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El OIEA recomienda a Japón que vuelva a descargar al mar agua contaminada de Fukushima

  • El español Juan Carlos Lentijo entrega el informe de los expertos
  • Recomienda "descargas controladas dentro de los límites autorizados"
  • "Estamos al comienzo de un largo proceso", dice Lentijo
  • Gráfico especial: Los retos de Fukushima 

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El español Juan Carlos Lentijo, jefe de la misión de observación del OIEA, entrega su informe sobre Fukushima al ministro de Economía, Comercio e Industria, Toshimitsu Motegi, en Tokio
El español Juan Carlos Lentijo, jefe de la misión de observación del OIEA, entrega su informe sobre Fukushima al ministro de Economía, Comercio e Industria, Toshimitsu Motegi, en Tokio

La misión de expertos del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que durante diez días ha observado los trabajos de descontaminación en la central nuclear de Fukushima ha entregado su informe este miércoles a las autoridades niponas.

El informe preliminar, que se ha difundido también en la página web del organismo, recomienda varias medidas de mejora y sugiere a las autoridades que la central vuelva a realizar vertidos al mar para deshacerse del agua contaminada, "de acuerdo con los límites autorizados". Esta recomendación ya ha sido criticada por las organizaciones ecologistas.

El equipo de 19 expertos, encabezado por el español Juan Carlos Lentijo, director de Ciclo de Combustible y Residuos del OIEA, cree que Japón "ha establecido unos buenos fundamentos para mejorar su estrategia y destinar los recursos necesarios al desmantelamiento seguro de Fukushima Daiichi".

"La situación, sin embargo, continúa siendo muy compleja, y seguirá habiendo asuntos difíciles que deben ser resueltos para asegurar la estabilidad de la planta a largo plazo", añade el comunicado.

Separar los elementos más nocivos

El informe recomienda al operador de la central, Tokio Electric Co. (Tepco) que  mejore su tratamiento del agua contaminada (actualmente almacenada en contenedores cuya eficacia se ha puesto en duda) y que contemple la posibilidad de "volver a realizar descargas controladas de acuerdo con los límites autorizados". Antes de hacerlo, Tepco debe preparar informes del impacto medioambiental y de seguridad.

En conversación con RTVE.es, Fernando Merino, doctor en Ingeniería Industrial y especializado en energía nuclear, ha explicado que el mecanismo de liberar residuos nucleares es habitual.

"Liberar residuos nucleares al ambiente, tanto líquidos como gaseosos, dentro de los límites, es algo habitual  en las centrales nucleares", ha asegurado. "En Fukushima, todo es  excepcional, porque la situación lo es, pero no es tan descabellado.  Algo tienen que hacer con el agua", añade.

Para ello, Tepco  tendrá que separar algunos elementos radioactivos que no se pueden  liberar nunca al medio ambiente, como tritio o cesio. "Tendrán que establecer un proceso para retirarlos selectivamente, de ningún modo se puede mover ese agua a otro sitio, advierte el experto nuclear.

El líquido resultante irá entonces a parar al mar. "El organismo regulador japonés - explica Merino - ha calculado que por de bajo de esos límites la radioactividad queda en niveles residuales. No son cero, por supuesto, pero sí suficientemente bajos para no ser nocivos".

En su informe, el OIEA destaca otros factores mejorables.  En primer lugar, "prevenir que el agua subterránea entre a los edificios de los reactores y observar la efectividad de esas medidas".

Este agua, que se filtra de manera natural desde unas colinas cercanas, se mezcla en el subsuelo de la central con el líquido contaminado que se usa para refrigeración, y se ha comprobado que acaba en el mar.

Japón necesita también, según el OIEA, "continuar su transición hacia una estabilidad a largo plazo del lugar y desarrollar soluciones para la gestión de residuos" durante todo el periodo de desmantelamiento y descontaminación, que puede durar décadas.

Por último, el informe preliminar aconseja al regulador nuclear japonés que mejore el control del agua marina con controles de varios laboratorios.

"Al comienzo de un largo proceso"

La visita de los expertos del OIEA es la primera desde que el Gobierno nipón anunció que se involucraría más en la gestión de la crisis y que invertiría unos 30.000 millones de euros para solventarla y después de que Tepco informara en verano de varios vertidos radiactivos graves al mar.

Durante sus diez días de misión, el equipo liderado por Lentijo ha examinado varios aspectos de la descontaminación, en especial la retirada de las barras de combustible del reactor número 4 y el almacenamiento de agua radioactiva. Además, la misión ha observado los esfuerzos que hace Japón para medir la radioactividad en el ecosistema marino.

Para elaborar su informe, los expertos del OIEA han visitado la planta del 26 al 29 de noviembre y han mantenido reuniones con el regulador nuclear japonés (NRA) y con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, además de con Tepco.

"Estamos aún al comienzo de un largo proceso", ha dicho Lentijo, "pero Japón tiene una mejor comprensión de la situación, lo que es crítico para afrontar los retos".

El informe, sin embargo, no concreta el plazo temporal en el que la central podrá ser desmantelada.

"Un proceso normal de desmantelamiento de una central es de 15 o 20 años - ha explicado a RTVE.es Fernando Merino. "El criterio en ingeniería es intentar dejar el lugar lo más parecido a como estaba. Teniendo en cuenta que tienen que estabilizar y 'apagar los fuegos', un periodo de 30 o 40 años no me parece mucho,  tal vez más", concluye.

Las  autoridades japonesas recibirán el informe final del OIEA en enero.