El Senado debate la causa contra Rousseff para la primera de las dos votaciones que decidirán su futuro
- Los senadores estudian el informe del instructor, que recomienda destituirla
- También se escucharán las apelaciones de la defensa de Rousseff
- Se espera que la sesión dure más de 20 horas, antes de que se vote
- Si prospera el trámite, la decisión definitiva se adoptará a finales de agosto
El Senado de Brasil ha dado inicio este martes a una sesión en la que debate la causa abierta contra la presidenta del país, Dilma Rousseff, de cara a la primera de las dos votaciones que decidirán si la mandataria es definitivamente apartada del cargo.
El presidente del Senado, Renán Calheiros, ha sido el encargado de abrir la sesión, que previsiblemente durará unas 20 horas, aunque después ha cedido la dirección del debate al presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski, que ejerce como garante constitucional del proceso.
“El Senado se reúne para adoptar una de las más graves decisiones que la Constitución le encomienda“
"El Senado se reúne para adoptar una de las más graves decisiones que la Constitución le encomienda, como es la posible destitución de una presidenta", ha declarado Lewandowski al poco de empezar la sesión, que coincide con la quinta jornada de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El presidente del Supremo ha subrayado la "delicada incumbencia" del caso y también que los senadores deberán actuar como "jueces", con "plena independencia", según sus "propias conciencias y las normas constitucionales" y despojados de "pasiones políticas".
El presidente del Senado de Brasil, Renán Calheiros, y el presidente del Tribunal Supremo, Ricardo Lewandowski, en la apertura de la sesión. EFE
Debate del informe del instructor y apelaciones
Los senadores debatirán y votarán el informe del instructor del caso, el senador Antonio Anastasia, que recomienda la destitución de Rousseff, acusada de maniobras que alteraron los presupuestos y de otras irregularidades fiscales como la contratación de créditos para el Gobierno con la banca pública.
Esos cargos no suponen delitos penales, pero pueden constituir graves faltas administrativas que, de acuerdo con la Constitución brasileña, bastan para justificar la revocación de un mandato. Así, durante la sesión también se analizarán las posibles apelaciones que pueda presentar la defensa de Rousseff.
Posteriormente, cada uno de los 81 senadores dispondrá de diez minutos para exponer su posición; finalmente, tanto la acusación como la defensa tendrán cada una media hora para dirigirse al pleno.
Durante la cuestiones previas, varios senadores que respaldan a Rousseff han solicitado que se suspenda el juicio político por las sospechas de corrupción que pesan sobre el vicepresidente Michel Temer, quien desde el pasado 12 de mayo ejerce de presidente de forma interina, argumentando que "no es posible" seguir con el proceso si "sirve para darle "el poder e inmunidad" a "alguien sospechoso de corrupción".
La decisión definitiva, a finales de agosto
Sin embargo, Lewandowski ha rechazado la petición, señalando que las sospechas contra Temer "son ajenas" a lo que el Senado discute y que no pueden "confundirse" con el juicio político al que responde la gobernante.
Cuando terminen las deliberaciones, los 81 senadores deberán decidir, por mayoría simple, si aprueban el informe del instructor -como ya hicieron en comisión con el juicio político contra Rousseff, lo que conllevaría la convocatoria de una última votación a finales de agosto.
En esa sesión, se adoptaría la decisión definitiva, que requiere una mayoría cualificada de dos tercios (54 senadores) para apartar a la presidenta.
Si finalmente Rousseff es destituida, el mandato que vence el 1 de enero de 2019 será completado por Michel Temer, mientras que si, por el contrario, la presidenta esquiva la destitución, será restituida en su cargo.
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