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¿Por qué todo el mundo quiere a Manel?

  • La banda fue número uno en ventas durante dos semanas
  • Son el primer grupo pop que canta en catalán y lo logra
  • Escucha el acústico de la banda en Hoy empieza todo

Por

Ángel Carmona dirige y presenta Hoy empieza todo (lunes a viernes de 7 a 11 horas en Radio 3). Cada día, durante la última media hora de programa se emite un concierto acústico.

El día que se salió a la venta 10 milles per veure una bona armadura, Manel encabezaba las listas de iTunes. Teniendo en cuenta la desarbolada situación del panorama nacional, tampoco es un dato tan determinante, aunque lo menos habitual es que en esa misma lista se encontrara en el número 3 Els millors professors europeos, el primer álbum de la banda catalana.

Dos años y 30.000 discos después de su primera entrega, ¿Cuántos álbumes sería capaz de vender Manel en los primeros días de presentación de ese nuevo trabajo? Han sido 15.000 en dos semanas. Número 1 en ventas en ambas.

Lo sorprendente de este éxito

No solemos medir los latidos de la música en España por el método cuantitavivo, pero en este caso, la excepción lo merece: para empezar, no son tanto los discos (ni siquiera los superventas) los que obtienen una recepción comercial tan potente (un tercio de disco de oro en una semana), sino que además, arrasa a otras propuestas con campañas presumiblemente más ambiciosas y adaptadas a la jungla mainstream.

Aún así, es el fenómeno Manel lo que nos atrae, por encima de un dato que probablemente en una semana no será más que una estadística.

Una banda catalana alejada en tiempo y forma al éxito de los Serrat y los Llach de la transición, cantando en catalán y llenando teatros con un ukelele y tres instrumentos más. En realidad es un efecto muy parecido al de Pep Guardiola (con el que guardan mutua admiración): calidad, cantera, orden, mucho cariño por el trabajo bien hecho y trabajo en equipo.

Estamos ante una banda sin una estética llamativa, sin un estribillo por el que dejarte la garganta, pero con una regularidad y un atractivo que engancha el vagón de tu atención desde el primer segundo sin necesidad de virtuosismos. Entrar significa no salir.