Los Veintiocho se comprometen a acelerar las repatriaciones de los inmigrantes irregulares

• Aquellas personas que no tengan derecho a asilo no podrán permanecer en la UE
• También han acordado reforzar las fronteras exteriores de la Unión Europea
• La UE y los Balcanes refuerzan la cooperación ante la crisis de los refugiados

Un grupo de inmigrantes subsaharianos en Ceuta el pasado 3 de octubre.

Los ministros europeos de Interior se han comprometido este jueves a acelerar los procesos de repatriación de inmigrantes irregulares sin derecho a recibir asilo y a hacer más efectiva la llamada "política de retorno", con el fin de asegurar la supervivencia del espacio sin fronteras de Schengen.

"Hay que proteger a los que necesitan amparo internacional, pero los que no tienen ese derecho deben volver a su país", ha afirmado el ministro de Inmigración y Asilo de Luxemburgo, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea. De este modo, los Veintiocho apuestan por construir una política "coherente, efectiva y creíble" de devolución de inmigrantes irregulares como estrategia para frenar la llegada masiva de demandantes de asilo.

Por su parte, el secretario de Estado español de Seguridad, Francisco Martínez, ha explicado que "la política de retorno es absolutamente imprescindible para que pueda funcionar el sistema de asilo". Previamente, la Comisión Europea había alertado de que, de todas las repatriaciones de inmigrantes irregulares ordenadas en la UE cada año, menos de un 40% se llevan a la práctica.

Más control fronterizo

Además, en el encuentro, han acordado reforzar las fronteras exteriores de la UE, algo necesario según Asselborn para poder mantener el sistema Schengen, al tiempo que han aceptado si fueran necesarias las detenciones, "como medida de último recurso". El ministro luxemburgués ha apuntado que la reubicación y el reparto de demandantes de asilo no podrán funcionar si los controles fronterizos fallan.

Francia fue el país que más claramente se pronunció en este sentido. El titular francés de Interior, Bernard Cazeneuve, ha recalcado que para su país es una "prioridad absoluta" que se cree un dispositivo de guardias fronterizos para mejorar los controles.

El ministro francés ha presentado un plan para crear una guardia costera bajo mandato de Frontex que pueda intervenir en casos de crisis cuando un país sea incapaz de hacer frente a la presión por la llegada masiva de refugiados o de inmigrantes.

Según el documento de conclusiones del encuentro, los Veintiocho igualmente han decidido aumentar la cooperación con los países de origen y tránsito de la inmigación socioeconómica. Finalmente, Asselborn ha reconocido que algunos Estados miembro pusieron como condición para aceptar el sistema de reparto de refugiados el refuerzo de las fronteras exteriores y la mejora de la aplicación de la política de repatriaciones.

La UE y los Balcanes cooperarán ante la crisis de los refugiados

Asimismo, este jueves, la Unión Europea y los países de los Balcanes occidentales y el Mediterráneo oriental han acordado reforzar su cooperación para hacer frente a la crisis de refugiados. En una declaración conjunta, se comprometen a luchar contra las mafias que trafican con seres humanos, apoyar económicamente a los países cercanos a las zonas de conflicto y a los afectados por las rutas de tránsito hacia la UE y a mejorar la situación de los demandantes de asilo (proporcionarles información, educación, acceso al mercado laboral...).

De este modo, se darán "incentivos económicos" a países como Turquía, Jordania y Líbano, los más presionados. También se ofrecerá ayuda humanitaria, medios para recibir y registrar a los refugiados y recursos para la gestión de fronteras a los países de tránsito, en especial a Serbia y Macedonia.

Para luchar contra las organizaciones que trafican y proteger a las víctimas, se aumentará la cooperación policial y judicial.  A largo plazo, los países trabajarán para hacer frente a las causas de los desplazamientos. Apuestan por contribuir al fin del conlficto en Siria, mejorar la situación en Afganistán e Irak y combatir el terrorismo y los grupos extremistas, en concreto, el Estados Islámico.