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La ESA ofrece los datos del satélite de observación de la Tierra Sentinel-1A

  • Los primeros datos de su observación de la Tierra están ya disponibles
  • La misión Copérnico de la ESA se encarga de observar la Tierra
  • Este es el primero de una serie de seis satélites

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Ilustración del satélite Sentinel-1A a 700 kilómetros de la superficie terrestre.
Ilustración del satélite Sentinel-1A a 700 kilómetros de la superficie terrestre.

La Agencia Espacial Europea (ESA) ya ha puesto a disposición de todos los usuarios -científicos y no científicos- los primeros datos enviados por el satélite Sentinel-1A, el primero de la misión Copérnico enviado al espacio con el objetivo de observar la Tierra.

Esta apertura de datos marca, según afirma la ESA, el "comienzo de la vida operacional del satélite", ya que ofrece una cobertura de radar que se puede aplicar a las áreas de océanos, hielo, cambios en el territorio y respuesta a emergencias.

El jefe de proyecto que lideró el equipo de desarrollo en la ESA, Ramón Torres, ha afirmado: "Ha llegado el momento para explotar las capacidades extraordinarias del satélite y empezar a ayudar a los usuarios".

El satélite Sentinel-1A, fue lanzado con éxito al espacio el pasado 3 de abril y a los pocos días envió sus primeras imágenes. Sin embargo, ha sido el pasado 23 de septiembre cuando ha completado un proceso que asegura que funcionan bien además del propio satélite, sus instrumentos y los procedimientos de adquisición y procesamiento de datos.

Programa de observación de la Tierra

El proyecto Copérnico es un programa conjunto entre la UE y la ESA formado por seis satélites coordinados y sensores en tierra y en aviones que observarán el medio ambiente en todas sus facetas.

De momento se ha puesto en órbita el primero de ellos, a 693 kilómetros de la Tierra, mientras que está previsto que el Sentinel-1B se lance en 2015.

Esta misión tiene previsto mejorar numerosos servicios, como medir la extensión de hielo en el Ártico; el mapeo rutinario del hielo marino; la vigilancia del medio marino -incluyendo derrames de crudo y detección de navíos-; la monitorización de movimientos en la superficie terrestre; la gestión del suelo, el agua y las selvas.

Los satélites también serán decisivos para facilitar las labores de los equipos de ayuda humanitaria y de respuesta ante desastres naturales, distribuyendo mapas actualizados de las zonas afectadas y el apoyo en emergencias humanitarias.

Cuando el resto de satélites esté en órbita, cubrirán el planeta completo cada seis días, y transmitirán sus datos a estaciones de tierra distribuidas por todo el mundo.