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EE.UU. suaviza el régimen de detención de clandestinos y habilitará plazas en hoteles

  • La Administración Obama revisa un sistema basado en centros de gestión privada
  • Cualquier clandestino, familias incluidas, compartía espacios con criminales convictos
  • En esas cárceles, muy criticadas, han muerto más de 100 personas en seis años

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Centro de detención de clandestinos en Nogales (Arizona, EE.UU.) en el 2006.
Centro de detención de clandestinos en Nogales (Arizona, EE.UU.) en el 2006.

El gobierno estadounidense ha anunciado un amplio plan de reforma para "suavizar" el sistema de detención de inmigrantes clandestinos, que incluirá el cierre de centros y la reconversión de hoteles y residencias para familias y menores. Numerosas organizaciones de derechos han criticado las severas condiciones que se aplican hasta ahora.

"En nuestro sistema de detención algunos (inmigrantes) han cometido crímenes, otros solamente faltas menores y otros no han cometido ningún crimen", ha resumido la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano.

De esta forma, el Gobierno va a revisar los más de 300 contratos que tiene con empresas privadas que gestionan la gran mayoría de los centro de detención.

El nuevo sistema, que "tomará tiempo", incluye también la utilización de hoteles o residencias sanitarias que serán reconvertidos en centros de detención más "suaves" para los casos del arresto de varios familiares, que como todos los clandestinos solían ser recluidas en penales donde compartían espacios con criminales convictos.

También se prevén nuevas medidas, como los brazaletes electrónicos, aunque esta posibilidad debe ser todavía aprobadada por la justicia. Además,las normas de detención y de subcontratación serán homogeneizadas, pues hasta eran muy cambiantes en función de cada Estado. Finalmente, la reforma también incluye mejoras en los servicios de salud a los irregulares.

El año pasado, 723.000 extranjeros sin papeles en regla fueron detenidos en Estados Unidos, una cifra récord. El actual sistema de control de la inmigración ilegal, que se endureció tras los atentados del 2001 y la creación del Departamento de Seguridad Interna (DHS) se basa principalmente en redadas en lugares de trabajo y en las fronteras.

"Las detenciones continuarán", ha advertido Napolitano. La ex gobernadora del estado fronterizo de Arizona ha dicho que el objetivo es mejorar un sistema que recibió duras críticas de organizaciones de derechos humanos y que se ha saldado con la muerte bajo custodia de 104 clandestinos en los últimos seis años.

La propuesta en la que la Administración Obama trabaja desde su llegada al poder será presentada ante el Congreso antes de final de año.