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El primer ministro británico insta a Escocia a que permanezca junto a Reino Unido

  • "Reino Unido funciona bien ¿Por qué romperlo?" argumenta Cameron
  • El lunes Escocia desvelará informes sobre lo que supondría su independencia
  • El 'premier" David Cameron se juega su futuro político y su legado histórico

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El primer ministro británico, David Cameron, ha admitido que Escocia tiene lo necesario para ser una nación independiente, pero ha instado al Gobierno escocés a que rectifique y permanezca en Reino Unido porque actualmente disfrutamos de "lo mejor de ambos mundos", refiriéndose al régimen autónomo del que goza.

"En pocas palabras: Reino Unido funciona. Reino Unido funciona bien. ¿Por qué romperlo?", alega Cameron en una columna abierta publicada en los periódicos escoceses.

Incluso, Downing Street, se ha ofrecido a ceder más competencias al Gobierno irlandés, dominado por el Partido Nacionalista Escocés (SNP). "Escocia está mejor en Reino Unido. Todos estamos mejor juntos y somos más pobres separados", razona el 'premier' británico.

"Queremos que escrutéis, razonéis y os forméis vuestra propia opinión. Esto no debe ser un salto al vacío, sino una decisión tomada a la luz del día", sostiene Cameron, que no duda que una Escocia independiente pudiera persistir.

Todos estamos mejor juntos y somos más pobres separados

Estas declaraciones se producen un día antes de que el Gobierno escocés desvele los primeros informes legales y políticos sobre las implicaciones constitucionales que conllevaría un 'Sí' a la independencia de Escocia en otoño de 2014 y que acabaría con 306 años de relación.

Según los sondeos, el apoyo a la independencia se ha estancado en el 32% mientras que sus detractores se mantienen en el 47%. Esto, sin embargo, no amilana al SNP, que ha publicado un documento que establece una 'hoja de ruta' para una transición en 16 meses, algo tachado de surrealista por los más escépticos.

Cameron se juega su legado histórico

Por otro lado, el primer ministro británico David Cameron se juega su futuro político y el legado histórico, más si tenemos en cuenta que se presenta a la reelección en 2015 y su propio partido conservador nunca le perdonaría que Reino Unido, comprendido por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, se desintegrase.

La secesión de Escocia podría acarrear una serie de quebraderos de cabeza a Reino Unido como la búsqueda de una nueva ubicación para sus submarinos nucleares o la pérdida de los ingresos por el petróleo que se extrae en el Mar del Norte.

Además, los analistas aseguran que a Gran Bretaña les resultaría más difícil mantener su voz en los foros internacionales como el Consejo de Seguridad de la ONU o la toma de decisiones de la Unión Europea. Esto se suma al anuncio de Cameron de convocar un referéndum de pertenencia a la UE para 2015.