lo público, lo privado, el poder político, la hegemonía capitalista son temas recurrentes de su obra.

Estos días presenta Political Advertisement IX 1952-2016 en distintas ciudades estadounidenses. Desde Cincinnati, en el simbólico estado de Ohio, Muntadas explica a RTVE.es el origen de la novena versión de su proyecto cuya primera versión se remonta a 1984, cuando impartía clases en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).

El método es sencillo: Political Advertisement IX 1952-2016 es una aséptica y cronológica recopilación de spots de candidatos presidenciales, incluyendo los candidatos de las primarias de cada partido. “Como hay cientos y cientos, el proceso es observación del archivo, selección y edición. Retoma en cierta manera unas prácticas artísticas del fotomontaje con John Heartfield y con Josep Renau. Yuxtaponiéndolas en formas de collage estableces unas relaciones que, al verlos por separado, no existen”, explica Muntadas.

El lingüista cognitivo Geroge Lakoff escribió que la metáfora que define a EE.UU. es la familia. Y dentro de ese marco, los republicanos representan el ‘padre estricto’ y los demócratas el ‘padre protector’. Una idea que se repite en los anuncios electorales en los que los candidatos republicanos son ‘el comandante en jefe’ que los hijos necesitan ante un mundo hostil (terroristas, drogas, inmigración ilegal).

“Con los republicanos aparece la idea de la descalificación y los anuncias negativas. Se incrementan los ataques hasta que los demócratas entran en el juego”, dice Muntadas que todas maneras defiende que es el espectador el que debe analizar. “Mi lema es Warning: perception requires involvement (Atención: la percepción requiere participación)”.

Con su selección de anuncios pretende recoger las innovaciones publicitarias, las nuevas estrategias y la creación de los mass media de los ‘personajes ficiticos’. “Son los simulacros de la persona, una ficción”, dice Muntadas sobre los candidatos reducidos a productos comerciales.

El miedo como estrategia comenzó en los 60 con la idea del holocausto nuclear que una guerra podría provocar en caso de que el botón rojo estuviera en manos equivocadas (como el célebre "Daisy Girl" de la campaña de Lyndon B. Johnson de 1964). Un motivo que regresó este año en las primarias republicanas ante la posibilidad de que Donald Trump venciese.

“Es terrible que todavía se discuta su victoria. Es un personaje que no mi interesa ni desde el punto de vista sociológico. Trump habla de Trump. Hillary habla de Trump. Y todo el mundo habla de Trump. Son unas elecciones absorbidas por ese fenómeno. Y todo es una manipulación acojonante, porque todo lo que dice es mentira”, dice Muntadas.

Otra estrategia que se repite: los prescriptores, como Michael Jordan o Clint Eastwood, que avalan al candidato. El número uno es la aspirante a primera dama. “Empieza con Jackie Kennedy hablando en español y luego está el caso de Barbara Bush, que lo hizo para su marido y también para su hijo (Jeb Bush en 2016)”.

En numerosos anuncios se hace referencia a JFK como ideal presidencial. “El clan Kennedy es la gran iconografía y tanto Obama como Hillary Clinton utilizaron descendientes para sus anuncios”.

Hubert Humphrey, en su campaña contra Nixon de 1968, utilizó a un actor publicitario famoso por un anuncio de aspirinas para hacerse una pregunta: ¿Qué ha hecho Nixon por mí?

“Los anuncios incluso se citan entre ellos. Marco Rubio cita el Morning América de Reagan. Lo que en 1985 era optimista se cita como pesimista”, aprecia Muntadas.

En un revelador anuncio de la campaña del demócrata Michael Dukakis para 1990, un grupo de actores interpretan a asesores de George Bush bromeando sobre cómo hacer pasar a su candidato por ecologista cuando es todo lo contrario. “Es una mezcla de ficción y realidad rara. Hay que tener en cuenta que los anuncios pasan por jefes de campañas, agencias de publicidad, consejeros políticos, diseñadores de imágenes, editores. Es una cadena increíble”.

La noche anterior a esta entrevista, Muntadas había proyectado su documental a Yvette Simpson, la primera mujer negra que aspira a ser elegida alcaldesa de Cincinatti. “La ciudad es territorio Trump. Ella es una mujer muy interesante y muy fuerte. Se quedó fascinada y al final nos dijo: cuando me presente, me hacéis vosotros el anuncio”.